La debacle de Ecuador se veía venir. No es necesario ser un visionario. Tampoco llamarse a sorpresa, sino «poner las barbas en remojo»,por si acaso.
En su edición de diciembre 2023 «Le Monde Diplomatique» publicó un artículo titulado «Y Ecuador descendió a los infiernos», firmado por Maurice Lemoine.
El autor anotó: «hay un ambiente de fin del mundo y miedo en el medio urbano». Entrevistó a un ciudadano: «¿Deambular solo, de noche? ¡Ni se te ocurra! Es muy peligroso salir a la calle.
Y anota el autor: «Fusilamientos, ajustes de cuentas, atentados con autos bomba y otros desmanes» son hechos cotidianos.
El 2022 fue el año más violento de Ecuador: 4.450 asesinatos, el 84 por ciento con armas de fuego. Tasa de homicidios:25,5 cada 100.000 habitantes. Hoy se considera que es el país más peligroso de la región.
El grupo narco-criminal «Los Choneros» hizo de las suyas y sólo en el mes de julio asesinó a tres políticos.
Ecuador tiene 24 provincias y la debacle resultado de la espiral de violencia se concentra en cinco de ellas, que son la ruta de la droga.
En la «Sierra» andina los pequeños productores ya están agotados por los precios que les impone el mercado.
En las ciudades,»ante el hartazgo generalizado» los ciudadanos se organizaron para su defensa: grupos de WhatsApp, instalación de cámaras de video vigilancia y sistemas de alarmas.
En las cárceles, el número de privados de libertad se triplicó en 15 años (de 13000 en 2008 a 39000 en 2023).
Según el autor, «la vida no vale mucho». La única ley es la del talión: ojo por ojo, diente por diente.
Desde febrero de 2021, una decena de enfrentamientos entre bandas produjo 420 muertos, asesinados con balas,granadas, decapitados o quemados vivos.
El autor anota un detalle importante: la Policía fue abandonada. «No es que sus presupuestos o los del Ejército hayan sido recortados al extremo, pero no son ejecutados en su totalidad».
En otro aspecto,los servicios de inteligencia desatendieron la criminalidad.
Se puede apreciar en Ecuador una mezcla de poder narco y un abandono del Estado.
El estamento político se ha mostrado incapaz de resolver el problema.
Y mas grave aún: Ecuador es una formidable «zona de tránsito» de la droga y la influencia de las mafias externas se hace sentir, en particular la albanesa.
Así entonces , ha comenzado una guerra «moderna» que tiene como propósito ganar el control sobre el tejido social como una manera de destruir al enemigo (en este caso,el Estado) separando usualmente a los agresores de la verdad de sus propios actos. Esto, debido a que los asesinatos y matanzas no solo eliminan a las víctimas sino que también brindan a los ejecutantes (los narcos) la fuerte convicción de enfrentar al poder del Estado y derrumbarlo hasta que se transforme en un «Estado fallido».
Es la «guerra asimétrica»,un conflicto violento en el que se constata una abismal diferencia cuantitativa y cualitativa entre los recursos militares, políticos y mediáticos de los contendientes comprometidos (el Estado y las organizaciones narco) que por lo tanto obliga a los bandos a utilizar tácticas atípicas, que rebasan el marco de la tradición militar .
Los medios de comunicación, en particular la televisión, constuye un arma formidable, ya que influye sobre la población y permite el control de las mentes a través del miedo por la sensación constante de inseguridad. (Sabido es:quién controla la «pantalla » controla al pueblo). Así de sencillo.
Difícil situación la de Ecuador.