Por estas tierras nunca vimos un reno, ese mítico animal encargado de tirar del famoso trineo de Papá Noel, que, llegadas estas tradicionales fiestas, soñamos que nos visita y nos trae regalos para deleite de chicos y grandes.
Los más chicos juegan con la magia y la fantasía, que a las 12 de la noche puedan abrir el ansiado regalo y los más grandes, obedeciendo al mandato comercial, aprovechamos para hacernos obsequios, promesas, buenos deseos y augurios.
Es una época propicia para hacer balances, los hace el gobierno, la oposición, las empresas, los cuadros de fútbol, las familias y también cada uno de nosotros.
Ponemos en el cernidor lo bueno, lo malo, lo cumplido, lo pendiente, lo proyectado, en un impulso natural que los seres humanos, ya sea individualmente o en colectivo, tenemos necesidad de realizar para continuar.
El mundo de los sindicatos en nuestro país se distingue por la generación de dirigentes políticos, que luego de ejercer su rol sindicalista, se proyectan y muchas veces triunfan en el ámbito político, con carreras muy interesantes.
Fernando Pereira, ingresó como ascensorista en primaria, desde un principio afiliado al sindicato, luego presidente del Pit Cnt por un periodo de seis años para convertirse luego en presidente del Frente Amplio.
Recuerdo siempre al Sr. Pereira en una actitud confrontativa, crítica, por lo general en términos muy ácidos para significar su postura.
Viene de una formación “Cristiana”, pero por ahí leemos, que reivindica al sacerdote Juan Luis Segundo, que es uno de los máximos exponentes de la llamada “Teología de la Liberación”, la cual se inspira en una clara visión marxista, la que la descalifica como católica, por lo menos y creemos que no puede ser cristiano porque Cristo jamás enseñó el odio y la segregación de clase, muy al contrario la misericordia, la solidaridad y el perdón
Nos llama la atención entonces, que alguien que se denomina cristiano, pueda convivir con fuerzas diametralmente opuestas al mismo, en un conglomerado que se mezclan ateos, marxistas, socialistas, trotskistas, cristianos de boca solamente y algunas corrientes más.
Algunos datos, solo para ubicarnos sobre quien es y eventualmente como piensa, este señor que, rememorando estas fechas, le atribuimos un reno imaginario que nos trae muchos regalos y otros que ya entregó o dejó caer de su reno.
Pereira no se guarda nada, aprovecha toda instancia para lanzar sus misiles sobre el gobierno
El presidente es capaz, en un gesto pocas veces visto, de visitarlo en la sede partidaria para presentarle el proyecto de reforma de la seguridad social y si bien eso no debiera condicionar a Pereira en nada de lo que piense, la dureza con la que se mueve nos da señales de su estrategia y visión.
Ahora parece que votarán algunos artículos, ya veremos, pero suena a cambio de figuritas mal negocio seguramente.
El Frente Amplio no da un minuto de tregua al gobierno, desde el inicio de este y con pandemia incluida, nada ha detenido a sus dirigentes en sus destempladas declaraciones y sus cuestionadas acciones.
Siempre tergiversando y mintiendo, son los adalides del palo en la rueda.
Un relato se ha instalado en la sociedad que pretende hacernos ver en clave de caos, de desidia, abandono y descontrol, que el gobierno de Coalición no hace prácticamente nada bien.
Acá no vamos a hacer una defensa a ultranza o sin sentido del gobierno, el que se equivoca y toma decisiones equivocadas como cualquiera.
Hechos notorios como el caso Marset o el más reciente de Astesiano, no pueden pasar desapercibidos.
Pero con estos asuntos el Frente Amplio ha encontrado los temas perfectos para intentar tener al gobierno contra las cuerdas.
En una inexplicable situación, todos los días los casos en manos de la fiscalía, son ventilados en la prensa a través de la publicación de conversaciones entre diferentes protagonistas.
Una prensa, por lo menos, propensa al escándalo, nos presenta los famosos chats, que escapan del control de la justicia en eventual investigación.
Por lo tanto, hace varias semanas el Uruguay no habla en cada informativo, semanario o periódico, de otros asuntos que no sean estos.
La saturación informativa es abrumadora y el Frente Amplio nos regala de navidad, que el tema no se apague, para lo cual la nafta está siempre pronta para derramar sobre el fuego.
No quiere decir que otros asuntos no hayan sido vedettes en su momento, en pandemia, si era mejor estar encerrados o en libertad responsable, si se debía destinar más dinero a los más frágiles, implementar una renta universal, ir contra la LUC y llevar todo a un referéndum, para lo cual se echó mano a las mentiras que podían seducir o asustar más.
Seguimos igual, tergiversando, exagerando, mintiendo y exponiendo la vida privada de las personas. Esto no es por los principios o los ideales, es por las personas.
Hay que desalentar a los honestos para que la política sea un feudo de desalmados y corruptos.
Se ha discutido si era bueno o malo conceder un regalo a los participantes de las pruebas Pisa, si una Camiseta de Uruguay podía comprar almas y voluntades.
Asistimos a la filtración grave de la estrategia del estado en su accionar contra las posibles amenazas, cuando un medio notoriamente identificado con la oposición publicó detalles de ese plan.
Todo parece servir a don Pereira y sus amigos, ya que la novela de Astesiano, una especie de Rasputín uruguayo alimenta el morbo de políticos, que a diario nos presentan un nuevo capítulo que parece procesado en sus estómagos e intestinos.
En una especie de todo vale, se manosean personas, se hurga en la intimidad, no se respeta la figura del presidente ni de su familia, generando sospechas e intrigas, que siempre contarán con un público ávido de tener la capacidad de revolver ciénagas donde por lo general habrá mal olor.
Estas actitudes no contribuyen en nada a supuestos climas de buena convivencia que se pregonan en forma demagógica, menos cuando se anuncian situaciones casi de catástrofe que se pretenden instalar como sensación térmica.
La ordinariez y la bajeza, no me sorprenden en una fuerza política que cobija en sus filas a los cultores de la división más grande que haya sufrido el país, con aquellos que pretendieron mediante el terrorismo instalar una sociedad diferente.
Los imaginarios renos de Fernando Pereira no nos traen regalos que valga la pena abrir, el nauseabundo aroma se percibe a lo lejos, la sociedad uruguaya no se merece tener que seguir balconeando un espectáculo tan bochornoso.
Uruguay requiere de una clase política seria, con propuestas viables, que pueda tener diferencia y que se traten con altura y argumentos.
Caer en una especie de programas tipo “farándula”, donde a diario se ventilan y debaten asuntos de una chabacanería vergonzosa, no parece ser lo que el país necesita o requiere.
Pereira, conviene que siga de largo con sus renos, no los necesitamos por acá, viene la Navidad y llega el Año Nuevo, las familias uruguayas desean brindar por paz, salud y prosperidad.
No hay necesidad de ser revolcados gratuitamente en un lodazal que apesta, hace cincuenta años que fomentan el odio y la discordia entre orientales, bañe a sus renos y cambie de una buena vez los regalos.
Siempre hay tiempo de enderezarse don Pereira, algo que, requiere esfuerzo, humildad, cosa escasa e improbable en alguien que parece hacer el trabajo sucio de una fuerza política acostumbrada a deambular en las cloacas como lo hicieron en el pasado.
A los lectores: ¡FELIZ NAVIDAD!
….este Pereira hombrecito de cartón…que no tiene profesión pero cobra y vive de la educación….
…….feliz Navidad y Próspero año Daniel!☺️🎁🫂☺️
Muchas gracias Claudia. Haciendo los mandados como buen mercenario, es el súper rey del palo en la rueda. Eso lo pueden hacer los que no trabajan como este señor, que como bien dice en ese corto versito, hombre de cartón que vive de la educación. Cordial saludo, Feliz Año Nuevo!
Como siempre Daniel, dando en el clavo. Visión clara y real de un personaje de fábrica, que representa la makdad intrínseca. Felices fiestas!!!