MIGRACIÓN. Por Joise Manuel Morillo

0
130

Se puede afirmar que la migración es un concepto sujeto a posibilidades de dos índoles, o sea, puede ser empleado en sociología o en biología. En otras palabras, en migraciones humanas o migraciones animales, respectivamente.

El caso de las migraciones humanas se producen por condiciones complejas que suelen estar relacionadas a  asuntos y razones diversas, cuyo  impacto afecta también a la sociedad de destino. Las condiciones se pueden concebir de carácter individual o colectivas. Las primeras suelen ser por vocación propia o volición, por asuntos profesionales o condiciones del ambiente. Las segundas las más de las veces son de carácter socio económicas, de salud pública o de carácter político.

En todas las causas de migración humana se presenta un complejo asunto de seguridad aunado a otro de adaptación y por último de aceptación por parte del colectivo o pueblo receptor.

A través de la historia se ha documentado a la migración humana  como una costumbre ancestral. Con el paso de lo que llamamos tiempo siempre han habido grupos que por una u otra razón abandonaron su lugar prístino de residencia para fundar nuevos poblados o unirse a otros existentes. Las migraciones se han contemplado en la historia como una inconmensurable fuente de diversidad cultural, etnológica y económica, cuyo espíritu  ha sido el aporte basado en el  intercambio cultural y con esto el desarrollo de las civilizaciones.

Muchos aportes científicos y tecnológicos se han desarrollado en pueblos autónomos -política y económicamente- con la adquisición de conocimientos traídos por inmigrantes de otros pueblos y naciones.

“El caso de los animales es gregario, sus desplazamientos son regulares, conforme a un calendario de apareamiento, de condiciones climatológicas, etc. O también,  definitivos debido a presiones de otra naturaleza.”

En este artículo se hará énfasis en el caso de migraciones por causa de adversidades del ámbito público principalmente, sin descartar el efecto de la economía y la presión que ejercen factores sociológicos y antropológicos. Para ello se empezará con una narración de sesgo mitológico. Sin embargo, adaptado a la -supuesta- idiosincrasia de un pueblo ficticio; Babel, inspirado en la fertilidad de un valle real, el valle del Senar.

Babel 

La historia  en el Génesis acerca de la diáspora del valle del Senar (Babel) -aparte de toda interpretación teológica-  trasciende al deseo colectivo de intereses particulares concentrado en grupos o clanes. En otras palabras, la intriga entre sectores con diferentes formas de pensar ha traído como consecuencia la huida de grupos, o pacifistas o más débiles de número, ante las pretensiones de otros más numerosos y violentos. 

Tal emprendimiento no tuvo lugar sin que antes cada grupo o familia mantuviera estrategias de comunicación para distraer a cualquier adversario. De modo que, cada familia, grupo o clan, fue creando su propio sistema de comunicación o lenguaje.

Ahora bien, en este ideario se contempla un deseo genuino de tener una razón válida, convincente y viable para manejar la cotidianidad. Sin embargo está razón no necesariamente rinde honor a la verdad como la naturaleza misma. Pues, la verdad, rinde culto a lo absoluto como creación universal y no como labor de la humanidad. Contrario a la verdad absoluta y, basado en discriminacion, la humanidad ha creado conceptos parcializados qué, en vez de unir voluntades, las distancia de forma irreconciliable.

Esta característica apoyada, unida o sumada al fenómeno liderazgo, a la vanidad individual y deseo megalómanos de individuos o colectivos; deslinda, con todo propósito, al espíritu del orden, la disciplina y la paz que debe imperar en el orden público. Por ende, de la filosofía de la política a causa  de factores que discriminan cualquier idea que no comulgue con la empatía del líder. En otras palabras no existe concurso, solo la ley del más fuerte, del más agresivo o más violento. Allende a la democracia. Considerando lo anterior se puede concluir una buena razón para emigrar. No obstante, lo mismo no implica omisión a las soluciones drásticas como luchas armadas, pues el conflicto existe o ha existido arrojando un solo pronóstico, considerando el instinto de conservación en este caso: del gremio, de la familia, del clan etc. Emigrar, ¡es cortar por lo sano!

De forma individual se tienen ejemplos de migración en la Historia de cuya experiencia en los actores se tiene conocimiento han otorgado a quienes le han acogido en sus pueblos o países gratos resultados tanto en la ciencia como en la tecnología aunado a la seguridad de su pueblo y sus fronteras. Uno de ellos fue Albert Einstein quien emigró de la Alemania Nazi a los EEUU en los años mas triste de la historia del mundo en el S. XX.

En ese mismo periodo y posteriormente hasta los años 50 Venezuela recibió un innumerable número de italianos, judios de todas las naciones, españoles, alemanes y  de muchos países europeos a los cuales casi sin objeción alguna dio asilos tanto políticos como humanitarios.

Más reciente es un ejemplo muy actual es: Donald Trump, aunque  nació en Queens (NEWYork, USA) 06-14-1946 tiene ascendencia -sajona- extranjera, su madre  Mary Anne MacLeod era una inmigrante escocesa nacida en la isla de Lewis, en el norte de las Hébridas Exteriores.​ Sus abuelos paternos eran inmigrantes alemanes. Frederick Trump (de nacimiento Friedrich Drumpf), llegó de Alemania a Estados Unidos en 1885, y adquirió la nacionalidad en 1892. Se casó con la abuela de Donald. Un tío de Donald fue el inventor, físico e ingeniero eléctrico John G. Trump.  A pesar del éxito actual no fue un chico dócil que se diga;  a los 13 años, tras tener problemas de conducta que lo llevaron a su salida de la escuela, sus padres lo enviaron a la Academia Militar de Nueva York. Sin embargo, -desde este punto de vista-  en su sangre lleva el progreso y el éxito genético. Lo cual ha traído a su país beneficios y nulos perjuicios.

También el actual secretario de Estado de USA Marco Rubio es de ascendencia inmigrante, sus padres Mario Rubio y Oria García son de origen cubano, emigraron en 1956 dos años antes del advenimiento castrista en la Isla de Cuba. Él nació en 1971 4 años antes de que sus padres se hicieran ciudadanos americanos.

Estás dos últimas personas se merecen admiración  porque ambos separadamente han logrado una posición social elevada derivado de su tenacidad y vocación política bajo patrones éticos encomiables. Por su parte; Trump, ha construido con su talento empresarial un inmenso poderío económico de impoluta índole y procedencia.

En esa medida USA ha sido benévola de principio ante la posibilidad de crecer bajo un proceso filantrópico que ha acogido en su seno innumerables migrantes con la fe de que darán y han dado fruto a su nación.

En este punto ha habido tanto filantropía como justicia. Respecto a esto último, está bien recordar que esta es ciega. Pero su ceguera no debe interpretarse con la máxima de que paguen justos por pecadores, qué es lo paradójico del castigo colectivo, vinculante y no objetivo. La justicia es ciega porque el juez se inhibe de la causa cuando éste tiene algún vínculo con el objeto del juicio, sea con reos o litigantes. Por ende, la sentencia es imparcial.

Aquí es donde éste artículo se remite a exhortar el raciocinio y se dirige a un punto específico. El punto es la migración venezolana, que ha sido una diáspora producto de una situación que compete a lo explicado al principio con relación al instinto de conservación aunado al intento de conseguir mejor horizonte que el actual. Pues, el que teníamos como excelente por infortunio y causa de la maldad desencadenada por ambiciosos de poder y riquezas se ha alterado hasta el punto de generalizar la miseria y el terror, principalmente contra quienes no comulgan con el patrón comunista que impone una élite que actualmente gobierna perversamente al país.

¡El gobierno  de Venezuela es una tiranía criminal!

Por esto, y no por otro motivo, el pueblo venezolano, honesto y decente mucho de él profesional y con estudios universitarios han huido. No del trabajo, ni de ninguna clase de responsabilidad sino del hambre, del terror,  de la miseria y del crimen. 

Por eso honorables gobernantes de naciones democráticas -como el vuestro USA- haced honor a vuestro raciocinio y no mezcleis la hierba mala con el heno de vuestro cultivo. No condenéis a justos por pecadores para execrar a gente decente con la sarta de maleantes. Esa praxis, no es la que merece la gente que ama la libertad y ha venido a pedir refugio en un país que admira por la libertad que se respira como producto del esfuerzo de grandes hombres y no de hombres injustos.

Nuestro libertador Simón Bolívar decía:

“Huid del país donde uno solo ejerce todos los poderes: es un país de esclavos”.

Joise MORILLO

[email protected] 

Venezuela