Amigos, tras unos días de serena reflexión, es necesario hablar fuerte y claro.
El pasado domingo nos libramos de dos pesadillas, la posibilidad de que el FAPIT ganara en primera vuelta y el plebiscito de la seguridad social, que amenazaba con sumirnos en el caos.
La votación por encima de los esperado de Delgado despertó en muchos de sus seguidores un triunfalismo peligroso. Hemos ganado la primera batalla, pero nos queda la más difícil, no es derrotismo, es situarse en la realidad para actuar en consecuencia.
El FA ya gobernó tres veces, por lo que mucha gente siente que da más o menos lo mismo unos que otros. Lo que no están tomando en cuenta es que este ya no es el FA, es el FAPIT, o incluso el PITFA, sin Vázquez, sin Astori, con un ala moderada sumida en la esclavitud del MLN y el PCU.
No, no es lo mismo, y es importante resaltar las diferencias para entender la importancia de tener un rol activo en el tiempo que nos queda. No podemos ser meros espectadores, debemos ser activos defensores de los valores republicanos, de la libertad que gozamos y arriesgamos perder. Es necesario demostrarle a quienes piensan que da lo mismo, que no, no da lo mismo.
La situación es crítica, en 2004 Vázquez ganó en primera vuelta, en 2009 sumó 6,7% entre primera y segunda vuelta, 8,7% en 2014 y 10,2% en 2019, si fuera una progresión matemática sumaría más de 12% en 2024. No lo es, las circunstancias son otras, pero aun con el más pobre de los repuntes, 6,7% tendrían ganado el balotage. Analicemos con detalle el más reciente, el de 2019.
La explicación más factible del repunte de más de 10% es que muchos votos de Cabildo y Sartori eran prestados y en segunda volvieron a la izquierda, es el voto Pacheco/MPP, una población flotante, en parte de bajos recursos, que explica la tibia votación colorada de ese año 12,8%.
Es claro que el 1,4% del PERI fue casi todo a ese 10% y quizás algo, casi nada, de Mieres y Novik, la mayor parte, seguramente cerca de 8%, son esos flotantes ExPacheco/Cabildo/Sartori que en primera de 2024 se llevó en parte Ojeda y quizás un poco los partidos menores y Salle.
Así las cosas, hundido Cabildo y desaparecido Sartori, esos mayormente excolorados volvieron de la mano de Pedro y Ojeda, pero todos conocemos votantes de Ojeda que dicen que en segunda no van a votar a Delgado, en buena medida por antipatía con Ripoll, el gran error de los blancos de 2024.
Partiendo del 44%, creo que el núcleo duro que quedó en Cabildo (2,5%), el 0,5% de Lust, el PAR, el PCN, los anulados y en blanco, van a sumarle muy poco, casi nada, como mucho 0,2%, pero si suma 0,4% del PERI y 0,4% de Asamblea Popular y un valor indefinido del 2,4% de Salle. Dado su origen contestatario y del FA extremo, con un discurso populista y anti ricos, quizás la mitad o más, lo cual sumado a PERI y AP daría poco más de 2% adicional al 44% inicial, todo esto, claro, con matices.
A ese 46% hay que sumar parte de ese 8% de flotantes, que en principio son más de izquierda que otra cosa, bastaría que fueran algo más de 4% para darle la victoria final al PITFA. Tenemos el antecedente de que eso pasó en los balotages de 2009, 2014 y 2019, nunca menos de 6,7%.
El panorama es oscuro, por lo que insisto en la necesidad de tomar un rol activo (aunque siempre respetuoso) para con aquellas personas que dicen que votarán en blanco, anulado o incluso FA. Argumentos no faltan, a la incapacidad notoria de Orsi y los cargos que pesan sobre Cosse en relación a la estafa del Arena, se suma que las pésimas administraciones municipales, ineficaces y corruptas, hablan por sí solas. Impresentables es poco, una resentida avivada y un títere ridículo que dan vergüenza ajena, pero lo peor es lo que tienen atrás, Pacha, Andrade, Constanza, la heladera Olivera, Obaldía, Amado… y todo el PIT, Abdala, Pereira y una larga lista de ñoquis parásitos.
Este PITFA ya no es moderado, se abraza con dictaduras criminales como la de Venezuela y Cuba, que llevaron al primero, de ser la cuarta economía mundial, 4 veces más rica que Japón y 12 veces más rica que China antes de Chávez, a una diáspora de gente al borde del hambre, y al paraíso del planeta, Cuba, a transformarse en el infierno, ya casi sin luz ni agua, con más de 90% de pobres, cuando en 1958, antes de los Castro, era la segunda economía de América luego de USA. Para muestra dos botones, eran el primer exportador de caña de azúcar del mundo y hoy la importan, la base de su dieta proteica actual es pollo, pero no son capaces de criarlos, los importan de USA. A eso nos quiere llevar el PITFA, no lo digo yo, lo dicen Abdala, Pereira y el Pacha, no lo ocultan.
Hay que entender que tuvimos un FA dirigido por un Dr., con un manejo económico moderado de Astori, pero hoy el PITFA se pasa por las partes el resultado del plebiscito, como ya lo hizo con los dos de la Caducidad, y se propone nacionalizar las AFAPs, ya Abdala dijo que lo harán de todas maneras… Y PUEDEN LOGRARLO, tienen mayoría en el senado y con un solo voto prestado en diputados lo pueden aprobar, Salle les presta dos, lo gritó hasta el cansancio en la campaña.
Como dijo Churchill, “Si pones comunistas a cargo del desierto del Sahara, en cinco años habrá escasez de arena” y siguiendo con el mismo “el socialismo es la filosofía del fracaso, el credo de la ignorancia y la prédica de la envidia, su virtud inherente es la distribución igualitaria de la miseria” Venezuela y Cuba, no son casualidades, son solo casos extremos, perder la libertad en manos de una tiranía de la que es muy difícil salir es lo que nos espera si no reaccionamos a tiempo.
Podemos hacerlo, es necesario que se tome consciencia y sobre todo que se esparza la consciencia de que el 24N es un momento crucial de nuestra historia. He sido fuerte crítico de las tibiezas de este gobierno de Coalición, no es secreto para nadie que Ripoll no me gusta ni un poquito, pero votaré la dupla con Delgado con pleno convencimiento con tal de no caer en algo mucho peor. Mirar para otro lado no es opción, si llegan a ganar, estaremos en el camino de Venezuela, así empezaron.
Nos salvamos del “Zemilla”, zafamos en la pandemia, de la sequía, tenemos una economía haciendo la plancha, que podría estar mejor, pero también podríamos estar huyendo en masa. Este 24N vamos a salvar la República, voto a voto, contra viento y marea, demostremos que tenemos garra, todos juntos vamos a derrotar a quienes nos quieren llevar por el camino del odio y la miseria.
No es la panacea, pero nos deja un futuro sobre el que trabajar, para poder lograr un país mejor. Retroceder no es opción, ya vimos lo que nos dejó, corrupción, ineficiencia, entrega de nuestros recursos naturales, esclavitud financiera, pobreza. Tenemos derecho a un futuro mejor y el deber de dejar un mejor país a nuestros hijos. Por ese futuro, el 24N, nada de en Blanco o anulado, Delgado es la única opción. A dialogar, explicar, convencer, nada podemos esperar si no de nosotros mismos.