Sr. Ministro García, hace unas semanas atrás, tuve la oportunidad de concurrir a un acto en defensa de la No derogación del los 135 artículos de la LUC.
Le confieso que fui engañado, porque me dijeron que era un acto de la Coalición, y el único orador fue usted.
Hago esta referencia porque en el mismo recinto había representantes de otros partidos aparte del suyo. También había ex Intendentes, ex Ministros, Intendente en ejercicio y otras autoridades y referentes de la coalición, pero solo habló usted.
Bueno, debo aclarar que lo que hizo usted no fue hablar de la LUC, aunque sí la mencionó, o la usó de excusa para alabar al Presidente de la República.
Aclaro que yo lo voté, pero a usted le faltó decir que es Dios y que es Lindo, después uso todos los adjetivos posibles para exaltarlo.
Nos habló de la paternidad, la lactancia, la educación primaria y secundaria de lo que es hoy un hijo pródigo llamado LUC.
Sr. Ministro García, lo suyo no fue un evento para defender algunos artículos cuestionados por la oposición al gobierno, lo suyo fue un acto político, jugando con acentos en la palabra y silencios para lograr el aplauso de los presentes.
Reconozco en usted un muy buen orador, pero un acto de la coalición, es eso, un acto de la coalición. Donde en la oratoria se olvidó de nombrar a los socios, que llevaron a su líder a la Presidencia de la República, y prestaron su voto para sancionar la LUC, además de defenderla.
Con el diario del lunes, puedo tomarme el atrevimiento de pasarle un avisito. Ni el Presidente es el número nueve, ni usted es un buen arquero. Los partidos se ganan con juego de equipo, y duele que te metan un gol en la hora, y peor que sea en los descuentos. Ni hablar de la calculadora que te dice “matemáticamente tenemos chance”.
EXCELENTE, solamente eso.