El calendario nos va acercando hacia fines del mes de octubre, donde estamos convocados a elecciones nacionales, elegimos futuro gobierno, así como a quiénes sentaremos en el parlamento, los que confeccionarán las leyes.
Cada ciudadano con sus consideraciones, tradiciones, ideas, preocupaciones, estudios, intereses, etc., por lo que decidimos votar por alguien, por nadie o un partido, porque entendemos que tal o cual, nos representa mejor, analizamos o no, cada uno podrá ser influenciado por diferentes razones y allí decidimos una opción.
De eso trataremos en esta columna, para lo cual daremos nuestra opinión y la fundamentaremos, lo cual implica, poder estar de acuerdo, o discrepar también.
Uruguay presenta diferentes problemas a resolver, para lo cual, antes que nada, se requiere de seriedad, solvencia, equipos, líderes que puedan tomar decisiones, con cierto grado de certeza, sabiduría, carácter, visión estratégica del país y del mundo, dicho todo esto, a cuenta de otros elementos que se pueden agregar.
Este detalle, pretende poner sobre la mesa, algunos antídotos, que detengan el discurso fácil, la promesa encantadora, la demagogia envolvente, que como cantos de sirena, ha hecho errar una y otra vez las decisiones en elecciones, por lo cual varios problemas del país no se terminan de arreglar y nos hacen navegar en una mediocridad alarmante.
Yo entiendo, que Cabildo Abierto, ha puesto arriba de la mesa, los principales asuntos que se deben encarar por el sistema político y la sociedad en general, por ser los que tienen mayor incidencia, no sólo en el hoy, sino que tienen un peso mayor en el futuro inmediato, siendo claves en la estrategia de país, como urgente en el acuerdo político.
SEGURIDAD: uno de los principales asuntos que preocupan a la población, despertando polémicas varias. Cabildo insiste desde el 2020, con acciones y estrategias diferentes a las llevadas a cabo hasta ahora, que si bien pueden haber disminuido algunos delitos, los más graves, como los homicidios, están en el debe aún con cifras alarmantes.
Volver al papel de las Comisarías barriales, para tener presencia territorial, conocimiento de lo que allí sucede, en contacto pleno con vecinos y su realidad.
En las zonas identificadas como complejas, aumentar algunas comisarías, presencia y patrullaje constante, desembarcando un contingente permanente que aumente la seguridad tan vulnerada y cuestionada en zonas muy conflictivas.
Algunos temas directamente ligados a esto son, las cárceles, para los cuales propone el trabajo obligatorio de los detenidos, como una clara forma de intentar rehabilitar, ese mandato constitucional que nunca se cumple.
Generar hábitos de trabajo, tiempo ocupado y bien aprovechado, para que cuando se cumpla la pena, pueda haber una posible reinserción social, que evite la reincidencia.
Cárceles de máxima seguridad, para los delincuentes más peligrosos, donde estén aislados, sin comunicación, lo que como consecuencia y como muy bien ha explicado, el Cnel. ® Roque García, cortaría los vínculos con el exterior, quedando las bandas, sin sus líderes, desactivados y por lo tanto, obligados a resetearse, reorganizarse.
Nadie más propone esto, lo cual tiene toda la lógica, para la más segura recuperación de quien delinque, como además, pega en la verdadera línea de flotación de las bandas, al atacar directamente sus cabezas o líderes, aislados e incomunicados.
DROGAS: tema directamente relacionado con la seguridad, ya que buena parte del delito tiene a la droga como detonante, las bandas, el narcotráfico, asociados al drama que deben vivir tantas familias, cuando algún integrante se convierte en adicto.
Durante el gobierno de Mujica, Uruguay fue utilizado como campo de experimento, por el súper millonario George Soros, amigo de aquel, llevando a la legalización de la venta de marihuana recreativa en las farmacias, puerta de entrada hacia drogas más aditivas.
Ninguno de los motivos de su legalización, se pudieron cumplir, sucedió todo lo contrario, teniendo Uruguay hoy, un elevado consumo, en aumento, ya que se ha perdido la percepción del riesgo, que incluye, la demanda de aumentar las propiedades adictivas o de “pegue”, como maneja la jerga de los consumidores y un narcotráfico fuera de control.
Aquí Cabildo propone, campañas de advertencia sobre el riesgo del consumo, no solo el hecho de bajar ese riesgo, como puede ser repartir agua, para disminuir los efectos de las “pastillas” que se consumen en fiestas electrónicas.
Lo explica claramente, la candidata a vice presidente, la Dra. Lorena Quintana, quien hace referencia, como un simil, a las campañas que se hicieron en contra del consumo de tabaco. Esto, tampoco nadie lo propone, de esto no se habla, no es asunto de agenda.
No podemos soslayar y dejar de considerar, que circulan y sobrevuelan propuestas, para acelerar y profundizar lo relacionado a otras drogas, que se pretenden legalizar, acentuando notoriamente, un mal que habiendo atravesado la sociedad, destruye familias, vidas jóvenes, que quedarán sometidas al imperio del consumo y adicciones.
Debe quedar claro, la demanda de las familias en general, que reclaman, exigen, medidas en contra de un flagelo que envuelve y lleva a una segura perdición a tantos jóvenes, donde las autoridades sanitarias y relacionadas al asunto, deben actuar, porque es un serio problema que influye en futuras generaciones.
FAMILIA: La célula básica de la sociedad, garante de la formación del ser humano, sufre hoy un ataque sin precedentes, pergeñado y moldeado desde las altas élites que dominan los destinos del mundo, cobijados en el mismo seno de los organismos internacionales, usinas ideológicas, que a lo largo de décadas, han trabajado para esto.
La ideología de género ha penetrado la cultura, la educación, provocando una distorsión en las propias relaciones humanas, entre hombres y mujeres, al instalar una disputa, casi de poder, totalmente artificial, que ha ido tomando distintas graduaciones según cada país, pero seguro, se ha diseminado rápidamente, sin dejar casi nada ajeno a su visión.
Una guerra de sexos, de derechos y poderes, que ha buscado suplantar la definición científica y natural de que nacemos hombre o mujer, por una artificial idea, de que el sexo es una construcción social, somos, lo que cada uno se percibe, ideas estas, que tantos no perciben, pero que han apuntado a la demolición de la familia, objetivo encubierto central.
Cabildo hace foco en el problema, condena y denuncia claramente la ideología de género como perversa, al atacar los valores familiares, cuando intenta influir en los niños, en pleno desarrollo y formación, al cambiar hechos naturales y científicos por construcciones ideológicas. Lo grave además, es que ningún otro partido se hace eco de este verdadero ataque a la principal institución, que es la familia.
El resto, acompaña la “ola” desatada, que pretende mostrar como normal lo que no lo es, por desidia, cobardía o no quedar por fuera, de lo “políticamente correcto”, llegando a embanderar sedes partidarias, con los colores internacionales de estas consignas.
BAJA NATALIDAD: Este es un serio problema, que solo Cabildo prende las alertas, en lugar de que el sistema político se preocupe, por cuantos pasaportes entregó Astesiano, o si Marset, habla en televisión, Orsi pasea su perro u Ojeda hace muchos fierros.
Es un asunto estratégico del Uruguay, cuando cifras recientes nos muestran unos 15.000 nacimientos menos que hace pocos años, como el saber que hoy en día, mueren más uruguayos que los que nacen.
Es obvio, que no es un problema que aflija al sistema, muchos no lo ven y otros lo ven como un asunto que se deberán ocupar los que vengan adelante, sin percibir que es una bomba de tiempo instalada en el medio de todos.
Lo vemos permanentemente, gente joven que no tiene en sus objetivos y proyectos de vida, formar una familia, es muy común escuchar chicas jóvenes que no piensan en ser madres, lo que asegura un serio riesgo existencial a corto plazo.
Parte de un fenómeno cultural, preocupante, se ha instalado esa idea de no ejercer una de las maravillas de la existencia humana, que es la reproducción, la continuidad de las personas, en sus hijos, formar una familia y continuar las tradiciones familiares, culturales, legados patrimoniales, que nos trascienden como seres humanos.
El descalabro que esto producirá en los sistemas de seguridad social, nadie podrá fehacientemente calibrar en sus consecuencias, las que de seguir en esta tendencia, hará estallar un sistema, cuya ecuación muestra, que las personas viven más años, extendiendo las prestaciones de retiro por más tiempo, con un sistema que se vacía de los aportantes que son quienes lo financian.
En forma paralela a esta bomba de relojería, un sistema político impulsado por una demagogia galopante, solo promete y propone, seguir repartiendo cada vez más.
Menudo drama le espera al país, al que nadie presta atención, a lo que inclusive podemos agregar, la casi segura desaparición de puestos de trabajo, suplantados por robots o tecnologías, que aumentarán el déficit de contribuyentes.
Cabildo ha encarado este tema, para lo cual promueve exoneración de aportes a quiénes tengan familia u otro tipo de estímulos que reviertan esta peligrosa tendencia.
No deja de ser además, un asunto relacionado con el anterior punto que tratamos, referido a la familia, la que muestra este flanco peligroso, que requiere atención urgente, clara muestra, de que la inversión de valores, objetivos de trascender que las personas deberían tener, ha sido exitosamente demolido, aunque muchos no lo vean.
10.000, es la última cifra de abortos practicados en el país, directamente relacionado con este déficit de nacimientos, asunto que han instalado en la cabeza de tantas mujeres, haciéndoles creer, que les asiste derecho a disponer de otra vida, mientras promueven marchas o se escandalizan si matan una ballena, cosa deplorable también.
En próximas notas, continuaremos analizando otros aspectos cruciales, relacionados a los temas estratégicos del Uruguay, razonando a quien votamos y porqué, si pensamos en serio, para decidir el futuro.
Daniel García
