Un nuevo episodio del aciago tiempo político venezolano acaba de iniciarse con un teatro noticioso que se está difundiendo en los medios y, que además genera más dudas que conciertos.
En el caso están involucrados los cuerpos de seguridad de dos gobiernos importantes en América: Chile y Estados Unidos. La víctima mortal es Ronald Ojeda ex militar y opositor del gobierno venezolano, secuestrado y asesinado en Chile en marzo del 2024.
Tal parece que la noticia en vez de ser la narración del proceso policial en un caso político, se asimila a una tragicomedia elaborada en base a una cronología criminalística donde -supuestamente- se descubren los culpables del hecho criminal, tanto los sicarios como los autores intelectuales.
Parece ser, que en el trasfondo teatral de tal episodio existe una evidente intriga por la posesión del poder -en el caso de que haya que sustituir al títere del régimen cubano en Venezuela-.
La ambición de poder del malo es tan poderosa y dionisíaca -según Nietzsche- que no hay maldad a qué no se acuda ni perfección que no se emplee para obtenerlo.
Un ejemplo de la historia es: del siglo XV, la codicia de Ricardo III de Inglaterra quien asesinó a sus hermanos, a su cuñada y después esposa, a sus sobrinos infantes, a su mejor asesor, y a un número elevado de gente para obtener la corona de Inglaterra, “litigada” entre las familias Lancaster y York. No sin antes conspirar contra su propio padre. Y, crear una barra de seguidores que auparon su postulado a un cargo público previo a sus pretensiones monárquicas, a lo cual supuestamente no estaba en conocimiento.
En el año 1930, Hitler y su partido nazi, mediante un teatro chauvinista -nacionalista- durante unas elecciones manipularon las esperanzas, temores y prejuicios de la gente. También ofrecieron chivos expiatorios, ya que falsamente afirmaron que los judíos y los comunistas eran los responsables de los problemas de Alemania. Esta afirmación era parte de los ideología antisemita y racista de los nazis. Hitler y otros líderes nazis aprovecharon las leyes vigentes para destruir la democracia alemana y crear una dictadura.
Otro ejemplo más reciente es el de la amenaza sublime que recibió Cipriano Castro, dictador de Venezuela a principios del Siglo XX, por parte de su interino gobernador Juan Vicente Gómez con misiva de que no volviera de Francia convaleciente de Sífilis pues además podría empeorar a causa de otras cosas.
El asunto es que el secuestro y asesinato sucede en Chile, «al parecer» ejecutado por un brazo que hace el trabajo sucio, inspirado en: “El gobierno de Calle” que promovió el difunto H.R.Chávez Frias como mampara del un proceso de armar colectivos y milicianos para la defensa de su régimen; en contra de las protestas, insurgencias y conspiraciones (al estilo del tirano platónico), Llamado: “El Tren de Aragua”.
Relacionado con el tipo de gobierno que está establecido en ambos países -Chile y Venezuela- se debe tener en cuenta que Gabriel Boric presidente de Chile, es socialista; por lo tanto, familiarizado con el gobierno de Venezuela.
La trama de este episodio sospechoso es que se ha venido manejando la noticia de que un comando armado de este brazo delictivo en Chile abordó al militar venezolano y opositor del régimen chavista disfrazados de Policías De Investigaciones Chilena (PDI). Este caso lo ha venido manejando con mucha “prudencia” la fiscalía general chilena de quien han salido declaraciones, incluso, del magistrado de la cartera fiscal Ángel Valencia quien declaró ante los medios lo siguiente, cito:
«No es una opinión que esté construida sobre la base de una simple especulación; es una hipótesis de investigación que tiene sustento en la evidencia que se ha ido recopilando».
Luego, las investigaciones realizadas según dicho por la fiscalía chilena mediante Héctor Barros, coordinador del Equipo de Crimen Organizado y Homicidios de la Fiscalía Nacional, han tenido más confianza respecto al suceso derivado de la Captura en Texas, USA, de un individuo apodado «El Turko» que se supone sea conocedor de la comisión del delito de secuestro y muerte de Ronald Ojeda a manos de “Los Piratas” la rama nefasta del también nefasto grupo delictivo Tren de Aragua (venezolano) en Chile.
Según las fuentes, a Barros se le preguntó:
“¿UD tiene la convicción de que la muerte de Ojeda había sido ordenada por el Gobierno de Venezuela y por Diosdado Cabello?”
El respondió.
«De acuerdo con los antecedentes de la investigación, sí.”
La pregunta acerca de esto hecho insólito y suspicaz, lleno de incertidumbres, es:
¿Cómo es que el gobierno de Boric, acérrimo socialista aliado -solapado- del gobierno de Maduro; arremete, mediante la fiscalía, contra uno de los funcionarios del gobierno chavista de esta forma?
Para mí, aquí -como decía mi abuela- hay gato encerrado. Y lo que más se perfila es el trabajo de envidia e intriga interna de las revoluciones (Aristotélicas) y como dije antes, el deseo de poder que no escatima esfuerzos para lograr con perfección dionisíaca su objetivo.
Otras preguntas son:
¿Estará protagonizada esta escena de teatro por una Élite de Ágora ostracista dantesca, constituida por: N. Maduro, V. Padrino López, Jorge Rodríguez e involucrado como invitado especial: Gabriel Boric?
¿Será que con nombrar financiador de la comisión del señalado delito se perfila un ostracismo declarado contra Diosdado Cabello,?
¿Cual será la verdad de esta realidad?
Para mí no hay nada que extrañar, los Zurdos políticos tienen un sesgo purgatorio morboso arraigado, ejemplos hay por montón, incluso de carácter histriónico, la imagen del líder a quien se le debe culto, no debe ser opacada en principio. Empero, solo basta una acusación sin ninguna prueba para condenar al señalado, para ellos, con la sospecha basta.
Por otro lado, como “pan y circo” es la identidad de su espíritu y tendencia -en días pasados alias “Toripollo” dijo que el pueblo tiene derecho al bonche- y, que son expertos en montar teatros, no se descarta que sea un episodio más del teatro político nefasto que tienen montado en Latinoamérica.
Repito, ¡los zurdos son expertos en purgas!
A Trotsky se la aplicaron los soviéticos, comandados por Stalin.
Al Che (maoísta) y al General Ochoa (héroe de la revolución cubana), derivado de mantener su imagen y, dizque en defensa de la revolución ante el mundo, se las aplicó Fidel Castro (pro soviético).
Al general Baduel en Venezuela se la aplicaron con sadismo: H. Chávez y N. Maduro, consecutivamente.
O, ¿No será que Chile quiere una buena imagen para un nuevo intento de constituyente?
¡Me remito al beneficio de la duda!
Finalmente, no hay que olvidar que existen las “brisas bolivarianas” y esas, -según sus propias insinuaciones- las comanda: “ojitos lindos”.
Joise MORILLO
Venezuela USA