UN PERRO QUE SE COME LA COLA. Por Sebastián Castro

Aunque el proyecto de Cabildo parece a priori llevar una solución a todos los deudores crónicos y sin posibilidad de salir de su muerte financiera, los mecanismos actuales ya prevén un sistema para contemplar algunos de estos casos. La baja de las tasas de interés anual seguramente puede provocar un efecto en cascada peligroso. Los operadores que a riesgos (a veces altos) prestan dinero de forma legal pueden encontrar un mercado poco atractivo y retirarse de la oferta. Lo que llevaría a un aumento del mercado «negro» de prestamistas que ya trabajan a tasas del 10% y 20% mensual, con intereses compuestos que elevan aún más la deuda. En vez de atacar al empresario con proyectos claramente populistas, los senadores de Cabildo podrían resolver primero la otra muerte financiera: el Clering de Informes. En un mercado de trabajo tan volátil, la prescripción a tomar créditos por 10 años parece demasiado cuando el dinamismo de la oferta y demanda puede provocar que en 5 años un uruguayo pueda pasar de ser un correcto pagador de cuentas a un deudor contumaz y viceversa. Las deudas públicas y los costos por atrasos en pago de UTE, OSE, Antel o las moras por el atraso de patente de rodados,  también deberían incluirse en el proyecto.

Cabildo propone topes al interés anual sin hacer el debido análisis y con números caprichosos. Y es eso lo que le reclaman otros partidos que no encuentran en el proyecto más que una solución, un problema. Parecería que debajo de una propuesta sensible y que parece estar destinada a los más pobres, el verdadero interés se encuentra en beneficiar a sus propio grupo de militantes cuentapropistas y clase media alta que por malas decisiones y una toma de deuda irresponsable tienen un problema que no están dispuestos a resolver. Al ciudadano de a pie no lo están contemplando. Primero, porque lo que más le produce un daño financiero a un uruguayo pobre, es su muerte legal al estar dentro del clearing de informes al menos por 10 años. Y segundo, porque hoy con los requisitos que se piden para otorgar un crédito la mayoría de la clase media y media baja no pueden acceder a los mismos recurriendo a los préstamos «colombianos» o similares.

Ni hablar de la clase pobre uruguaya que ni el almacenero le fía.

Si Cabildo está tan preocupado por esas clases sociales, debería haber priorizado algún proyecto de construcción de viviendas para alquiler sin garantía que permitan erradicar de los refugios a personas que pudiendo trabajar no pueden acceder a un techo propio.

El proyecto de Cabildo parece un perro que se muerde la cola. Bajas las tasas de interés. Las financieras dejan de prestar, la gente que antes estaba en el mercado legal se vuelca al informal, se endeuda, luego deja de pagar y no puede volver ni al mercado legal ni al informal. Es como un perro que se muerde la cola, un día cansado de correr detrás de su cola morirá.