En un artículo publicado recientemente tuve la oportunidad de recordar frases del llamado “Apóstol de la libertad” cuyo nombre es José Julián Martí Pérez (Cuba 1853-1895) político, diplomático, poeta, ensayista, periodista y filósofo, fundador del Partido Revolucionario Cubano y organizador de la Guerra de Independencia de Cuba, durante la que murió en combate.
En tal artículo se cita un ensayo llamado la “La Esclavitud Futura” cuyo autor es nada menos que el eminente biólogo y colega del naturalista Charles Darwin (RU, 1809-1882), Herbert Spencer (RU, 1820-1903) a quien se le atribuye la paternidad del Darwinismo social. Con el cual crítica severamente al socialismo.
Martí como poeta investigador tuvo la oportunidad de leer este ensayo entre otros de Spencer de lo cual analizó varias ideas y, una de sus conclusiones fue la siguiente, cito:
“Herbert Spencer quiere enseñar cómo se va, por la excesiva protección a los pobres, a un estado socialista que sería a poco un estado corrompido, y luego un estado tiránico”.
El régimen totalitario actual de Cuba ha tergiversado de manera morbosa y falaz el espíritu libertario de Martí al punto de identificarlo como marxista con un chovinismo embustero. Caso que el poeta siempre criticó lo absurdo del comunismo por su incapacidad de apoyar la libertad individual.
Cuando murió Marx “el apóstol” expresó lo siguiente:
«… Y entre salvas de aplausos tonantes, y frenéticos hurras, pónese en pie, en unánime movimiento, la ardiente asamblea, en tanto que leen desde la plataforma en alemán y en inglés dos hombres de frente ancha y mirada de hoja de Toledo, las resoluciones con que la junta magna acaba, en que Karl Marx es llamado el héroe más noble y el pensador más poderoso del mundo del trabajo. Suenan músicas, resuenan cantos; pero se nota que no son los de la paz.»
Y estaba en lo cierto los regímenes donde el protagonismo gubernamental está compuesto de izquierdistas, socialistas, comunistas, y ahora progresistas, al trabajador lo convierten en esclavos de comunidades y proyectos laborales regentados por adláteres del gobierno.
En este teatro de ambigüedad, de trabajador para sí mismo, quien trabaja pasaría a ser siervo del Estado.
De esclavo de los capitalistas -término marxista-, pasaría a ser esclavo de funcionarios. Considerando lo anterior, tendríamos que: en ese sistema socialista dominaría la comunidad al hombre.O sea, a esta comunidad el hombre entregaría todo su trabajo con una insuficiente retribución.
Ante todo se debe recordar que el poder no transforma al individuo, sino que le hace aflorar su verdadera conducta. Esa que yace en el inconsciente restringida por miedo a las leyes, sanciones e imposiciones sociales en función de observar las buenas costumbres para el bienestar del pueblo.
La sazón de esto es la creación o praxis -infalible- de reformas constituyentes con artículos confusos y de complicada interpretación para manejarlos a voluntad del gobernantes, siempre a su favor.
Maquiavelo afirmaba que el hombre era malo por naturaleza y bueno por conveniencia.
De esto no podemos descartar que, los funcionarios son seres humanos, por tanto proclives a ser abusadores, soberbios y ambiciosos. Entonces, derivado de que ésta organización -Élites gobernantes – ostenta o tiene gran poder, apoyadas por quienes se aprovechan o esperan aprovechar -nepotismo- de los abusos de poder, y por la vileza que siempre cobra entre los oprimidos el terror sumado a la habilidad de hacer fraude de los que mandan, la pobreza se multiplicará; pues, toda distribución oficial del trabajo común llegaría a padecer, en poco tiempo, el embate de la violencia, el hurto de bienes producidos y de producción, ostracismo y discriminación politica. Mas, se sufrirá toda clase de tergiversaciones de directrices que el espíritu de autoridad, la osadía y la astucias que el vicio del gobierno corrupto originan sádica y fatalmente en toda organización humana.
En términos estadísticos la Organización Mundial del Trabajo (OIT) ha reportado que la pobreza laboral es un tipo de pobreza extrema.
Los sueldos de los trabajadores en países como Cuba $8/mes y Venezuela $3/mes, impuesto por decretos gubernamentales han llevado a su población a la categoría de pobreza extrema. Representado por un 12,4% y 4,65% del límite establecido de $2.15/día.
En otras palabras, 87,6% y 93,35% respectivamente, menos de un posible límite subjetivo postulado por las estadísticas mundiales que estudian sobre la pobreza.
Por otro lado, la pobreza no se limita a la falta de ingresos, sino que también se refiere a la privación de acceso a derechos necesarios para vivir dignamente. Esto incluye la falta de: Comida, Trabajo, Agua potable, medios de Transporte, etc. Estos rubros aunados a otros tienen un control estricto de racionamiento todos insuficientes en estos países, incluyendo el control de la educación adoctrinada en función de apologizar al socialismo.
De este modo podemos captar y concebir como los socialistas post modernos o progresistas han creado una nueva forma de esclavitud anunciada por Spencer.
Joise Morillo
Venezuela USA