Autor: PLUMA BLANCA
¡La respuesta que se impone es No!
¡La realidad muestra tristemente que sí los hay!
No debería haberlos, pero los hay. La razón para afirmar que no podría haber prisioneros políticos es porque Uruguay es una de las 21 naciones del Globo que es considerada Democracia Plena.[i]
En una democracia las personas son respetadas en sus creencias y opiniones y hay vigencia total de las Instituciones democráticas, es decir de sus tres poderes soberanos e independientes. Hoy la imparcialidad en la justicia y la competencia técnica del Poder Judicial están en entredicho, al decir de algunos importantes referentes de opinión, y no me asombraría que cayésemos de categoría en lo que a Democracia se refiere, para el próximo índice Global de ¨ The Economist¨.
¿Porqué me animo a decir entonces que los hay?
Porque hay una asociación denominada ¨Reconciliación Nacional¨ y otra denominada ¨Asociación Toda la verdad¨ y una tercera de Familiares de Presos Políticos, entre muchas otras, que están reclamando su liberación inmediata y porque luego de leer y escuchar sus argumentos me parecen ajustados a derecho y perfectamente de recibo.
Porque hay una asociación civil integrada por miles de uruguayos y cuyo número crece día a día, llamada ¨Foro de Montevideo¨ que reclama por la flagrante violación a los derechos de los encausados presos en Domingo Arena y Coraceros, y que luego de analizados, resultan más que valederos.
No hay aquí mentiras ni tergiversaciones, no hay exageraciones ni ocultamientos. Hay cosas mal hechas que deben ser subsanadas por vergüenza nacional, y la justicia en su más amplio sentido, no admite dilaciones. Al respecto me adentraré brevemente en el análisis de las razones de estas afirmaciones de la mano de algunos referentes de opinión de los muchos que hoy alzan su voz informada e indignada, sobre un tema que pone en juego el buen nombre del país.
Tal vez nadie resuma mejor los términos que la escritora Mercedes Vigil, quien dijo, en ocasión de la entrega de una carta firmada por más de 1000 ciudadanos del Foro de Montevideo al Sr. Presidente de la República pidiendo la liberación de los ciudadanos presos en Domingo Arena, y transcribo:
¨la carta tiene como fin último volver al Estado de Derecho, volver al respeto al referéndum y al plebiscito, volver a defender el Código Penal. Entendemos que los presos de Domingo Arena son presos políticos porque están por fuera de la aplicación del derecho penal, de la Constitución y de la Carta de Roma¨[ii]
La escritora hace referencia a principios inalienables del derecho que han sido vulnerados en estos procesos, como la irretroactividad de la ley, la improcedencia de la privación de libertad cuando no hay condena, los procesos para configurar la prueba, entre otros fundamentos clásicos que están consagrados en el propio Estatuto de Roma que es usado como fundamento de los delitos de Lesa Humanidad. Estos delitos entraron en vigor en el Uruguay en el año 2006. La constitución consagra la igualdad ante la ley, que en este caso está siendo groseramente vulnerada.
Otro referente es el Dr. Eduardo Aranco, integrante de la Suprema Corte de Justicia desde hace más de diez años. Se trata de un militar retirado que es doctor en derecho y ha sido confirmado por tres gobiernos consecutivos, dos de ellos del Frente Amplio. En una nota publicada en el semanario Búsqueda el coronel Aranco se refirió al tema en estos términos, tomo algunos pasajes de la nota que me parecen capitales para el tema que nos ocupa:
¨El tema es político y por lo tanto la solución es política y debe instrumentarse por ley, interpretando en forma clara y definitiva las normas referidas a la prescripción, para terminar con la inseguridad jurídica…
…Tiene que ser una ley interpretativa de las normas de prescripción que actualmente rigen en el Código Penal. Por ejemplo, dejar bien claro que por delitos que ocurrieron hace 40 años, personas que están totalmente integradas a la sociedad y que viven en paz, no se perfilan como peligrosos…
…No hay seguridad porque, como dice el profesor Galain Perdomo, en Uruguay se está haciendo una interpretación analógica y extensiva de la ley penal, algo que va contra los principios jurídicos ya que la interpretación de las normas penales tiene que ser estricta y no extensiva y por analogía…¨[iii]
También habla Aranco de la irretroactividad de la ley Penal. En definitiva, se pide que un tema que fue solucionado con dos leyes de amnistía, para ser breve, a la uruguaya y ratificado por dos veces en sendas votaciones confirmatorias de la voluntad soberana del pueblo en 1989 y 2009, con 20 años de distancia y en gobiernos de diferente ideología política, sea solucionado políticamente. Se pide que se haga mediante una ley interpretativa que fije los criterios a seguir, consagrando los principios penales que están siendo vulnerados como los de irretroactividad de la ley penal, la aceptación como prueba de opiniones vertidas por personas que se pusieron de acuerdo previamente y reconocen a su agresor por el color de los ojos o el tono de voz; que los jueces ni los fiscales pueden tener interés directo en las causas, etc. Se trata de devolverle a la Justicia el lugar que debe tener entre los poderes del Estado. Su estatura de imparcialidad y competencia técnica hoy está en tela de juicio y los uruguayos nos merecemos una democracia plena que esté acorde con nuestros antecedentes y nuestra historia.
Además de Mercedes Vigil y Eduardo Aranco una tercera figura se ha sumado a la discusión sobre la necesidad de reestructura del Sistema Judicial, La Senadora Graciela Bianchi. En una entrevista que salió en la prensa radial y televisada[iv], en estas primeras semanas del año, la senadora dijo que quiere volver al Sistema Judicial autónomo e independiente, con gran capacitación de los jueces que siempre fue un orgullo para el Uruguay y que hoy denota su carencia.
Luego la senadora se refirió a los problemas que presenta la fiscalía, diciendo que es un asunto estructural, y para ejemplificar habló de una visita que realizó al parlamento la Cátedra de Derecho Procesal de la Udelar, en el mes de diciembre pasado, donde expusieron los tres integrantes de la misma, y da sus nombres ( Ver referencia al final) que el Código de Proceso Penal debe ser hecho enteramente de nuevo, que no admite retoques y se refirió a una charla con uno de sus redactores , el Dr. Jorge Cheriac, que según consigna la Senadora, le dijo que se habían equivocado con el Código de Proceso Penal y que debía ser revisado. Además, la senadora Bianchi dijo, a propósito de declaraciones del Fiscal de Corte, que las mismas son preocupantes, porqué ni la educación ni la Justicia pueden estar atravesadas por ninguna ideología. La entrevista es extensa y muy rica en contenidos conceptuales y queda la referencia al pie. La misma nos deja una idea de la urgencia de la acción correctiva en este poder del Estado. Porque se trata de una incidencia cotidiana y actual, porque afecta la vida de muchos uruguayos y porque hace a la calidad de nuestra democracia.
Respecto del tema de la infiltración cultural por parte del marxismo en las democracias, que subyace todo lo que analizamos como lo explicita el Foro de San Pablo, he creído oportuno traer una cita del Profesor Fatorusso al respecto. Se trata de un reconocido ensayista, autor y conductor del conocido programa radial ¨Biblioteca Sarandí¨, que tanto nos ha ilustrado en los últimos 30 años, desarrollando una encomiable labor de diseminación de temas y autores filosóficos, literarios y políticos que son básicos en la sociedad occidental grecolatina judeo cristiana, a la que pertenecemos. Dice Fatorusso:[v]
¨En Uruguay la cultura es básicamente marxista, y en algunos grandes sectores abiertamente stalinista. En este desdichado rincón del mundo no tiene hegemonía, sino poder absoluto. Los cuatro niveles de la enseñanza le pertenecen, desde la tierna educación inicial hasta los más altos posgrados universitarios, pasando por los que elaboran programas, dictan clases, escriben los apuntes, copian los apuntes, participan de congresos, seminarios, asonadas y asambleas. La mayoría de los medios de comunicación masiva, cínica y previsoramente, secundan los fines de la izquierda en materia cultural y de interpretación histórica. Los gobernantes de la mayoría son penosamente obedientes a las determinaciones neomarxistas en materia de educación sexual de los niños, de interpretación histórica, de relaciones sociales, de olvido y desprecio de los pronunciamientos soberanos. Para entendernos: el sistema de legitimación cultural en Uruguay es marxista por fuera y por dentro. La guerra psicopolítica la ganó la izquierda y los regocijados políticos que no son de partidos izquierdistas acaban por ser funcionales a tiempo completo de la gran jugada estratégica montada por el marxismo. Tienen miedos, tienen reparos patéticos, remilgos y fatales distracciones que le dan tiempo y ventajas al enemigo; peor aún: consideran que el enemigo ni siquiera es enemigo, que es un mero adversario. Y notoriamente sabemos que no es así; el enemigo es enemigo y está juramentado a destruir nuestro sistema de vida y nuestros valores. Están despistados desde 1985. O desde mucho antes. De esto es muy difícil regresar. ¨
Alejándole un poco, pero tan solo un poco de esa aseveración final de mi eximio y estimado profesor Fatorusso, quiero creer que no puede ser tan difícil regresar de la infiltración marxista. Elijo ser optimista y hago un llamado a la reflexión y a la acción. Ya lo que había para decir se dijo. El resto está en manos de nuestros representantes y en las nuestras al votar, al hablar, al dar la cara. Es preciso, es de justicia y se impone hacer una ley interpretativa que pare la venganza disfrazada de justicia en que se ha convertido nuestro sistema judicial, hay que iniciar la reestructura legal, de códigos y de personas para que impere la racionalidad democrática otra vez en el sistema judicial uruguayo.
Hace unos meses nuestro presidente Lacalle Pou le contestó a Diaz Canel, sucesor de Fidel y Raúl Castro, en la CELAC, de manera magistral que todos celebramos, que por suerte en Uruguay la oposición puede juntar firmas. Me permito corregir que no fue solo la suerte que lo permitió, sino el sacrificio de personas civiles, policías y militares que arriesgaron su vida para vencer al enemigo subversivo coordinado desde Cuba a través de la Asociación Latinoamericana de Solidaridad y su predecesora la tricontinental socialista, sin cuyo accionar hubiéramos sido la segunda Cuba, como ellos querían. Algunos de esos servidores públicos, a quienes debemos la libertad que gozamos, viven hoy en su séptima u octava década y están injustamente presos por razones políticas más que jurídicas y por eso decimos que en Uruguay en 2022 si hay prisioneros políticos. Todos tenemos derecho a un juicio justo y éste, a todas luces, no es el caso.
[i] https://www.elobservador.com.uy/nota/democracy-index-por-que-uruguay-es-la-unica-democracia-plena-de-sudamerica-202221222140
[ii] https://970universal.com/2021/11/09/mercedes-vigil-entrego-carta-al-presidente-y-dijo-que-entre-los-3-500-adherentes-hay-gente-del-mln/
[iii] https://www.busqueda.com.uy/Secciones/-No-hay-seguridad-juridica-para-los-militares-enjuiciados-por-violaciones-a-los-derechos-humanos-en-la-dictadura-uc48359
[iv] https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=10227962807760396&id=1378583373
[v] https://www.elpais.com.uy/sabado-show/rodolfo-fattoruso-cultura-uruguay-stalinista.html
Mi reiterado comentario es que estas indiscutibles razones que merecen fuertes y largos aplausos , difícilmente lleguen a quienes no tienen forma de llegar a leerlo y menos a entenderlo.
A los oídos y cerebros de esa gente ( que también vota) es a la que deberían llegarle aquellos que dicen ser representantes del » PUEBLO VERDADERAMENTE DEMÓCRATA .