Lo sucedido esta semana con un tema tan sensible como una violación y el manejo de algunos periodistas y comunicadores me lleva a esta reflexión.
Periodistas, comunicadores y escribas; todos los que estemos matriculados como Prensa estamos sí amparados bajo la Libertad de Prensa, como también tenemos una gran responsabilidad a la hora de comunicar.
Con un tema tan atroz como sensible, una vez más se olvidaron de la víctima. Y digo una vez más porque obviamente no es la primera vez que sucede. Pasaron a ser protagonistas periodistas y comunicadores, adueñándose del tema y manoseándolo a su comodidad.
La Libertad de prensa no es una Capa que envuelve y los vuelve impermeables. Ni les otorga el Don de la verdad. Al revés, cuando es mal utilizada se vuelve en contra esa suerte de poder para quienes creen que todo puede ser tratado bajo esa norma.
Por eso la pregunta, el acápite. ¿No estaremos bajo un caso de Disonancia cognitiva?
La Disonancia Cognitiva es la desarmonía interna del sistema de ideas que percibe una persona que tiene un conflicto de pensamientos, o un comportamiento que está en conflicto consigo.
Justo en este caso, uno de los periodistas o comunicador; supo ser víctima de la violación de su privacidad, hace ya un tiempo. Hoy es el mismo que utilizó material sensible que viola la privacidad habiendo una víctima atacada “en manada”. Por eso lo de la Disonancia Cognitiva, de todos los comunicadores que también defienden al colega bajo el manto de la Libertad de Prensa.
Se volvieron los protagonistas. Se olvidaron que hay un acto delictivo con una víctima real. Que no son ellos.
Respeto por la víctima. Respeto por la Libertad de prensa. Respeto por las obligaciones que también da esa Libertad. Porque buen gusto, está claro, que no se puede pedir.