Estimado ciudadano,
Hoy enfrentamos una decisión importante. Nos encontramos ante dos opciones políticas: una coalición que busca estabilidad y desarrollo, y el Frente Amplio, que ha dominado 15 años de gobierno en Uruguay. Considerando nuestro futuro como país y el impacto que esta elección tendrá sobre nuestra vida cotidiana, quiero presentarte algunas reflexiones sobre por qué la coalición ofrece un camino más prometedor.
Pero, veamos que hubiera pasado si en las elecciones del 2019, el FA salía electo como presidente, comparemos con la COALICIÓN, construyamos está imaginación y observemos la realidad de un futuro en manos de ORSI como presidente
Primero, hablemos de la economía. Si el FA hubiera ganado en 2019, probablemente estaríamos lidiando con un escenario de mayor intervención estatal y aumento de impuestos. Ya hemos visto en sus anteriores gobiernos cómo esta fórmula de aumentar la carga tributaria afecta a quienes producen, emprenden y generan empleo en el país. La coalición, en cambio, ha enfocado sus esfuerzos en reducir las cargas fiscales y fomentar un ambiente en el que la inversión y el trabajo puedan prosperar sin ser ahogados por una presión tributaria constante.
La deuda pública es otro punto fundamental. Bajo un gobierno del FA, posiblemente habríamos visto un aumento en el endeudamiento externo para sostener programas de gasto público insostenibles en el largo plazo. Esto es pan para hoy y hambre para mañana: una economía con alta deuda es una economía limitada, con menos recursos para educación, salud y seguridad. La coalición, en cambio, apuesta por un manejo fiscal más responsable, buscando reducir la deuda y asegurar un futuro económico estable para todos los uruguayos.
El mercado laboral también podría haberse visto afectado. La cercanía del FA con los sindicatos ha llevado en el pasado a regulaciones que, aunque bien intencionadas, afectan la flexibilidad laboral y la creación de nuevos empleos. Este tipo de rigidez perjudica especialmente a los más jóvenes, que necesitan oportunidades reales y accesibles para ingresar al mercado laboral. La coalición se ha enfocado en crear un entorno en el que las empresas puedan contratar más y en el que cada uruguayo pueda encontrar oportunidades, independientemente de su situación actual.
Por último, el enfoque ideológico. El FA, en sus últimos años de gobierno, ha insistido en una narrativa de conflicto y división, un discurso que parece más propio de los años 70 que de las necesidades del Uruguay actual. En cambio, la coalición apuesta al diálogo, la conciliación y la búsqueda de consensos, no desde el conflicto, sino desde la cooperación. Necesitamos un gobierno que vea hacia el futuro y trabaje en conjunto para construir un país mejor.
En conclusión, votar por la coalición es votar por un futuro de mayor estabilidad y esperanza. Un futuro en el que no nos ahogue la carga impositiva, no nos limite la deuda y no nos divida un discurso ideológico obsoleto. Apostemos por el cambio, por un país donde todos podamos avanzar y prosperar.
Hoy, tu voto puede ser la diferencia. Construyamos juntos un Uruguay más próspero y unido.
Con esperanza y determinación,
Roberto Alfonso Azcona