Por: Verónica Cortabarría Izquierdo.
Lo del Ministerio de Turismo, el caso de las compras directas de publicidad, está transformándose en una perfecta comedia, de esas que logran dos públicos: uno que lo cree todo y otro que no solo no cree nada, sino que trata de adelantarse y pensar en el próximo capítulo porque hay cosas que no le cierran, ni le van a cerrar.
Los Turismo Papers es lo que nos tocó por padrón, con una actuación vergonzosa de muchos de los actores primarios y los otros de papel secundario que siguen desfilando por la Comisión Investigadora.
El gran despegue que tiene esta triste telenovela, es la de la Agencia de Publicidad, Young and Rubicam. Que se desmarca con fundamentos y ofrece y puso pruebas sobre la mesa. Porque de algún lado salen los chats. ¿No?
El resto, del primero al último, empezaron a marear la cosa. Que si enlaces con la empresa en Estonia; que si una Empresa amiga y de confianza en Miami, todo para cobrar uno de los tantos dineros en cuestión, justo el que BROU, había objetado.
Ahora, la cancha se embarró y la pelota sigue manchada; y en esta no se salva nadie.
Salió el Ministro y tomó su Banca. También pidió investigación de años anteriores a su ejercicio, y también se supo que eso se intentó hacer, dicen que recién habiendo asumido su cargo.
Pérez Banchero es como si se hubiera ido con una carpetita llena de fotocopias de papeles interesantes porque iba a ir contra el ahora Ex Ministro. Y sus primeras declaraciones tuvieron tono de salir con los botines de punta; pero en la Comisión Investigadora, parece haberle bajado un solfa a la tónica. El ahora Ministro de a ratos respalda las malas gestiones y de a ratos no diría que se desdice, pero que vuelve a cambiar el tono y tomar una temática positiva en este embrollo, desde ya. Rodríguez solo va a declarar frente a la Comisión Investigadora, no va a declarar en la prensa; pero Pérez Banchero casi que le da un premio a su buen desempeño como asesor.
Yo siempre voy a ir por lo que es justo. Y hoy lo que entiendo que no es justo es que nos tomen de tontos. ¡Vamos! Menos Monzeglio, todos los actores principales son Colorados. No nos subestimen, porque lo que está sucediendo suena a orden de bajarle un tono a la pieza musical, orden que solo puede ser dada por el Director de la orquesta, que en definitiva, es el que maneja el borderaux.
