Bien sabemos que en el programa Santo y Seña quedó expuesto un nuevo capítulo de las irregularidades frenteamplistas. Durante años y con tickets alimentación de por medio el actual senador Carrera intentó tapar una irregularidad pocas veces vista, un civil quedaba en silla de ruedas producto de una bala perdida disparada en una fiesta de una comisaría del interior. El colmo de todo esto llega a las pocas horas cuando se desentiende del asunto intentando cargar la responsabilidad en el ex ministro Bonomi que por razones obvias no se puede defender.
Esa mecánica lamentable de malgastar impuestos, tener doble vara e intentar colocar la responsabilidad en personas fallecidas no es algo raro en nuestra izquierda. Un día sí y otro también queda demostrado que los responsables de la peor década y media en materias tan sensibles como la seguridad continúan viviendo en una realidad paralela o directamente juegan con la inteligencia de los uruguayos.
Ahora nos desayunamos con que la ex pareja, arquitecta de profesión, era atendida en el mismo Hospital Policial mientras Carrera no abonaba el 4% reglamentario para dicho nosocomio y no le pertenecía asistencia en el hospital. Viendo esto y si yo fuera un marciano creería que Carrera era el dueño del Hospital Policial, cosa que evidentemente NO es. Lo peor es que su fuerza política respalda todo esto y habla de “opereta” cuando tenemos los hechos (con pelos y señales) de que se malgastaron los dineros de los uruguayos, primero para tapar una irregularidad y luego en provecho propio.
La función de la oposición es ser la garantía y el control de un gobierno para sacar adelante al país. Desde el 01 de marzo de 2020 en nuestro país los vimos victimizarse, trancar las gestiones, ser buenos creadores de slogans publicitarios (lo importante es la gente, estado ausente, muertes evitables, desalojo express, etc.) y defender lo indefendible. Llama poderosamente la atención el nivel del desplome de la izquierda, podemos recordar a Seregni y sus palabras una vez pasado el referéndum de abril del 89 sobre la Ley de caducidad ( «este pronunciamiento de hoy no debe significar la división de la sociedad uruguaya, sino el comienzo de una nueva sociedad»). Ahora la izquierda se encuentra en manos de un Fernando Pereira que hace futurología sin que exista sentencia al respecto y que digamos la verdad, es una persona que no tiene ninguna base formativa y con carta libre para opinar e inyectar veneno ¿Por qué temen tanto a la Justicia si consideran que no tienen culpa? Dejen que ésta actúe y después vemos. En nuestro país funcionan los tres Poderes independientes que hacen a un Estado Republicano.
Lo que está en juego es el mal uso de los impuestos, de las instituciones, de los cargos que se tenían en su momento y de instalaciones estatales con el propósito de ocultar un delito primero y en provecho personal después saltándose el aporte que TODO policía (hasta el más humilde) hace.
En el actual oficialismo la cosa es parecida. si bien no hay heridos de bala si hay atenciones en el Hospital Policial que le costaron al Dr Luis Calabria su cargo, presentó su renuncia luego de que se encontraran registros de atenciones suyas y de varios integrantes de su familia.
Si bien la renuncia demuestra respeto por la Cosa Pública y deja la vara muy alta no olvidemos que es lo que corresponde ante una falta, ni más ni menos. Nadie debe rasgarse las vestiduras haciendo gárgaras de buenas prácticas y superioridad moral.
Hizo su trabajo y las comparaciones son odiosas.
Bien clarita la descripción de este hombre que ostentaba un cargo público pero era una carga pública. .. Malgastó plata del Ministerio del Interior, como si fuera dueño del Hospital Policial.
Coincido con el comentario superior, era (y sigue siendo) una carga pública.
Sobre él autor de la nota se nota que hay cabeza y trabajo personal detrás de la misma, estuve leyendo las demás notas y en todas se lee coherencia.
Por hombres así hay esperanza en la República.