Lo peor que pudo haber dicho y escrito K. Marx, conjuntamente con F. Engels, es que, al principio del proceso socialista el gobierno que se debe adoptar para que funcione el socialismo debe tomar el método del despotismo (despotismo del proletariado). O sea, en este, por ningún motivo se considerará la democracia.
Decir esto:
“La clase oprimida —el proletariado— no puede ya emanciparse del yugo de la clase explotadora y dominante —la burguesía— sin emancipar al mismo tiempo, y para siempre, a toda la sociedad de toda explotación, opresión, división en clases y lucha de clases.” (F. Engels)
Deja tácito la negación a concebirse autónomo a cualquier individuo que entienda literalmente esto –la lucha de clases- como algo irreparable. De principio se debe entender que “lucha de clases” es el argumento interpretativo que han empleado toda la vida falsos lideres, mesiánicos, que no entienden que su propia frustración por no haber nacido en un hogar opulente, les motiva a reaccionar en contra de todo lo que huela a riqueza en otros. Sin embargo, queda expreso que tal concepto no es propio en si de Engel sino de Marx, pues; aquel, era hijo de un opulente empresario textil en Mánchester, corazón de la Revolución Industrial. De hecho, Engels solía decir:
«Al lado de Marx siempre toqué el segundo violín» (Ibid.)
Aun cuando la mayor parte de la gleba rusa del comunismo soviético eran adeptos a las ideas de Marx, el mérito ideológico y la concepción de la literatura de Engels moldearon la mentalidad su socialista por lo tanto le asumieron como de su esfuerzo tenaz, en contra de la burguesía europea.
Sin embargo, como de sesgo premonitorio, Bakunin en una de sus elocuencias filosóficas, propone:
““La libertad no puede ni debe defenderse más que con la libertad; y es un peligroso contrasentido querer menoscabarle con el pretexto de protegerla. “La libertad sin socialismo es privilegio e injusticia. El socialismo sin libertad es esclavitud y brutalidad.” (Bakunin)
Por este motivo, de elevada premonición respecto a los resultados catastróficos -de hacedores de miseria- del socialismo antiguos y contemporáneos; Engels, se convirtió en un férreo opositor de Mijaíl Bakunin, que deseaba unir su Alianza Internacional de la Democracia Socialista con respaldo de Suiza, España e Italia. Engels rechazó las teorías libertarias del ruso e insistió en mantener la Internacional como una organización que tomaba decisiones políticas y no se limitaba a coordinar los distintos grupos nacionales, como hubiese preferido Bakunin, a lo que describía desorganizado, causa, según él, del fracaso de la Comuna de París. Dirigió la expulsión de Bakunin y sus partidarios en el congreso de la Internacional en La Haya en 1872, pero no pudo evitar que la organización recibiese una notable influencia de los seguidores de Bakunin; para evitarla.
Haber declarado la promoción de una dictadura del proletariado; o sea, el despotismo, ha sido la musa de tiranos contemporáneos. Fue ponerle el cascabel al gato, de esto se dio cuenta Bakunin inmediatamente. Caso que el siempre defendió la alianza socialdemócrata europea. Igualmente, parte de la acepción de la abolición de la propiedad privada fue el acercamiento de los alemanes a literatura de Proudhon; quien, con una consciencia demás desubicada de la cultura de los pueblos y su trascendencia civilizada, se atrevió a formular mediante una extensa explicación lombrosiana, que la propiedad privada es un robo.
El titulo tiene en cuenta que la voluntad déspota de los -ahora- progresistas se sumió en una ecología de eufemizar la tiranía, donde la prole no participa ni con elecciones, en vez, han adoptado una absurda victimización promovida por un discurso demagogo de léxico mesiánico embustero.
La expansión socialista se ha convertido en gran parte del mundo humano, en una suerte de barbarie que ha dado lugar a genocidios peores a los de las épocas precristiana y de las realizadas por tribus guerreras y nómadas en Europa en la Eurasia antigua. Sin descartar la extinción de amerindios tanto de América de norte como de América del sur. Por otro lado, ha creado donde ha sembrado sus frutos campos donde se cosechan atraso y miseria.
Joise MORILLO
Venezuela-USA
