He culminado la lectura de un estupendo libro titulado: Hermanos de Sangre-Alfredo Campos una biografía política 1938-1946 (SB- Buenos Aires 2023), y ello me impele a compartir brevemente su contenido y recomendar su lectura. Su autor es el Cnel (R) Eduardo Porciúncula (Licenciado en Ciencias Militares y Magister en Historia), quien ha tenido una destacada carrera militar en el país y en misiones de paz en el exterior y hoy desempeña la docencia en Historia en distintas Escuelas de las Fuerzas Armadas. La obra que comentaremos nació de una tesis de Maestría de Historia, defendida en la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad de Montevideo en el año 2022. Lo sobresaliente del libro es que el autor, luego de una prolija investigación en diversos archivos, rescata la figura del Gral Arq Alfredo Campos (1880-1970), quien fue uno de los Oficiales Generales del Ejército Nacional más relevantes en la primera mitad del siglo XX, el cual, por lo menos en el ámbito civil al que pertenezco, estaba totalmente invisibilizado, en particular en su labor política. Dicho Soldado luchó en filas gubernistas durante las revoluciones de 1897 y 1904 y en los levantamientos de 1903 y 1910, egresó como Alférez de Artillería de la Academia General Militar (Escuela Militar) y ya como General de Brigada presidirá la delegación uruguaya en la Comisión Militar Neutral de 1935 que luego de arduas negociaciones logró la paz en la Guerra del Chaco entre Paraguay y Bolivia. Años después estrecharía los lazos de camaradería entre los ejércitos de ambos países. Cuando Paraguay en 1939 entregó los restos del soldado artiguista Manuel Antonio Ledesma y ellos fueron depositados en una urna en el Salón de Honor del Regimiento de Caballería Nº:1 Blandengues de Artigas, propuso su traslado al Panteón de los Servidores de la Patria del Cementerio Central. Fue Ministro de Defensa Nacional del Presidente Gral Arq Alfredo Baldomir del 19/6/1938 al 23/2/1940; Consejero de Estado del 9/3/1942 al 13/2/1943 y retorna como Ministro de Defensa Nacional durante la Presidencia del Dr Juan José de Amézaga del 1/3/1943 al 24/6/1946. Paralelamente a su carrera militar, estudia arquitectura y se recibe de Arquitecto el 31/12/1906. Su obra como Arquitecto es extraordinaria: reconstrucción de las Fortalezas de Santa Teresa y el Cerro con su museo militar, Fortín de San Miguel; Casa de Lavalleja, Casa de Rivera, Edificio del Cabildo y Barrio Histórico de Colonia del Sacramento. Proyectó la sede del Banco de Seguros del Estado y de varias de sus sucursales. Promotor de las obras de los aeropuertos de Carrasco y de Laguna del Sauce; sede del Centro Militar y ampliación del edificio del Hospital Militar entre otras muchas, a lo que debemos agregar 163 obras particulares algunas de ellas en colaboración con su hijo arquitecto. Fue docente universitario, miembro de asociaciones de arquitectos del país y del exterior. El autor con decantada didáctica y amenidad saca del olvido historiográfico, un período (1938-1942) de excelentes relaciones políticas y militares con la República Argentina, que coincidió con la Presidencia del colorado independiente Alfredo Baldomir en Uruguay y del radical antipersonalista Roberto Ortiz en Argentina. A su vez en dicho período el Gral Alfredo Campos fue Ministro de Defensa de Baldomir y el Gral Carlos Márquez fue Ministro de Guerra de Ortiz, ambos pertenecían al arma de artillería, y los unía una gran amistad, al grado que entre ellos se distinguieron mutuamente, en oportunidades separadas, con el obsequio de espadas, con todo el simbolismo que ello implica en la vida militar. Delegaciones de militares uruguayos concurrieron a Argentina y delegaciones de militares argentinas concurrieron a Uruguay en un intercambio profesionalmente enriquecedor. Cabe consignar que luego del trágico accidente aéreo protagonizado por una aeronave militar argentina en Itacumbú (Dpto de Artigas), donde perecieron todos sus ocupantes un 9 de enero de 1938, el Gral Campos en coordinación con militares argentinos impulsa la erección de un monumento recordatorio de la tragedia el cual se inauguró el 9 de enero de 1939 con la presencia de ambos Ministros. En agosto de 1939 el Presidente Baldomir con una delegación visita Buenos Aires, por el lapso de cinco días, donde es recibido por el Presidente Ortiz y su gabinete con extraordinarias muestras de afecto y cortesía. Mucho se han resaltado las malas relaciones políticas y militares con la Argentina entre 1943 a 1955, pero se ignoran las buenas relaciones entre 1938 y 1942. Al Gral Campos como Ministro de Defensa Nacional, en área de su competencia, le tocó enfrentar la compleja situación que generó el arribo al Río de la Plata del acorazado de bolsillo alemán Graf Spee, defendiendo la condición de neutral del Uruguay conforme al Derecho Internacional Público. Impulsó las Leyes de Instrucción Militar Obligatoria, Defensa Pasiva y Orgánica Militar, enfrentando los prejuicios de calificados políticos y de una opinión pública renuente a tomar conciencia del grado de vulnerabilidad militar en que se encontraba el país durante la segunda guerra mundial. Junto al Canciller Ing José Serrato enfrentó la interpelación en junio de 1944 del Senador herrerista Eduardo Víctor Haedo por el tema de las Bases, saliendo airoso y dando muestras de profundos conocimientos. Fue un firme defensor de la causa aliada y de los valores democráticos que estaban en juego. Si bien integró dos gobiernos colorados, nunca estuvo afiliado a dicho Partido, siempre se sintió como un militar con responsabilidades políticas para con la Patria. El libro, con sus abundantes anexos documentales, rescata la vida y la obra de un Soldado, que como él se lo propuso, hizo de su profesión un sacerdocio y de la disciplina un evangelio.
