Anochecía en el Cerro de Montevideo y el Prof. Robert Silva se retiraba de una entre cientos de reuniones que viene llevando en el mundo educativo para explicar la Reforma.
Lo esperaba la barbarie afuera. La imitación del fascismo psicoargentino. Ese que siempre nos enorgullecía sentirnos lejos. Hoy es un “copiar y pegar” por parte de algunos colectivos uruguayos.
Insultos, pedradas, patoterismo por doquier y allá entre la multitud convocada, una pancarta hostil que rezaba:
¡FUERA OLIGARCAS DEL CERRO!
No es nuevo esto pero merece análisis. Hay un núcleo duro de resistencia al cambio que es encabezado por Fenapes y cuenta con un grupo de estudiantes del IPA como escudos humanos que se prestan a la acción de barricada y protesta.
Son siempre los mismos y acumulando esfuerzos dan imagen de multitud. Pero son los mismos que van de un lado al otro.
El modus operando es enlodar actos oficiales y robar “cámara”.
Hijos de Yuta!!!!
Recuerdo como dijeron usar esta expresión para referirse al Presidente de la República en un acto en Florida.
Pero volviendo al Cerro anoche la barra brava del IPA masajeo un elemento adicional. Del más puro fascismo se apeló al sentimiento del odio de clase. Se apeló a la inexpugnabilidad de un barrio al que la patota dominante no permite que nadie ajeno pueda ingresar a él. El CERRO es Pueblo y el Pueblo es el FA o lo cercano al FA. El resto: NO ENTRA ACA.
Y Robert Silva les duele. Propone la reforma de la educación. Viene “de abajo” además. Más les duele. Fue gremialista y pide transformar la educación para convertir a los grises en personas útiles a si mismo y a la sociedad. Y eso es imperdonable.
Robert es la oligarquía aunque no lo sea. Robert representa a esa oligarquía tan rara sustentada en la mayoría en las urnas.
Para el fascismo de esos proyectos de docentes “rebeldes sin causa” la reforma es funcional a la oligarquía.
En cambio ellos, el PUEBLO (hoy minoritario en las urnas) son los iluminados que insistirán en que las aulas uruguayas sean formadoras del “hombre nuevo”. Un educando idiotizado que supuestamente se forma para salvar el mundo de las fauces del capitalismo.
Los famosos “hijos de yuta” no pasarán. Tal como alguna vez leímos en Francia luego devun brutal atentado:
”todos somos Charlie Hebdo”. En Uruguay los demócratas hoy vamos a gritar a viva voz:
“Todos somos Robert Silva”
Jrpuppo