No se salva ninguno. Ninguno!!!
Para todo lo que hacen, o dejan de hacer, siempre tienen la calculadora en la mano. No falla!!! Y las teclas más gastadas son las de + y – “votos”.
Yo sé que es su vida, y su desvelo, pero estar cinco años de campaña, es como decir, “el fin de una, es el comienzo de la siguiente”. No es mucho muchachos/as?
Al gobierno sabemos que lo condicionan las promesas de campaña, y a la oposición su promesa de complicarle la vida. Y no estoy hablando del presente, es el modus operandi permanente.
Ahora nomás esta planteada la reforma de la Seguridad Social. Y todos, sin excepción, saben que es necesaria antes que les explote en la cara, y ¿qué hacen? Lo que saben hacer, patearla para adelante, mirar para el costado, y en el mejor de los casos, mirar la calculadora que tienen pegada en la mano.
A la coalición de gobierno le quema las manos, o las urnas, y se la quieren pasar de taquito a la oposición.
La oposición la piensa dejar pasar porque dice que queda en offside, y si la toca le cobran fuera de juego y no va a correr para no desgastarse. Faltaba más.
Si el gobierno se la juega, la oposición lo amenaza con otro referéndum, y la campaña va a versar en “nosotros no vamos a apoyar la explotación de la clase trabajadora”, o algo así. Y seguirán con la gimnasia militante para fortalecer los músculos electorales con vistas de llegar primero a la meta el 2024, y recuperar el trofeo llamado poder.
Y todo se basa en lo mismo, cálculos y más cálculos, dentro de las agrupaciones, los partidos y las coaliciones; y como primer objetivo, marcar los votos para pelear la repartija de cargos.
Y ahí empieza la siguiente campaña política.
¿Y los problemas de la gente para cuándo?
¡Malditos cálculos políticos!