COCINANDO AL WOK ISMO… Por Daniel García

0
74

Un wok es un utensilio de cocina originario de China, similar a una sartén, que se usa para saltear, freír, hervir, cocinar al vapor, y más.

Amigo lector, no piense que está en una página de recetas, sino que solamente vamos a usar parte de este término culinario y jugando con su nombre, pretendemos ir un poco más allá para tratar de entender estos fenómenos sociales, que hoy nos sorprenden, como el conocido 8M o “Día de la Mujer” y otros asuntos conocidos como wokismo.

Para una mejor comprensión de sus orígenes, detalles y penetrar en la profundidad de los mismos, recomiendo fervientemente seguir al conocido politólogo argentino Agustín Laje, quien ha estudiado y analizado a fondo, valiéndose por ello el encono y la crítica feroz de aquellos que han sido dejados en evidencia por la contundencia de los datos.

El wokismo definido en forma simple, es una especie de sub cultura, promovida por minorías, que trata de explotar la dialéctica, o sea las eventuales contradicciones entre un oprimido y un opresor, tomando aquello que utilizó el marxismo, cuando trató de explicar el mundo, en esa lucha entre los trabajadores oprimidos por burgueses despiadados.

El tema o lo problemático de este asunto, es que antes el marxismo lo remitía a las relaciones laborales entre las partes en pugna como decíamos, aunque por estas tierras todavía tenemos portadores de la versión que explica estas “luchas”, como consecuencia de la apropiación de la plusvalía de los trabajadores, por los malvados empresarios.

Esta nueva visión, abarca toda actividad humana en las posibles contradicciones, cuando la disputa se traslada a blancos contra negros, colocando al blanco como opresor y el negro como oprimido, hombres contra mujeres, porque se presupone que el hombre es el opresor y la mujer la oprimida, caso el 8M y sus cantos de odio y condena al “macho”.

Y esto, sucede a nivel mundial, para entender como operan estas fuerzas, que no son nacionales, que no surgen porque un grupo de “oprimidos”, ha descubierto que estaban siendo abusados por un grupo malvado, sino que responden a intereses formateados y sobre todo, financiados, por capitales inescrupulosos que esto buscan, caso Soros.

Que tengamos venta de marihuana libre, como un experimento pionero en el mundo, responde a la cercanía y amistad del moribundo Mujica, con el extinto Soros, quién encontró un buen campo de experimentación aquí, para desarrollar, una especie de germen, cuyas consecuencias, la vemos en la violencia de grupos narcos y sus sicarios.

Una minoría intelectual, formada en grandes Universidades americanas, ha logrado desarrollar esta visión que no todos pueden descifrar, ya que el lenguaje utilizado para las definiciones, de estilo académicas, que en verdad buscan tener una superioridad intelectual, cuando utilizan términos que los diferencian del “vulgo general”

Solamente para entender mejor, estas contradicciones, obedecen a muchas que se agudizan en forma ostensible y que llega hasta gordos contra flacos, que se materializa en lo que se conoce como “gordofobia”.

¿Usted quiere más ejemplos que lo ilustren sobre lo que decimos?

Le propongo un tema bien actual, como es el caso de los migrantes, que en Europa es de clara y contundente realidad, colocando a aquellos como minorías oprimidas por el blanco europeo, lo que conlleva que cada día conquisten espacios, se adueñen e impongan su cultura y visión religiosa, llegando hasta que alevosos crímenes queden impunes.

Las manifestaciones que vemos, multitudinarias, con motivo del Día de la Mujer alrededor del mundo, tienen bastantes puntos en común, en cuanto a sus consignas, cánticos, coreografías, así como actos de violencia y vandalismo, que se repiten en países libres, obviamente, no espere ver estas en Irán, Afganistán o Palestina, donde las mujeres………

Algún tiempo atrás, era común agasajar a las mujeres, compañeras de trabajo, esposas, novias, hermanas, madres, con un presente en señal de cariño, respeto, con un saludo de reconocimiento a lo que encierra el hecho y la diferencia de ser mujer, destacando la belleza, la gracia, el sacrificio de quiénes, en definitiva, durante nueve meses nos tuvieron en su vientre.

Transformado en una especie de guerra, es lo que el wokismo en su lucha de oposiciones, ha logrado instalar en algunas mujeres, que entienden que no hay nada que festejar, que es un día de reflexión donde lo único que cabe es buscar reivindicar supuestas desigualdades, como decía su última consigna, “contra el avance fascista, lucha feminista”

Declaración ideologizada, en respuesta a gobiernos que se han instalado con una postura de desarmar este sistema perverso, que busca destruir las bases de la sociedad desde adentro, al colocar en disputa todas las eventuales o artificiales desigualdades que pueden existir entre los seres humanos, sus rasgos, condiciones, raza, religión, etc, etc.

Es una revolución de tipo “molecular” al generarse micro conflictos, que como vemos abarcan todo el espectro posible, alcanzando el seno familiar, el trabajo, la política y cualquier actividad humana.

¿Y cómo se solucionan entonces tantas diferencias?

Aparece el estado entonces y por encima del mismo, los organismos internacionales, que como podemos ver permanentemente, disponen, dictan y establecen normas que los estados deben adoptar o acatar, en una entrega solapada y silenciosa de su soberanía.

Pruebas que sobran, cuando tantas discusiones se zanjan invocando resoluciones de estas entidades supranacionales, ahogando inclusive lo que establece muchas veces la misma Constitución.

Foros internacionales, reuniones por el clima, por asuntos de población y vivienda, salud, educación, van tejiendo una serie de acuerdos, pautas, como el caso de la Agenda 2030, que alinean, casi en un sistema de obediencia debida, a todos los países para cumplir idénticos objetivos, que además, son determinados por grupos minoritarios

Adoptar posturas de víctimas es parte de la aplicación del wokismo, cosa que se celebra, en lugar de exaltar virtudes, lo que coloca a la misma sociedad en caminos sin rumbo.

Cuando alguien pretende criticar o realiza determinadas afirmaciones, no son tenidas en cuenta, son acusadas de herir sentimientos y por tanto, una tribuna numerosa pasa a condenar, cuando no cancelar, a quienes opinan o intentan poner las cosas en su lugar, sino veamos lo que le pasa a Milei, Trump, en su osadía de desmontar estas posiciones.

No debemos de perder de vista, las consecuencias que estas posturas conllevan como objetivos encubiertos, que muchos de los que los defienden, desconocen, pero en ese afán de tantos seres humanos movidos por espíritus de justicia e igualdad, terminan cometiendo errores más gruesos que lo que pretenden defender o poner a salvo.

No es casualidad que el matrimonio esté en crisis, pero también bajo ataque para su destrucción, al poner en pie de igualdad cualquier tipo de unión, que haya una marcada y progresiva disminución de nacimientos, cuyas consecuencias en un corto plazo, pondrán en grave situación los sistemas de seguridad social y la propia continuidad como país.

No son teorías conspirativas, sino que hay determinados análisis producidos hace décadas, que dan cuenta y alertan que somos muchos en el planeta, para lo cual “expertos” han implementado soluciones de reducción paulatina de la población mundial.

El informe Kissinger producido en la década de los años 70, elevado a Nixón, da cuenta de esto, al haberse desclasificado en el año 1989, no es invento del columnista.

Aborto, eutanasia, el fomento de uniones homosexuales y otras combinaciones que se han alentado bajo el pretexto de autopercibirse como uno quiera, llevan inevitablemente a una reducción de la población, cumpliendo así los planes, a cuestas de tantas personas que buscan canalizar frustraciones, convertidos en “tontos útiles” según predijo Marx.

Por último, a pesar de ser un tema inmenso, tenemos un desafío, cuando sabemos que los medios de comunicación están copados por agentes que difunden lo “políticamente correcto”, porque vienen formateados por el sistema educativo que ya los preparó.

Por lo tanto, esta batalla tanto cultural como espiritual, la debemos trasladar a las redes, donde podemos libremente, por lo menos aún, difundir otra visión, alertar sobre las convicciones, valores que debemos preservar, ante esta ola que busca arrasar con todo lo conocido, al instalar disputas destructivas y eternas, ayudemos, cocinando al Wok..ismo…

Daniel García