Una promesa, es eso Sr. Presidente, una promesa, una expresión de deseo, nada más. Muy distinto es un “Compromiso con el País”, y más si es con un sector importante de la ciudadanía que le prestó el voto confiando en “su compromiso”.
Sr. Presidente, estuvo muy buena, y era lógico que lo hiciera, la exaltación de los logros de su administración, y el anuncio de una posible rebaja tributaria para el 2023,este pasado 2 de marzo frente a la Asamblea General. Es lo que indica el manual del correcto político en campaña, en su caso no para el 2024, sino para las próximas.
Su anuncio de una posible rebaja de un impuesto perverso e injusto, y que fue diseñado con el único fin de ser confiscatorio de parte de los ingresos jubilatorio de miles de uruguayos para engrosar las arcas del estado, no es de recibo.
No es de recibo su anuncio porque fue sólo eso, un anuncio de algo “posible”, y supeditado a que “mejore la economía”, y juega con los sentimientos.
Tampoco es de recibo ese anuncio porque es patear para adelante una promesa de campaña.
Ese tema de la “rebaja”, que debería ser de “eliminación”, y hablo del IASS (Impuesto de Asistencia a la Seguridad Social), ya está encajonada esa minuta firmada por 18 legisladores, y el abrir ese cajón y discutirlo en el Parlamento llevará más de un año (Uno más y van…).
Pero el detalle es que eso ocurriría en el año 2023, siempre y cuando mejore la economía, como dijo usted; y si la discusión se patea todo ese año, en año electoral como será el 2024, no se pueden votar ajustes tributarios impositivos. Y usted bien lo sabe, ¿o se confundió con las fechas?
Sr. Presidente, usted sabe que las palabras se las lleva el viento, pero hoy día con los avances tecnológicos, nadie resiste el archivo. Ya no se necesitan documentos por escrito, están las grabaciones de lo que dicen y prometen los políticos, y usted lo es por su trayectoria e investidura.
En algunos corrillos políticos se dice habitualmente que la gente tiene memoria corta, pero los tiempos cambian, y no está tan lejos la próxima campaña, a pesar de que los políticos están siempre en campaña.
No Sr. Presidente, “depender de, no es certeza”. Si algo está condicionado, nada menos que a la variable económica del país, no se puede jugar con la gente, con esa gente que le prestó el voto, y aunque no lo haya hecho, igual es una quita injusta a quienes trabajaron una vida para disfrutar de sus últimos años de vida con tranquilidad y sin que le metan la mano en el bolsillo o la cartera, para alimentar a un “Paquidermo, lento e ineficiente”.