Raúl Blanco
El presupuesto anual del Poder Legislativo es de 125 Millones de dólares.
Sí, “125 Millones”, de dólares. ¡¿ Es mucha plata no?!
Para ser gráfico y claro de entender, de qué estoy hablando, voy a hablar del Palacio Legislativo, ese hermoso Palacio de Mármol. El Palacio de las Leyes que se le dice coloquialmente.
Ese Palacio Legislativo, y su anexo (algo incomprensible y del que hablaré en otra oportunidad) albergan a la Cámara de Senadores, la Cámara de Diputados, la Asamblea General (integrada por todos los Legisladores), la Comisión Permanente (integrada por algunos Legisladores), y la Comisión Administrativa.
Si descontamos unos U$S 20 millones aproximadamente, que es el presupuesto anual para cubrir retribuciones y gastos de los 130 Legisladores votados en las Elecciones Nacionales, nos restan U$S 105 millones. ¿??????
La pregunta del millón es: ¿En qué se gasta ese dinero?
La Comisión Administrativa cuenta con aproximadamente 500 funcionarios. Lo sorpresivo no es que sean 500, lo sorprendente es que la página oficial del Poder Legislativo diga “aproximadamente”. No sé si ustedes coinciden conmigo, pero, o me equivoco, o en el Palacio Legislativo no saben ni cuantos funcionarios trabajan allí.
Por lo visto, tampoco deben saber en qué se gastan 105 millones de dólares por año.
Señores Legisladores del Partido del Presidente de la República, ¿no les hace ruido esa cifra, o la desconocen?
Señores Legisladores que acompañan al Partido de Gobierno, ¿no se preguntan por esos gastos, o tampoco lo saben?
Señores Legisladores de la oposición, que hasta hace poco estaban en el Gobierno, ¿nunca les llamó la atención el monto de ese gasto, o se suman al equipo de los desmayados?
Hay un dicho popular que dice: “Entre bomberos no se pisan la manguera”.
Es llamativo realmente que durante décadas, hubo y sigue habiendo un gasto descomunal, sin el más mínimo control, y que, gobierno a gobierno, sea del color que sea, todos miran para el costado.
La ciudadanía, a la que en un futuro no muy lejano le pedirán el voto, se merece una explicación convincente y develar el misterio de esta Vaca Sagrada.
Señores políticos, ¿van a decir algo, o van aponer cara de póker, y que siga el baile?
Por favor, que alguien me diga que estoy equivocado, así podré volver a dormir tranquilo y confiando.
