Las derrotas electorales, como la sufrida en el balotaje por la Coalición Republicana, son multicausales, pero hoy voy a abordar un aspecto que a mi juicio es medular y debe ser resuelto en el corto plazo. Refiere a convertir a la Coalición Republicana en un Lema, tal como ocurrió con el Frente Amplio cuando se fundó en 1971.
Soy partidario del doble voto simultáneo para la elección de Presidente y Vicepresidente en primera vuelta con eventual segunda vuelta o balotaje.
Las elecciones internas para elegir un candidato único por Partido, la limitación hasta un máximo de tres candidatos a Intendente Departamental por Partido y el impedimento de que los candidatos cambien de Partido durante el largo ciclo electoral de las internas de junio a las departamentales de mayo del año siguiente, a mi juicio fueron muy malas soluciones, la Convención Nacional y Departamental que elige en particular la primera al candidato a la Vicepresidencia y los candidatos a las Intendencias la segunda, son órganos que se limitan a homologar los acuerdos de cúpula y los ejemplos abundan tanto a nivel nacional como departamental.
Cada Partido, conforme a sus Cartas Orgánicas o Estatutos, debe elegir democráticamente sus autoridades deliberantes y ejecutivas, pero no imponerle una forma de elección como lo hace el vigente sistema, que en el caso del Frente Amplio constituye una mera formalidad dado que ellos tienen su propia forma de elegir a sus autoridades.
El doble voto simultáneo como mecanismo para elegir los candidatos a la Presidencia y Vice de la República conjuntamente con la elección de Senadores y Diputados fortaleció al Partido Colorado y al Partido Nacional hasta que fuese abolido por la reforma constitucional de 1996 que introdujo el sistema vigente.
El doble voto simultáneo quedó para todos los cargos públicos electivos, salvo para las fórmulas presidenciales. Dicho sistema que impidió la fragmentación del sistema de Partidos y viabilizó la creación del Frente Amplio, fue ideado por el constitucionalista belga Borely en 1870, recogido por el Dr Justino Jiménez de Aréchaga (abuelo) en 1895, legalizado en 1910 y constitucionalizado en la Carta de 1919.
Fue criticado acerbamente por los Partidos electoralmente menores que lo calificaron de trampa electoral, pero luego lo usaron para crear en 1971 el Frente Amplio, con la peculiaridad del candidato único a la Presidencia y Vice de la República, ellos también son una coalición y la prueba más palmaria es que se refieren a ella como Fuerza Política y no como Partido.
Las Fuerzas Armadas, mal asesoradas, pretendieron en 1980 que los Partidos Políticos tuviesen candidatos únicos para todos los cargos públicos electivos, lo cual hubiese significado la atomización partidaria con grave riesgo para la estabilidad del sistema.
Recuerdo que desde el diario El Día, el experto en derecho electoral y eminente ciudadano, Renán Rodríguez advirtió los graves riesgos de tan desatinada propuesta, como dato anecdótico cabe consignar que debía escribir sus columnas sin firma dado que estaba proscripto.
Mis ideas requieren reforma constitucional, por lo cual, hoy por hoy, es políticamente inviable, no obstante lo que no requiere reforma de normativa alguna y tan solo voluntad política es que los Partidos de la Coalición Republicana creen un Lema común para votar juntos nacionalistas, colorados, cabildantes e independientes, como lo hace el Frente Amplio.
El Lema o Partido Coalición Republicana deberá tener autoridades y programa común y su candidato a la Presidencia surgirá de las elecciones internas como ocurre con el Frente Amplio. Ello no significa que cada Partido de la Coalición Republicana pierda ni su identidad, ni su tradición, ni sus autoridades, como ocurre desde 1971 con los Partidos o Movimientos que forman parte de la coalición de izquierdas.
De haber existido el lema común en este ciclo electoral la Coalición Republicana hubiese obtenido en octubre mayoría absoluta en ambas Cámaras y la fórmula interpartidaria para el balotaje habría sido Álvaro Delgado- Andrés Ojeda, como se podrán imaginar los lectores el resultado hubiese sido muy otro.
No basta que una gestión de gobierno sea exitosa si no se cuenta con una ingeniería electoral que la recoja. Me consta que calificados dirigentes coalicionistas comparten este proyecto, el que es más refractario a ella es Cabildo Abierto, cuyo futuro político es incierto y en función de ello tiene otra estrategia, pero ello no debe ser un obstáculo dado que con los cabildantes nos reencontraremos en el balotaje.
De no darse este paso el Frente Amplio seguirá ganando una tras otra las elecciones. En lo que refiere a lo Departamental y Local es inentendible que en Montevideo; Canelones y Salto, donde gobierna el Frente Amplio, la Coalición Republicana comparezca bajo un lema único y no lo haga en los diez y seis Departamentos restantes. Es hora de sincerarse si es que se pretende sobrevivir electoralmente.
