¿Cómo me afecta esto a mi y mi familia?
Las promesas electorales que prometen más beneficios, más servicios y más ayudas, no te dicen de donde salen los recursos económicos para pagar esa cuenta.
El Estado genera recursos cobrando impuestos, los que TODOS pagamos de una manera u otra.
Veamos el razonamiento
1. Comparar con las finanzas personales
Un gobierno, al igual que una familia o un hogar, no puede gastar más de lo que ingresa sin que eso tenga consecuencias. Si una familia gasta en exceso usando tarjetas de crédito, en algún momento tendrán que pagar, y eso incluye intereses. Lo mismo sucede con el Estado, que se endeuda y luego los ciudadanos tienen que asumir ese costo.
2. El impacto del déficit
Cuando el Estado gasta más de lo que tiene, se produce un déficit. Ese déficit no desaparece por sí solo, y se cubre de dos maneras: más impuestos o más deuda. Ambos tienen efectos directos en la economía:
– Más impuestos: Se traducen en menos dinero en los bolsillos de los ciudadanos.
– Más deuda: Genera inflación, ya que imprimir más dinero o pedir prestado aumenta los precios y disminuye el poder adquisitivo.
3. Círculo vicioso
El aumento del déficit genera un círculo vicioso. Más deuda implica más intereses por pagar, lo que disminuye los recursos disponibles para servicios esenciales. Esto fuerza al gobierno a aumentar los impuestos o reducir beneficios en el futuro.
4. Preguntar «¿Quién paga la cuenta?»
Esta es la clave. Al final, son los ciudadanos los que pagan la cuenta, ya sea directamente con impuestos más altos o indirectamente con la inflación. Los votantes deben reflexionar sobre quiénes se benefician realmente de esas promesas costosas y quiénes terminan asumiendo el costo.
5. Sostenibilidad y responsabilidad
Lo realmente responsable es buscar un equilibrio. Propuestas que suenan atractivas en el corto plazo pueden traer problemas serios en el futuro, y es mejor apostar por soluciones que sean sostenibles y no solo populares.
Quiero conectar estas ideas con la vida cotidiana de las personas, haciendo que se pregunten “¿cómo me afecta esto a mí o a mi familia?”, para que comprendan la importancia de cuestionar las promesas políticas que no tienen un sustento fiscal responsable.
Nuestra lucha es y será proponer un Estado AUSTERO, que de prioridades al gasto y defender la baja de impuestos para dejar de ser uno de los países más caros del mundo.
Roberto Alfonso Azcona