El 29 de julio de 1998 fallecía el ex Presidente de la República Jorge Pacheco Areco, a 25 años de su deceso es una oportunidad propicia para esclarecer algunos aspectos de su vida y su gestión de gobierno, que permanecen sepultados por la estigmatización de que han sido objeto.
Debo expresar que he disentido con muchas de sus medidas de gobierno y fui muy crítico con su exhortación pública, desde Washington, a votar por SÍ en el plebiscito de 1980. No obstante soy un convencido, que el paso del tiempo le dará un sitial muy diferente al que las pasiones le han asignado.
Fue desde su juventud un activo militante batllista, estudió abogacía- aunque no culminó la carrera-, profesor de literatura e idioma español en el Liceo Alemán, funcionario de la Dirección General de Aduanas, reservista durante la segunda guerra mundial, atleta y boxeador- en ambas disciplinas como amateur-, periodista desde 1955 en el diario El Día y Director del citado matutino de 1961 a 1965.
Fue candidato a la Junta Departamental de Montevideo en 1946 y 1954, y a Diputado en 1958 por el batllismo catorcista que lideraban, desde el diario El Día, los hijos de Batlle y Ordóñez: César, Lorenzo y Rafael Batlle Pacheco, de los que era sobrino segundo.
Fue impulsor de la creación de la Unión Colorada y Batllista y de la candidatura de Gestido al Consejo Nacional de Gobierno en los comicios de 1962. En esas elecciones es electo Diputado. Se pronuncia por la reforma constitucional, lo cual determina que los accionistas del diario El Día lo cesen como Director.
Cuando declinan el ofrecimiento a ser su compañero de fórmula diversas personalidades, Gestido no duda en elegir a Pacheco como Vicepresidente. Ante el fallecimiento de Gestido el 6 de diciembre de 1967 asume la Presidencia de la República.
El país se encontraba postrado económicamente, con un decrecimiento de 4,15% del P.B.I, una baja del salario real del 14,88% y una inflación que llegaba al 136% anual. El sistema político mostraba una alarmante atomización, el movimiento sindical y estudiantil reivindicaban la adopción de un conjunto de medidas económicas socialistas, con un grado de beligerancia que comprometía el orden público.
A ello se sumaba, que, al influjo de la revolución cubana, diversos movimientos de izquierda reivindicaban la lucha armada y el M.L.N (Tupamaros) muy golpeado por el accionar policial, mantenía latente un potencial de recuperación táctica, que en los años subsiguientes llegará, a comprometer gravemente la seguridad nacional.
Todos los factores se conjuraban para un cambio revolucionario o reformista, no había espacio para más dilaciones, la bomba económico – social estaba presta a estallar. Pacheco se inclina por una vía reformista para viabilizar una economía social de mercado y para ello intentó un acuerdo con el Partido Nacional, pero no tuvo éxito, al interior del Partido Colorado sólo tuvo el apoyo de su sector político y de Unidad y Reforma. Ante ello el 3 de mayo de 1968 reorganiza su gabinete ministerial dándole ingreso a personalidades provenientes de la actividad privada, en conjunción con políticos.
Ante el accionar de violencia y agitación callejera del movimiento estudiantil y a la paralización de servicios públicos de parte del movimiento sindical, el 13 de junio de 1968 adopta, art 168-17 de la Constitución, medidas prontas de seguridad. El 28 de junio de 1968 dispuso, como medida pronta de seguridad, la estabilización de precios y salarios, que luego fuera convalidada por el art 7 de la ley Nº:13.720 de 16/12/968.
El éxito de las medidas económicas fue notorio, para fines del año 1969 el P.B.I había crecido un 6,79%, el salario real aumentó un 12,16% y la inflación se redujo al 14,52%. No obstante, la oposición parlamentaria no le daba tregua y le impedía avanzar en las reformas pendientes. El 29 de mayo de 1969 la Asamblea General por 76 votos en 124, menos de dos tercios, censura al Ministro de Industria y Comercio Dr Jorge Peirano Facio. Pacheco observa el voto de censura para poner en marcha el mecanismo previsto en los artículos 147 y 148 de la Constitución, que le habilitaban a disolver las Cámaras y convocar a elecciones parlamentarias el octavo domingo siguiente a la fecha de la resolución, pero para ello la censura debía mantenerse por menos de tres quintos.
La Asamblea General el 5 de junio de 1969 vota la censura por más de tres quintos (97 en 127) dado que Unidad y Reforma, vota la desaprobación para impedir nuevas elecciones, sin perjuicio de compartir la gestión del Ministro. Pacheco, pese a que contaba con gran popularidad, debió convivir hasta el fin de su mandato con un Parlamento hostil a sus políticas. Ello le llevó a utilizar las medidas prontas de seguridad, en reiteradas ocasiones, para usurpar competencias del Parlamento.
A pesar del desgaste de cuatro años de gobierno, el SÍ por la reelección presidencial obtuvo 491.680 votos en las elecciones de 1971. Federico Fasano escribió en el diario La República el 18/8/2008: “Si yo figuro en el libro Guinness por el record mundial de diarios clausurados se lo debo a Pacheco, aunque, nobleza obliga, debo confesar dos cosas 1) que si él hubiese sido reelecto no hubiese habido Boiso Lanza y humillación del poder civil a los militares que violaron su juramento constitucional y 2) una vez que retornó al país, recuperada ya la democracia, modificó radicalmente su personalidad belicosa y se convirtió en un político vegetariano”.