CUANDO LA SERPIENTE ABRAZA. Por Daniel García

Confieso que los reptiles nunca me gustaron, aunque miro los documentales que muestran las diferentes especies, como viven, como se alimentan, defienden y todo un mundo fascinante de estrategias y astucias con las que viven y que los humanos muchas veces reproducimos.

La serpiente nos acompaña desde el Génesis, cuando invitó a Eva a comer del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal que el Señor había indicado que no comieran, provocando la expulsión conocida del Paraíso y las consecuencias que de allí se derivaron, como explicación de los creyentes. ¨Sobre tu vientre te arrastrarás y polvo comerás el resto de tus días¨, fue el castigo de Dios por haber tentado a Adán y Eva.

En fin, solo una puesta a punto de las particularidades de este animal, que por su accionar es comparable con algunas conductas humanas, cuando nos referimos al animal político como nos definía Aristóteles.

Todos los partidos cuentan con una estrategia para moverse en esos terrenos tantas veces movedizos, algunos con mucha experiencia, otros con gran capacidad para formar sus cuadros y poder dar la batalla ideológica.

También contamos con organizaciones del ámbito social, como el caso de la central sindical, que, sin ser un partido político, influye permanentemente en el quehacer nacional, operando mayoritariamente con un marcado sesgo político y cuadros bien preparados ideológicamente.

Nadie es ajeno y no se puede ocultar, su afinidad ideológica con el Frente Amplio, porque sus dirigentes son todos de izquierda, pertenecen a los más de treinta grupos que integran esa coalición, siendo esta la única diferencia.

Como si todo esto fuera poco, el actual presidente del Frente, anteriormente dirigía la central sindical, prueba notoria que no podía caer en otro espacio político.

Un sindicalismo que ha perdido referencia de su órbita funcional y actúa políticamente, ideologizado de marxismo y sus derivados.

Los llamados Frentes Populares, como el caso de nuestro Frente Amplio, surgieron como una estrategia del Partido Comunista Soviético allá por 1935, orientado a agrupar a sectores afines de izquierda, sumar fuerzas, e intentar llegar al poder.

Con los años el partido comunista se ha infiltrado en todos los sectores de izquierda y mediante la central sindical en ámbitos laborales y educativos, al punto de que los más jóvenes y los obreros están sometidos a una verdadera dictadura de las ideas, que ve con malos ojos a cualquiera que no hable de odios de clase y de otras clases, pero siempre odio.

Lo que sucedió en Uruguay, cumplió con ese mandato en forma completa y desde sus inicios hasta el presente, el partido Comunista es quien dirige la batuta, les guste o no a los frenteamplistas, que muchas veces se excusan diciendo que no son comunistas.

Y podemos entenderlos, seguramente, ya que, alimentados por ideales de justicia social, igualdad, derechos, lucha por los pobres, los postergados y tantos grupos hoy ingresados en los colectivos a considerar, han creído que el Frente encabeza y representa todo eso mejor que nadie, sin vislumbrar a quien en definitiva terminan sirviendo.

Igual que los mencheviques en la Rusia de 1917, los bolches son los verdaderos triunfadores de la revolución y no tienen la más mínima intención de justicia, sino solo la acumulación de poder en pos de una utópica sociedad reflejada solo en el papel.

Uno desearía, que tantos frenteamplistas o llamados progresistas, puedan comprender esto, que les quede claro quienes dominan sus grupos o partido

Hoy tenemos a la central sindical, que decidió en una votación dividida, empeñada en recolectar firmas para impulsar un plebiscito para derogar las AFAPS, bajar la edad de jubilación a 60 años y que la jubilación mínima sea equivalente al salario mínimo nacional.

Con el impulso del Partido Comunista, se sumaron los grupos más radicales, habiéndose generado en la interna del Frente Amplio, la disyuntiva de apoyar o no ese plebiscito.

La libertad de acción fue la decisión que la coalición de izquierda decidió ante este asunto.

¿Y que tienen que ver las serpientes hasta acá, podrá preguntar el lector?

Algunos de estos enigmáticos animales, usan su potencia y tamaño para someter a sus presas, abrazando y comprimiendo sus anillos, lo que termina asfixiando, cuando no, quebrando inclusive sus huesos y entonces proceden a engullir a su víctima en un largo proceso digestivo como acontece con la boa constrictora.

Quiero significar con el ejemplo, la estrategia que la izquierda aplica con astucia copiada del reino animal, en este caso de los que dan título a la nota.

El Frente Amplio es hoy por hoy una verdadera boa que abrazó al país y le va quebrando los huesos y asfixiando, para cuando lo tenga agónico se lo va a querer engullir y con él a la democracia.

Casi que en un juego del bueno y el malo, la izquierda se divide, en apariencia, apoyando un plebiscito por un lado y negándolo por otro, logrando la dialéctica necesaria en la sociedad para recoger por un lado y por otro, Pereira y el Pacha son los que recogen la red juntos y atrapan al cardumen de crédulos por diestra y siniestra.

Lo que hará cumplir el proceso dialéctico marxista de una tesis, antítesis y finalmente la síntesis, en la cual, de obtener un resultado favorable, “uruguayos y uruguayas” como nos decía el expresidente Tabaré Vázquez, los 22.000. millones de dólares de ahorro de los uruguayos, pasarán a manos del BPS, produciendo un retroceso histórico para el sistema previsional.

Un verdadero robo a mano armada, comparable al de las libras de los Mailhos de los que Mujica siempre se jacta. Y acá no sirve entintar los billetes de los cajeros.

Seguramente, será parte de un proceso similar al operado en Argentina, cuando los “gobiernos compañeros” confiscaron el dinero depositado en las llamadas AFJP, como nuestras AFAPS y hoy nuestros vecinos alcanzan casi un 50% de pobreza, siendo testigos de un saqueo sin precedentes.

Resulta que ahora van a prohibir el ahorro, vulnerando el derecho de propiedad y transformándonos en un estado socialista al estilo Cuba o Venezuela, recuerdo a Abdala aplaudiendo a Maduro y a Pereira dando vivas a la Revolución Cubana.

Pero esta serpiente nacional, abraza y comprime en todos los temas y ámbitos, no dejando nada al azar  intentando engullirlo todo en su arrastre temible.

Y me voy a referir a dos asuntos cruciales para la supervivencia nacional, si miramos hacia la educación y la justicia solamente.

En plena ejecución de una reforma educativa que ha tenido enfrente la oposición acérrima de los sindicatos de la enseñanza, vemos cuán difícil se hace el avanzar de la misma y que alguien pueda percibir resultados.

Se requiere enseñar competencias más que saberes, pero no cualquier competencia sino las que apunten a el auto aprendizaje y haga énfasis en el desarrollo de un pensamiento crítico y libre, con énfasis en las ciencias y en la tecnología.

Porque además, existe otro problema más profundo, la gran mayoría de los docentes vienen siendo adoctrinados en una visión marxista desde hace años, por lo que van a clase con un solo ojo y con los oídos tapados para todo lo que no sea lucha de clases en sus múltiples versiones.

Los textos de estudio, las visiones de las materias, sobre todo aquellas relacionadas con áreas sociales, están claramente sesgadas, habiéndose instalado una verdadera hegemonía cultural, montada en la famosa libertad de cátedra, según la cual el docente selecciona sus referencias, que ya vienen direccionadas.

Por lo tanto, la tímida reforma en ejecución, no ha atacado las bases del problema, cuando vemos que se insiste con políticas de género, educación sexual notoriamente contaminada, en una clara postura de querer copiar lo que proponen agendas globales,

Jovencitos del Liceo Zorrilla usados para violar tranquilamente las normas vigentes al ocupar, un mugriento y deplorable “centro de estudios”, utilizar mobiliario, desafiar a las autoridades policiales y educativas, proferir cánticos insultantes, hasta que su voluntad quiso permanecer allí, apoyados por varios docentes, además.

Lo que lograrán es que, todo el que pueda irse a otro lugar a formarse de verdad, lo hará.

Solo una muestra de la decadencia, falta de autoridad y temor de actuar, todas acciones que la ciudadanía reclama que se hagan. En definitiva, hace falta aplicar la ley, sancionar y poner orden.

La serpiente se mueve, te envuelve y abraza, te asfixia y a continuación te engulle, por lo que debe quedar claro, que un día sí y otro también, sus huevos están en todos lados.

El ámbito de la justicia y de la fiscalía, no escapan a este fenómeno, que, en un trabajo paciente, constante y permanente, ha infiltrado estos organismos con sus agentes ideológicos y políticos.

Cualquier ciudadano que mire las cosas sin pasión, se da cuenta o se molesta con tantas decisiones que la justicia determina, con penas ridículas, con prisiones domiciliarias a peligrosos delincuentes vinculados al narcotráfico, violadores de menores que se le aplican castigos insignificantes, lo que nos deja con la sensación de inseguridad total.

Los delincuentes parecen ser los que salen airosos, cuando todo el sistema, además, trata de explicarnos y justificar que el resto de la sociedad somos culpables de sus delitos, recordándome a la serpiente que engañaba a Eva en el Paraíso.

Estas operan en forma sigilosa, es una característica de su naturaleza, la cual se asemeja mucho a la forma en que se mueve la fiscalía llamada de “delitos de lesa humanidad”, a cargo del inefable fiscal Perciballe.

Desconociendo y violando elementales principios del derecho, continúa en su tarea demoledora, juzgando hechos de hace cincuenta años, sin pruebas, aplicando delitos prescriptos o haciendo que las leyes sean retroactivas, sin que nadie desde la cátedra, el poder ejecutivo, o la fiscalía de corte, de quien depende operativamente, ponga orden o fin a un accionar ilegítimo.

Sabido es que su discurso justifica lo injustificable, pero su hilo argumental solo se sostiene porque nadie lo discute, porque está lleno de agujeros y todos los jueces lo saben, pero la onda viene de no hacer olas, parece.

La coalición republicana deberá tomar algunas medidas de aquí a las elecciones, que muestren actitudes de mayor transparencia, así como firmeza en medidas que corrijan los desvíos que se han visto, como aconteció con la Comisión de Salto Grande.

Esto es fundamental para dar señales que permitan revertir lo que algunas encuestas insinúan, de ciertas preferencias electorales de la coalición de izquierda.

Sabemos también, que no todas las serpientes abrazan, otras son ruidosas y nos avisan de su presencia, casi nos advierten que están listas para usar sus armas, que son sus colmillos que inoculan un mortal veneno.

No nos dejemos engañar que el Uruguay aun puede ser un paraíso si lo sabemos cuidar, de nosotros depende, nadie lo hará si permanecemos indiferentes.

Leamos todas las señales, hay algunas que son anuncios sin secreto, solo hay que estar atentos para no exponernos, así como en otros casos, la sorpresa por no ser precavidos nos puede dejar a merced del abrazo mortal.

Daniel García