Guli Pahlawan, «Señor de la Guerra» en el Norte de Afganistán

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Tilio Alberto Coronel Grillo, 12 de julio de 2007.

Publicado en GEES. (Grupo de Estudios Estratégicos de España). Madrid.

Desempeñé el cargo de Observador Militar de Naciones Unidas desde marzo de 2005 a marzo de 2006. Fui asignado a la ciudad de Maimana y desde allí seguí de cerca diferentes acontecimientos, como observador, negociador y mediador.

Introducción

Guli Pahlawan es un “señor de la guerra”. Es propietario de siete mil cabras, doscientos caballos de bushkashi (el deporte nacional afgano) y trescientos empleados en sus tierras de labranza. Ostenta el grado de “general” y comanda un grupo armado ilegal de varios centenares de miembros. Tiene depósitos de armas ocultas en las montañas, capturadas luego de la retirada del ejército de la URSS en 1989. Temido y odiado por la población, fue siempre un factor de inestabilidad en el norte de Afganistán, principalmente en la Provincia de Faryab.

El presente estudio se centra en hechos acaecidos durante el citado período y muchas cosas habrán cambiado, pero es una muestra del tipo de actores y escenarios que interactúan en esta convulsionada región de Asia Central.

Antecedentes

Desde el año 2003 y tras un sangriento enfrentamiento en Maimana en el que resultaron muertos dieciocho hombres, la provincia de Faryab se había mantenido en relativa calma.

A comienzos de mayo de 2005 y cuando se iniciaba un plan de “desarme” en toda la provincia, llegó a Faisabad [1] (su villa de nacimiento) el General Guli Pahlawan.

La noticia se difundió rápidamente por todo el Norte, provocando desasosiego en el gobierno de Faryab y temor en la población, debido a los desmanes cometidos por este hombre en el pasado.

Los hechos de mayo de 2005

Guli arribó exactamente el día doce de mayo y manifestó públicamente su intención de trabajar en política. La reacción de las autoridades fue inmediata. El General Zazai (Jefe de la Policía Provincial) manifestó su disgusto e intranquilidad. Temía una reacción en contra del recién llegado, en cuyo caso la policía de Faisabad se vería desbordada e incapaz de sofocar tal estallido de violencia. Remarcó la carencia de recursos policiales en personal, armas y equipos frente a la experiencia y capacidad operativa del General Pahlawan quién, según la estimación del General Zazai- podía reunir “muchos hombres armados en poco tiempo y tomar el control de la villa de Faisabad, bloquear sus accesos y controlar sus alrededores”. No le faltaba razón. La villa está ubicada sobre la ruta Maimana-Siberghan-Mazar-e-Sharif y quien la controla, domina la ruta, el Distrito de Shiring Tagab y el mercado de Gunda Sabs, tal vez el principal de Faryab. Zazai concluyó enfáticamente diciendo: “La presencia de Guli es una amenaza, no solo potencial sino real”.

El 13 de mayo solicité una entrevista en privado con Guli Pahlawan y me la concedió. Lo de “privado” era solo de nombre, porque el General estaba acompañado de cuarenta y siete de sus partidarios.

Me dijo que me quedara tranquilo, ya que tenía mucho interés en hablar con alguien de la “comunidad internacional”. Como medida mínima de precaución me senté cerca de una ventana abierta, para poder escapar con facilidad. Era tan solo un consuelo, porque la casa estaba rodeada por cuatro escoltas de Pahlawan. Me acompañaba mi intérprete, quién me había dado instrucciones acerca del protocolo a seguir durante la entrevista, en particular sobre las costumbres afganas.

De inicio, Guli Pahlawan se mostró insatisfecho con el jefe de policía de Faisabad. Lo tildó de incompetente e incapaz de proporcionar seguridad a los habitantes de la villa, pero no obstante, remarcó: ”Todos pueden permanecer tranquilos porque no tengo intenciones de provocar actos de violencia. Solo he venido a trabajar en política, dado que en septiembre tendremos elecciones parlamentarias”. Al despedirme de Guli a las cuatro de la tarde, me dijo que sería bienvenido en toda ocasión.

El 13 de mayo de 2005 el Doctor Said Ahmad Saaid, Vice -Gobernador de la provincia, recibió una carta del Ministro del Interior en la que se comunicaba a Guli Pahlawan que “no estaba autorizado a permanecer en Faisabad y debía abandonar la Provincia de inmediato”. Como era de esperar, Guli hizo caso omiso a la orden y reaccionó en forma hostil. El 15 de mayo por la mañana llegaron noticias inquietantes: los partidarios de Guli habían atacado el puesto policial, distante una manzana de su residencia particular, dónde funcionaba además la oficina de su partido político, el Hezbi Azadi.[2]

Las instancias y detalles de este enfrentamiento nunca se presentaron suficientemente claras, como suele suceder en esas regiones conflictivas, donde se exageran y deforman datos y se ocultan otros. Se dijo que a eso de las nueve de la noche del catorce de mayo de 2005 el agente que estaba de guardia apostado en el techo del puesto policial avisó que un grupo de gente se acercaba a la comisaría, lo que puso en alerta a los funcionarios de servicio. Al frente de la turba avanzaban niños y jóvenes a manera de un “escudo humano”. A unos veinte metros de distancia, éstos se desbandaron corriendo en diferentes direcciones y se pusieron al descubierto los hombres armados con AK 47 y lanza misiles RPG 7, quiénes abrieron fuego cuando su campo de tiro se despejó. Los policías repelieron la agresión y el intercambio de fuego se hizo intenso, provocando la alarma de los aldeanos encerrados en sus casas desde el atardecer. La refriega se prolongó durante unos quince minutos, al cabo de los cuáles la calma volvió al lugar.

También persistían las dudas de los resultados del ataque. Hay quienes dijeron: “murieron más de veinte personas”. Otras personas declararon: “fueron menos de veinte” y los terceros afirmaron que “no murió nadie, sólo un burrito que los policías encontraron despanzurrados por un impacto de RPG 7”. También se encontró el cadáver de un hombre, pero fue impensable asociarlo con el tiroteo ya que el infortunado yacía a dos manzanas de allí.

El dieciséis de mayo por la mañana Guli encabezó una manifestación de protesta contra el General Dostum [3]. La policía local, reforzada con elementos de Mazar -e-Sharif, reprimió y controló a los manifestantes, aunque no se informó de detenidos, heridos o fallecidos.

En opinión de Davor Corluka -serbio, cuarenta y cuatro años, combatiente durante el conflicto de Bosnia y asesor en seguridad de ONU-, “todo conflicto de seguridad en el Norte de Afganistán tiene un fondo y origen político”, presunción que se verificó en esta ocasión. Hasta ese momento la querella envolvía a los seguidores de Guli y la policía de Faisabad, pero el 18 de mayo el General Fateullah Khan [4] y otros “comandantes” partidarios de Dostum y opositores de Guli Pahlawan entraron en acción. Se desplegaron en formación de combate en los alrededores de Faisabad y ocupando las alturas del terreno, instalaron puestos de observación, puestos de control de rutas y nidos de ametralladoras. Las tropas de Fateullah tomaron una aldea cercana y sus blindados bloquearon los principales caminos. Guli Pahlawan dispuso un perímetro defensivo de cuatro kilómetros alrededor de Faisabad, con puestos de control que impedían la entrada o salida de vehículos y personas.

En la tarde del dieciocho de mayo el Gobernador Provincial  se presentó en Faisabad y mantuvo una reunión con los miembros del Consejo de Ancianos. En momentos en que se desarrollaba la asamblea, unos doscientos pobladores se acercaron protestando enérgicamente por la presencia de Guli en la zona y por la falta de seguridad que sufrían en carne propia. Haciendo referencia al cadáver encontrado en la calle, un joven manifestante dijo que el muerto era su hermano. Reclamó justicia e increpó a las autoridades por su incompetencia. La policía disolvió la manifestación sin inconvenientes, pero la situación permaneció tensa hasta que cayó la noche y todos se marcharon a sus casas.

Al otro día y sin preámbulos, Guli Pahlawan depuso su agresiva actitud y pidió reunirse con Fateullah Khan, encuentro realizado en una casa de las afueras de Faisabad. En presencia del Gobernador Provincial y el Consejo de Ancianos, discutieron durante unos días, al cabo de los cuales firmaron un acuerdo de paz con los siguientes puntos: (se trascriben los principales artículos del documento):

1.- “El Gobernador de Faryab y el Consejo de Ancianos garantizan que a partir del 20 de Junio de 2005 se le permite a Guli Pahlawan retornar a Faisabad“.

2.- “Los grupos armados ilegales no son necesarios en el Distrito y la seguridad será provista por la Policía Nacional Afgana”.[5]

3.- “La oficina del partido político Hezbi Azadi puede instalarse en Faisabad y la policía local se encargará de brindarle seguridad.

Igual que al principio, el final del conflicto dejó más dudas que puntos claros. Los más conocedores dijeron que Guli cedió al ver debilitada su posición: se puso como rival al Ministro del Interior, habían llegado refuerzos policiales procedentes de Mazar -e-Sharif, Fateullah Khan se hizo presente con sus trescientos hombres y la población local -que según Guli lo apoyaba en un noventa por ciento-ahora se le ponía en contra. De todas formas son conjeturas propias de situaciones conflictivas.

La opinión de la población se hizo sentir en una reunión del Consejo de Ancianos de Shiring Tagab a la que asistieron delegados de aldeas y remotos e inaccesibles caseríos perdidos en las montañas (Koh Sayad, Rahmatabad, Tortakol, Bazoch, Islam Qala, Tash Qala, Gorzad y Shastapa).[6] También había emisarios de treinta y dos aldeas de la cercana región de Astana Baba y delegados de tribus pashtoon de nombres y lugares tan extraños como Jalalzai, Chokarzai, Barakzai y Gholjosm. Todos conocían las historias del General Guli Pahlawan, tal era su siniestra fama.

Se redactó un documento que denunciaba a Guli como el causante de más de cien muertes en Faisabad: líderes religiosos, intelectuales, miembros del Consejo de Ancianos y agricultores. Durante el período durante el que gobernó como “comandante” ejerció un mandato de terror y crueldad, asesinando y torturando gente. Últimamente, mientras distribuía armas entre sus partidarios, se reclamaba que debía ser desarmado, juzgado y puesto en prisión. Finalmente, se informaba que contaba con el apoyo de unos quinientas efectivos de dos poblaciones: Faisabad y Rahmatabad.

Hasta el final de mi período en Afganistán ninguno de los pedidos se había cumplido.

Analizados los hechos, se pueden extraer las siguientes conclusiones:

1.- La presencia de Guli Pahlawan fue una provocación a las autoridades de Faryab y en particular a Fateullah Khan,el “comandante” más importante de Faryab.

2.- Guli sobrestimó su influencia y esperó un mayor apoyo de la población, cosa que no ocurrió. Mintiendo en forma flagrante, dijo en Kabul que Naciones Unidas lo apoyaba, en un intento (fallido) de congraciarse con la opinión pública.

3.- A pesar de contar con unos quinientos seguidores en el área, la mayoría de la población rechazó su presencia en la zona.

4.- Quedó en evidencia que la policía local afgana no estaba en condiciones de brindar seguridad ni enfrentar con éxito este tipo de conflictos.

5.- El retorno de Guli y el posterior conflicto postergó el inicio del proceso de desarme, el cual se inició recién un mes después.

Los hechos posteriores

Guli Pahlawan retornó el 21 de septiembre de 2005. Fui a visitarlo a su casa y me recibió cortésmente. Charlamos acerca de la situación política y de sus futuros proyectos. Como era de esperar, despotricó contra las autoridades de Faryab diciendo que eran sus enemigos. Alegó que sus rivales habían quemado la bandera de su partido (Azadi) puesta en el techo de su casa en Maimana. Le pregunté si había ejercido su derecho de reclamar ante las autoridades y me dijo que si, que había presentado una queja escrita, pero no esperaba recibir una solución (ni siquiera una respuesta) dado que el Vice -gobernador y el Jefe de Policía eran sus enemigos. Comentó que todos los “comandantes” del Norte están temerosos porque “yo sé dónde ocultan sus armas y puedo denunciarlos cuando quiera”. Dijo que la razón de su retorno era ubicar y enterrar con una ceremonia el cuerpo de uno de sus hermanos fallecido un tiempo atrás. También manifestó su propósito de instalar una oficina de su partido Hezbi Azadi en Maimana para desarrollar su actividad política. Manifestó intención de no quebrar la paz y mantener la ley y el orden porque sentía “un profundo respeto por los derechos humanos y un total apoyo al proceso de desarme para impedir que gente irresponsable viole la ley y perjudique a la población”.

Terminada esa entrevista visité al Gobernador del Districto y le pregunté acerca de las actividades de Pahlawan. Esta vez no había preocupación. El Gobernador dijo: ”Guli se pasa durmiendo en su casa y ocasionalmente se reúne con viejos “comandantes” del tiempo de la guerra, pero hasta el momento no ha causado problemas”.

No me resultó curioso este cambio de opinión porque los afganos lo hacen de un minuto al otro, pero después entendí que Pahlawan había cambiado el modo operativo. Se mantuvo en la retaguardia para pasar desapercibido y mandó al frente a sus partidarios para iniciar una campaña de desestabilización en la cual el no aparecería como directamente responsable.

Guli Pahlawan comenzó entonces de nuevo sus actividades ilícitas e incrementó la ola de rumores contrarios al Gobierno Provincial. El Vice -Gobernador dijo que la campaña era orquestada por el partido Hezbi Azadi con el propósito de “provocar desestabilización en Faryab”. Saltaba a la vista que semejante campaña requería un apoyo poderoso. El Gobernador Provincial dijo que Guli era apoyado por ciertos sectores del Gobierno Central, pero no especificó cuáles. Una fuente en Kabul comentó que Guli había recibido doscientos mil dólares y ayuda desde un país vecino, sin decir cuál era.

Lo concreto es que, Guli continuó sus actividades militares, políticas y criminales. El escenario era propicio para eso. La debilidad del Gobierno Provincial era una de las principales causantes, mostrada por el hecho de que durante los siguientes dos meses de violencia y desorden, el Gobernador estuvo ausente atendiendo otros asuntos en Kabul, en Gardez (su pueblo natal) y también hizo un viaje a Corea, como el mismo declaró en diciembre de 2005.

El Gobernador y el Vice Gobernador culpaban a la policía por la ausencia de ley y orden. ”La debilidad policial evidencia debilidad del Gobierno”, decían. No les faltaba razón, pero también era cierto que el instituto policial carecía de los más elementales recursos para cumplir su función.

Abandoné Maimana el 17 de marzo de 2006. Hasta ese momento la situación no había cambiado y la seguridad en la Provincia de Faryab seguía en franco deterioro.

Notas

[1] Faisabad pertenece al distrito de Shiring Tagab, una de las zonas más convulsionadas de Faryab. En Dari, lengua oficial afgana, Shiring Tagab significa “valle dulce”.

[2] El jefe de dicho partido era el General Malik, hermano de Guli Pahlawan.

[3] Jefe de la llamada “Alianza del Norte”, el general Dostum es el “señor de la guerra” más poderoso en el Norte. Eran acérrimos enemigos con Pahlawan.

[4] Mano derecha del general Dostum,el general Fateullah Khan era el “señor de la guerra” más poderoso en la Provincia de Faryab.

[5] Este articulo hacia referencia al hecho de que estos grupos tomaban a su cargo la seguridad de cada zona, justificando su existencia en aras de la misma.

[6] Visité varias de esas aldeas. Ninguna de ellas figuraba en los mapas.

Calle principal de la ciudad de Maimana, capital de la Provincia de Faryab.

Según la tradición local, la ciudad fue fundada alrededor del año 586 a.C. y se llamó en sus inicios «La ciudad de los judíos «, algunos de los cuales llegaron cuando Nabucodonosor los envío al destierro a Babilonia.

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