ANTE LA POSTERGACIÓN Y EL OLVIDO. Por Gustavo Sánchez Paleo

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En campaña, hemos constatado que en las presentaciones, da la impresión de que en el discurso inadvertidamente se deja para lo último todo lo atinente al personal policial.

En realidad no es para nada así y muy por el contrario algunos de los tópicos que más nos preocupan son los referidos a los efectivos, a la familia policial y sobre todo lo relacionado a lo social.

En el Programa de Gobierno de Cabildo Abierto hemos tenido muy presentes esos asuntos tan sensibles en lo institucional y para las familias de nuestros policías.

Es archisabido por todo aquel que se encuentra medianamente informado y a todos los que integran el sistema político, salvo algunas excepciones que o son especialistas en hacer humo, o bien deben borrar las huellas – para ellos no existe el “copyright” – como el Llanero Solitario y su compañero Toro, para que no les descubran, el plagio o las mentiras acostumbradas.

En el Capítulo sobre Seguridad Pública y más precisamente en el numeral 7 se hace referencia a Fortalecer los Recursos Humanos, a saber:

– Respecto a las Calificaciones y Ascensos se vuelve una vez más a proponer la modificación del Sistema de Ascensos, cosa que se ha hecho durante esta administración en sucesivas oportunidades a lo largo de los años – en ocasión del tratamiento de la Ley de Presupuesto y de las Rendiciones de Cuentas  – lo que si resulta sumamente difícil es hacer entender cómo nos han prometido, sin cumplir o bien han alterado los conceptos practicando una suerte de actos de prestidigitación, para que pareciera una cosa y fuera tan solo “gattopardismo”, es decir tirar la pelota para adelante, llegando a decirse “sotto voce” nosotros también queremos ascender a los nuestros como venían haciendo los gobiernos frentistas.

Claramente se reitera el planteo de ponderar la Antigüedad Calificada, entendiéndose por tal la que resulta de una serie de factores como ser la Antigüedad en el Instituto, la Antigüedad en el Grado, la Nota de Curso y la suma algebraica de puntajes positivos y negativos que correspondan a cada integrante de las Escalas Superior y Básica (sanciones, deméritos, notas y puntaje positivo, etcétera). Sin duda no dejamos de hacer el planteo y no cejaremos en el esfuerzo de algo reclamado por la inmensa mayoría de los afectados.

Por cierto se acepta el Ascenso por Concurso de Oposición y Méritos, pero no así el de la Selección antojadiza y convenienzuda, que ha sido injusto, motivo de obvios privilegios, provocador del desaliento y esa sensación casi indescriptible que conlleva al “burn out” en el que de manera notoria y lamentable ha caído gran parte del personal Superior y Subalterno y que se traduce en la detestable afirmación de que la función “es como la Conga”, el que hace menos, gana.

– Por otra parte se reclama efectuar las etapas del Ciclo de Personal de mucha mejor forma. En primer lugar mejorar claramente el Reclutamiento, haciéndolo mucho más exigente en todos los campos, entre otros volver a aplicar el estudio y Averiguación de Vida y Costumbres, como filtro para negar y evitar el ingreso de elementos negativos, llenos de vicios y con antecedentes, muy mayores o cargados de problemas, que a continuación recargaran a la Institución policial, algo a lo que el “buenísmo” progresista no atendió claramente y hoy se pagan los costos y deben sufrirse las consecuencias en todos los órdenes, sea el disciplinario; la salud mental; las resultancias del alto nivel de partes de enfermo, largas permanencias sometidos a la Junta Médica Nacional de Aptitud; enorme cantidad de pasajes al S.T.I.P.; etcétera, etc., una demasiado larga tipología de bajas que reducen la Fuerza Efectiva de las Jefaturas Departamentales y Direcciones de la Policía Nacional.

Seguidamente se estima del caso propender a  una seria y eficiente Capacitación Funcional, con la extensión y profundidad necesarias para no agravar los problemas de obesidad; mal estado físico que atenta contra la aptitud operacional; claros síntomas de problemas serios y profundos, que se evitarían con test psicológicos y psiquiátricos hechos por profesionales de la Institución y sin aceptar certificados externos. La violencia familiar, los suicidios, homicidios femicidas y tentativas de todos ellos, deberían disminuir notoriamente con una Selección exigente, detallada y exhaustiva.

De manera indiscutible la Formación en Valores y la mínima resocialización imprescindible para portar decorosamente el uniforme policial; mantener el aseo; actuar con urbanidad y buenas maneras; etcétera. Esto no se logra sino en las aulas, en la Instrucción y con el ejemplo de quienes deban encargarse de la trasmisión de los conocimientos insoslayables para el servicio público, de quienes no son otro empleado público o cualquier trabajador, dado que pertenecen a una Institución armada y que tiene en sus manos la Fuerza Pública, portando armas y siendo custodios de los Derechos inalienables de sus conciudadanos.

– Seguidamente se vuelve a plantear como ya se ha hecho, el grave y muy profundo tema de la Salud Mental del Personal policial. Se entiende que es más que necesario, imprescindible la atención por parte de Psicólogos Universitarios y Médicos Psiquiatras, en la Puerta de Emergencia del Hospital Policial y realizar los convenios o contratos que sean del caso con FEMI o bien con ASSE, para lograr los mismos derechos de atención en el resto del territorio nacional.

– Una cuestión importantísima y que dado el lamentable deceso del Dr. Larrañaga quedo estancada o en el olvido – como otros tantos asuntos –  es el de la Vivienda Social Policial. Se había tentado en  tiempos de esa gestión ministerial, acceder al menos a un diez (10)por ciento de los terrenos propiedad del Ministerio del Interior, dado que el desaparecido titular de la cartera había propuesto vender algunos, de los varios cientos y con el producto de la venta obtener los fondos para la construcción de una Penitenciaria de Máxima Seguridad y tres Cárceles de Media.

Atento a ello y a que como es sabido cada Efectivo en Actividad o Retiro, desde su ingreso a la Policía Nacional y mientras alguien sea derecho habiente incluso fallecido en el caso de la Pensión correspondiente a su “cónyuge supérstite” tendrá “per secula seculorum” un Descuento de uno(1) por ciento para ser utilizado precisamente a efectos de la Vivienda Policial.

Lo que en buen romance puede traducirse en que tal vez, solo tal vez podríamos haber accedido a varios centenares de casas o apartamentos en diversos regímenes de Cooperativa de Ayuda Mutua, de Ahorro y Crédito o incluso Viviendas de Servicio, prestadas o alquiladas por contrato a término y con un cobro mínimo para su mantenimiento, por un lapso de entre cinco y tres años y la factibilidad de extensión de entre tres y dos años más que podría reglamentarse para personal joven, casados con hijos, o incluso para retirados o pensionistas sin posibilidades de acceder de otra manera.

– Otra propuesta que manejamos es la creación de algo similar a una Cantina Policial, dentro de la órbita de Sanidad Policial, a los efectos de potenciar y acrecentar la llegada de todas las especialidades farmacéuticas, para todos los integrantes de las familias de los efectivos. Esa modalidad permitiría lograr acuerdos de compra más convenientes con los laboratorios y droguerías, obteniendo así un listado de medicamentos y demás, con menor precio y accesibles por medio del Correo Nacional para todos los rincones de la República.

– Se piensa impulsar el logro de Hogares de Acogida, en todos los Departamentos, para beneficio de nuestros retirados en condición de vulnerabilidad. Para ello se deberán instrumentar las acciones y coordinaciones con Sanidad Policial, el MIDES, la Agencia Nacional de Vivienda y el propio B.P.S.

– Otra de las injustas causas que nos ánima a militar y trabajar por los más humildes y desprotegidos es el mísero monto del Seguro de Vida que ronda una cifra menor a noventa mil pesos y se propone elevarlo a sesenta y cinco mil Unidades Indexadas (65.000 U.I.)para cada beneficiario y para los casos cada vez más frecuentes de los Caídos en Acto Directo del Servicio, llevarlo a las trescientas veinticinco mil Unidades Indexadas(325.000  U.I.), lo cual no solo será justo, sino que llevará tranquilidad a las familias, ante la pérdida irreparable, al menos en lo económico.

Esta rápida enumeración a guisa de resumen, solo pretende hacer constar diáfanamente que somos y seremos apenas algunos de los prístinos defensores del ideario artiguista y según su decir: “Nada podemos esperar más que de nosotros mismos” y “Los más infelices, serán los más privilegiados”.

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