No tengo preferencias politico-partidarias ni sigo ideologías, pero a veces me llama la atención el accionar de ciertas figuras políticas y la labor de algunos de nuestros analistas tratando de explicar como y por que llegan a la arena pública.
Manini Ríos es una de ellas.
Se han escrito cientos de páginas respecto a como llegó a ser político siendo militar, pero no aparece el perfil de como es su forma de ejercer su nueva función, la de político, rol no ajeno a su familia, de tradición colorada y riverista.
Su abuelo, un tío y su padre cumplieron diversas funciones en el gobierno, por lo que no carece del llamado «capital político».
Y por ahí leemos: «por ser militar, es de derecha». O expresiones tales como: » es un enigma «.
O frases maliciosas: «es la piedra en el zapato del sistema político».
Y es que el «medio ambiente político» se presta a las artimañas, a provocar escándalos y «ajustes de cuentas» entre sus miembros y surgen opiniones muy diferentes, no siempre elogiosas.
Pocas veces se le reconoce algún logro, sino más bien los errores, para de paso, criticar al Ejército Nacional y a la llamada «familia militar», de la cual provienen sus votos, según los analistas.
Pero nadie ha dicho que como figura nueva en un escenario tan complicado , supo ganarse un lugar y acciona con una herramienta que los demás políticos no usan: la Estrategia, herramienta previa al plan, que se formula y desarrolla a partir de aquella y persigue objetivos de largo plazo.
Su formación militar le dio una base de análisis aplicable en cualquier situación: manejar «la peor posibilidad» y planificar sus acciones con «escasos recursos».
Mientras otras figuras políticas apuntan a tan solo «ganarse el pan» con acciones tácticas de corto alcance, dentro de lo que ahora llaman «zona de confort» dentro de su partido, Manini hace lo inverso. Realiza «acciones estratégicas» a nivel partidos políticos, instituciones y corporaciones y sus objetivos tienen mayor alcance, tratando de lograr «políticas de Estado» y no tanto «políticas de gobierno».
Aunque atiende todos los frentes del quehacer político, apunta en grado sumo a los problemas sociales de la ciudadanía, la educación en particular.
Su actitud serena ( a pesar de provocar antipatía en el público) le brinda el estado espiritual necesario para llevar adelante una negociación en todo tipo de conflicto.
Eso tal vez eso sea producto de sus años de Servicio en misiones de paz (en la frontera Iran- Irak y Mozambique), en las que se adquiere gran experiencia, como «negociador» y también como «mediador».
Decíamos que se lo cataloga «de derecha» por ser militar. Pero también se lo llega a ver como «de izquierda» por haberse acercado a algunas figuras y organizaciones de ese sector.
¿Manini es de izquierda o de derecha? Más bien es un hombre pragmático que piensa o actúa dando prioridad o mucha importancia a las consideraciones prácticas y no a la teoría o a la especulación.
No se ata a ninguna ideología cuando se trata de lograr un objetivo.
En mi opinión, sus partidarios deberán acostumbrarse a los cambios de rumbo que puede tomar su líder en el futuro, ya sea en la «derecha» como en la «izquierda».
Por otro lado, es historiador, y como tal está en condiciones de analizar el pasado, traerlo al presente y proyectarlo al futuro. Eso es Prospectiva para observar a largo plazo el futuro y alcanzar de mayores beneficios económicos y sociales».
¿Es Manini Ríos la «piedra en el zapato» del todo el sistema político uruguayo?.
Así parece serlo cuando se enfrenta a las » vacas sagradas» de nuestro sistema político, que consideran intocables sus opiniones y conceptos, como algo que debe ser respetado y no movido de su sitio.
¿Puede desaparecer Cabildo Abierto sin Manini? ¿Se atan tanto uno con el otro? Eso depende del accionar de la llamada «coalición «, a la cual Manini no parece atarse de por vida, si no le conviene. El tiempo dirá.