El último domingo de noviembre de 2021 nos encontró votando obligatoriamente a un representante social en el directorio del BPS. Fuimos un millón ochocientos mil uruguayos convocados de los dos millones seiscientos mil habilitados para la última elección nacional. La razón tiene que ver con el organismo que nos descuenta nuestra futura jubilación, el que nos paga la jubilación o el que nos descuenta el aporte patronal, según seamos aportantes activos, jubilados o empresarios. Seguramente hay otras acciones posibles, pero éstas son las que más se ven. Estos tres representantes, son nuestra voz en el Directorio o deberían serlo. El máximo órgano del Banco se reúne periódicamente, son siete directores que hacen propuestas y votan todo lo que se decide dentro del marco legal vigente. Los otros cuatro directores, son de origen político y designados por el Poder Ejecutivo. El nuevo dibujo que tiene el Directorio es bien distinto del anterior, hay dos directores Nacionalistas, uno de Cabildo Abierto, uno del partido Colorado, dos del PIT CNT y uno de Un Solo Uruguay. Se terminó de configurar la nueva directiva y es hora de hacer los cambios prometidos en la campaña electoral. Pero esta breve explicación no alcanza para interpretar lo que ha sucedido. Se trata de un tema sobre el que hay poca y confusa información en el ámbito de la sociedad en general. Nos proponemos dar una mirada rápida a lo sucedido y sacar algunas conclusiones que nos sean útiles para entender el presente y el futuro de esta importante Institución del Estado uruguayo tiene por delante y que afectará nuestras vidas.
De acuerdo con el número de votantes habilitados por la corte electoral, esta elección es la cuarta en importancia en el país. Se ubica detrás de las elecciones nacionales, el ballotage y las elecciones departamentales. Hubo que votar en tres órdenes a tres directores, uno por activos, otro por los pasivos y el último para representar al empresariado nacional. Analicemos brevemente que ocurrió en cada uno de ellos y luego esbocemos alguna conclusión primaria sobre sus efectos futuros.
De manera general digamos que se trata de la cuarta elección de directores sociales, la primera ocurrió en 2006. La de 2021 es la primera elección en la que ha habido competencia real al predominio de la izquierda en la dirección social, ya que hasta ahora las elecciones se caracterizaron por tener un solo candidato para cada uno de los tres cargos, presentados, siempre con el apoyo el Plenario Intersindical de Trabajadores PIT CNT. En las tres elecciones anteriores hubo alta abstención y alto voto en blanco o anulado lo que siempre puso en tela de juicio el apoyo real del movimiento sindical en la masa trabajadora. Es la primera vez entonces que hablamos de competencia electoral y mayor participación del cada uno de los colectivos sociales convocados. El total de votantes efectivos en esta oportunidad se acerca al millón cuatrocientos mil lo cual es el mayor número en la corta historia de esta elección y muestra un proceso de institucionalización interesante.
En el orden de aportantes activos se presentaron dos listas la 2 y la 6, la primera apoyada por el PIT CNT y la otra por Un Solo Uruguay. El 49 % votó a la lista del PIT CNT, el 29% a USU y hubo un 22 % de voto en blanco o anulado. La altísima votación obtenida por Un Solo Uruguay pese a la poca información y breve campaña realizada parece indicar que hay espacio político para la competencia en este ámbito. Se interpreta como una señal de los trabajadores activos que, a juzgar por el discurso del representante de Un Solo Uruguay, están pidiendo un cambio en la manera de gestionar sus futuras pasividades. Se pide mejorar la gestión de los dineros, ser más específicos y trasparentes con la información. Ya hay un MIDES y un MVOTMA, los aportes deben ser destinados a afirmar y hacer crecer el capital de la futura jubilación, en lugar de ser dilapidados en prestaciones que duplican a las que da el Estado en otras áreas. Otra conclusión primaria es que el PIT CNT representa a la mitad de los trabajadores activos. Esta es una señal a los partidos políticos. Es claro que el noviazgo entre el Frente Amplio y el PIT se ha transformado en algo más formal ya que Fernando Pereira aspira firmemente a ser el presidente de la ya cincuentenaria coalición de izquierdas, llamada o denominada Frente Amplio. Es hora de que los otros partidos también tengan su representatividad en los representantes sociales. El Partido Nacional de alguna manera se encolumnó detrás de USU y otro tanto hicieron los demás partidos de la coalición gobernante, si bien pareció ese apoyo más espontaneo que orgánico. Seguramente es hora de empezar a disputar ese espacio de poder, hasta ahora regalado al Frente Amplio. El director Social electo es el Sr. Ramón Ruiz apoyado por el movimiento Sindical.
En el orden de los jubilados resultó electo Sixto Amaro de la ONJPU, Organización Nacional de Jubilados y Pensionistas del Uruguay, quien hace más de diez años que ejerce el cargo y cuyo discurso se centra en la obtención de viviendas para jubilados, como bandera principal, aunque sin ser exclusiva. Amaro es un sindicalista del a industria frigorífica de notoria filiación de izquierdas que ejerció representatividad de la CNT en el exterior y ante la OEA, durante sus años de exilio. Obtuvo el 45 % de los votos mientras que Virginia Vaz de USU obtuvo el 36 % y Héctor Morales el 7 %. Es claro que Sixto Amaro contó con el Apoyo del PIT, mientras Vaz es la novel candidata de USU y Morales representa a una coalición de tendencia más radical izquierdista. La discusión de los candidatos se centró en la forma de gestión de los recursos del BPS. Para Virginia Vaz, la emergente candidata que recoge 4 de cada 10 votos contra 5 cada 10 de Amaro, hay que hacer una auditoría profunda a la gestión de los dineros recaudados. Mientras Amaro habla de los centros turísticos del BPS para jubilados y en las operaciones de cataratas realizadas, Vaz se proyecta a futuro y apuesta a la especificidad de la función del BPS y a la mejora de la retribución por un ahorro en gastos de segunda o tercera prioridad. En este orden de Jubilados Amaro ganó en Montevideo, Canelones y San José. En los otros 16 departamentos ganó Virginia Vaz. Habrá que analizar muy bien lo que significa esta caída de la ONJPU en el interior. Queda claro que fue decisivo para el triunfo de Amaro contar con el Apoyo del Plenario Intersindical de Trabajadores cuya influencia en la ONJPU se ha hecho sentir más en esos tres departamentos, como primera conclusión a Priori. Es una victoria con sabor a derrota.
En el orden empresarial es donde se ha producido el mayor cambio al resultar electo el Candidato de USU. Efectivamente José Pereyra con la Lista 26 obtuvo más de 70000 votos contra 45000 de Marcelo Ríos con la lista 22. Ríos era apoyado por el PIT CNT, pero, además contó con la adhesión de las principales cámaras empresariales del país. Pereyra en cambio obtuvo su apoyo del movimiento social autoproclamado de dos o tres años de existencia que se iniciara en Salto y se consolidara con el Duraznazo, llamado hoy Un Solo Uruguay y al que adhiere un amplio sector de personas republicanas del interior del país, sobre todo del Partido Nacional y de Cabildo Abierto. Este orden nuclea el conjunto de todas las empresas del País, más del 97 % son pequeñas y medianas empresas y por cada empresa vota un solo delegado. Son unas 200000 empresas aportantes que son el sostén económico del BPS por su aporte patronal y por ser los que generan los puestos de trabajo por los que aportan los activos. Se trata del sector emprendedor, el motor de la república. Pereira es además el presidente actual de la Cámara Empresarial de Maldonado y forma parte de la Dirección de la Cámara Regional de Empresarios y Comerciantes del Este. El discurso de Pereira tiene el mismo contenido que el de los otros candidatos de USU. Lo que hay que mejorar es la forma de gestionar los recursos cuantiosos que maneja el BPS y la forma de lograrlo es bajando costos mediante la necesaria racionalización de la estructura y al concentrar el banco en su tarea específica, generar y gestionar los capitales que permitan pagar mejores jubilaciones. Para Oscar Botinelli en una intervención del día posterior al de la elección en el informativo VTV noticias, el resultado en el orden empresarial representa un claro rechazo a las políticas de gestión de recursos actual del BPS. Botinelli destacó también un hecho para él muy significativo que en el orden empresarial USU gana en los 19 departamentos del país. Botinelli afirma que se rechaza lo actuado por los 15 años del frente y por los dos de la actual conducción política coaligada. El mensaje parece claro, el sector productivo no soporta más cargas impositivas ni sociales y está dispuesto a dar la batalla por su supervivencia. La crítica principal es hacia los intereses que se cobra a las empresas por la mora en sus aportes, a los que se considera una virtual usura, según palabras de Pereyra, lo que lleva al pequeño empresario que no cuenta con asesoramiento legal ni contable adecuado a sus intereses, a cerrar su proyecto. El Uruguay está matando a su sector productivo. La crítica se centra en los 15 años de gobierno del Frente Amplio y se advierte que en los meses que lleva el nuevo gobierno, no ha habido cambios positivos. Sin duda que la pandemia debe haber condicionado el accionar del gobierno sobre estos temas, ya que fueron manejados entre los argumentos de campaña para solicitar el voto de la ciudadanía.
En definitiva, se dibuja un nuevo mapa político que hace emerger a USU como representante del sector productivo mayoritariamente radicado en las pequeñas empresas del interior del país que están alejadas de la zona de mayor influencia del PITCNT. El Plenario puede verlo como un triunfo a sus intereses, pero en todo caso con un importante declive. Las reivindicaciones de USU vienen por el lado de la eficiencia de gestión y la trasparencia. Se busca cambiar la cabeza, no se manejan fondos para gastar sino dinero de cuentas de inversión que deben ser colocados al mejor rango de ganancia posible y en las decisiones deben participar los interesados. Los partidos políticos coaligados deberían seguir el camino del Frente Amplio en el sentido de no regalar ningún centro de apoyo social y seguir generando participación ciudadana más directa en el mundo del trabajo, pero también en el mundo sindical y en el educativo. El Frente ganó base de votantes, muchas veces por ser el único presente: en el campo del BPS, como en el de las ollas populares o las vacaciones para sectores carenciados, esa es una receta muy Gramsciana pero ya demasiado conocida y no puede ser exclusiva. Hay sectores sociales antes no representados que toman la iniciativa para defender sus derechos y sus valores.
Las elecciones del BPS pueden ser vistas como el punto de ruptura de la quietud política de los sectores más tranquilos de la población, esos que participaban desde el trabajo y desde el cumplimiento de las leyes. Hoy y cada vez con más fuerza se comienza a escuchar la voz de las mayorías silenciosas. Deseamos entonces buena gestión a los nuevos directores y esperamos por ellos y su sensibilidad social que mucho está haciendo falta, no para dar regalos, sino para crear condiciones de desarrollo sostenible.
la elección mas sin sentido y con gasto del dinero del pueblo absolutamente innecesario , no aportan nada a sus representados si cobran buen sueldo .-
Voy por los jubilados que es el sector que me corresponde, este Sixto Amaro en que nos ha ayudado para que a los jubilados no se nos descuente ni un peso de las jubilaciones?? EN NADA, jamás escuche una campaña encabezada por el en esta.-