Por: Raúl Blanco
En momentos de incertidumbre por el qué vendrá, debemos aferrarnos más a nuestras fortalezas personales y las de nuestro País como Nación.
En un mundo globalizado, aparecen las diferencias entre países, como tales, y sus dispares idiosincrasias.
Los uruguayos nos caracterizamos por un inconsciente colectivo que nos desmarca de la región, y nos hace visibles a los ojos de otros, cercanos y lejanos, parecidos o muy diferentes, pero nos hace únicos.
Somos un faro para muchos. Somos ejemplo de paz y armonía, aún en la discrepancia, y rebeldes a pesar de nuestro tamaño.
Esa rebeldía nos hace pensar, nos hace mirar lejos, y minimizar nuestras carencias, potenciando nuestros puntos fuertes como sociedad.
Nuestros ojos brillan diferente, es el brillo de la esperanza, es el confiar en nosotros, es el volver a ser como antes de la pandemia, sabiendo que nunca es la misma agua de lluvia la que nos moja, pero nosotros seguimos siendo los mismos con nuestra uruguayez, con nuestras virtudes y diferencias.
El horizonte está más cerca y nuestro camino nos conduce a él.
Es momento de seguir cuidándonos, y cuidando al otro, sin reproches y sin poner piedras en el camino, por el bien de todos.
“En la Tierra hacen falta personas que trabajen más y critiquen menos,
que construyan más y destruyan menos,
que prometan menos y resuelvan más,
que esperen recibir menos y dar más,
que digan mejor ahora, que mañana”.
Ernesto “Che” Guevara
Excelente publicación, felicitaciones!!!