En tiempos que poner una etiqueta a los políticos, dónde eres de izquierda, de derecha, liberal o extrañas combinaciones y extremismos, el votante promedio a renunciado voluntariamente a profundizar en los significados de esas clasificaciones.
Se ha consolidado la idea de que todo pensamiento a mi izquierda es ZURDO y todo a mi derecha es FACHO, dando simpleza a las preferencias electorales y una clasificación a los enemigos ideológicos
Seguramente estarán los que se sienten identificados con la importancia histórica de los partidos tradicionales y sus contribuciones a la política, tampoco faltarán aquellos que ven en el pensamiento progresista, las soluciones de futuro y en ambos casos, convencidos de sus argumentos, votarán ciegamente sus partidos.
Tenemos un panorama donde no importan la seriedad de las propuestas y si de quién las propone, transformando el voto en una acción automática, en una reacción de respuesta por una publicidad simple.
Ante esta situación nace una nueva forma de hacer política, que rechaza ser encajonada en una clasificación que ha perdido significado, sin atarse a conceptos o ideas rígidas, entendiendo que la política es dinámica y exigente en el mantenimiento de los principios y valores, rechazando los extremos y moviéndose en el razonamiento y la lógica de la construcción, en el presente, de las bases de una sociedad más justa y solidaria.
Sin la rigidez de estar atado a una visión única, se participa en apoyar al gobierno sin olvidar la crítica constructiva, en un equilibrio donde las políticas sociales y económicas están presentes, pero sin convertir a la población en estadísticas que se suman o restan.
Nace así la política independiente, que recupera a votantes desencantados con las políticas y posiciones de grupos dominados por extremismos o que no responden a los desafíos que la sociedad propone.
En un espectro de votantes dónde los indecisos son la clave del éxito o el fracaso electoral, la flexibilidad de la opción del pensamiento independiente se convierte en la única respuesta a la apatía, muchas veces presente y combinada con el desencanto frente a la política y los políticos.
Aquellos que entiendan el significado de la política independiente, de su pensamiento y la aplicación en sus acciones, en la honradez de su propuesta y la utilización de la empatía como la principal herramienta de sus dirigentes, solo ellos podrán ocupar ese espacio que hoy aparece más como una utopía que una realidad.
*Pero existe y doy fé de ello*
Así lo veo
Así lo siento
Así me expreso
Roberto Alfonso Azcona
#RobertEditoriaL