NUESTRO GAUCHO ORIENTAL. Por María Celia Barboza

Hubo un tiempo, más o menos una década y un lustro que nuestro campo y sus aconteceres fue dejado de lado. No se valorizo en toda su magnitud su real significado y daba la impresión que sólo interesaba su aporte económico. Debió cambiar el color político del gobierno para que, la realidad cambiará, y así vimos y vemos a las familias de nuestra Campaña,volver a manifestarse, volver a ser ellos mismos. 

Es un placer recorrer nuestras rutas, a un lado y a otro de las mismas, las plantaciones,se apropian de los campos, el ganado pasta tranquilo, se reproduce y crece. Por acá y por allá el hombre y sus máquinas plantan, cuidan cosechan, y obtienen sus excelentes resultados. La familia se integra al trabajo, los hijos van a estudiar a la ciudad para regresar preparados a volcar los conocimientos sobre el surco noble que se abre, para recibir la semilla y cuidarla en todo el crecimiento hasta la época de la cosecha.

La mujer, la esposa, la madre, se divide entre el campo y la ciudad para apoyar, cuidar, y estar presente donde se la necesite. Pero hubo otro tiempo, muchos siglos atrás que nuestros campos no estaban poblados, eran grandes extensiones de tierra muy fértiles, con ricas pasturas, bañadas por ríos, arroyos y cañadas . 

El primer Gobernador criollo del Río de la Plata fue, Hernando Arias de Saavedra, Hernandarias. A él le debemos la Introducción de la ganadería, y como una marca registrada de nuestra historia el ganado precede al hombre. Se reproduce libremente, sin la intervención de él, así se incorpora a su geografía, como un elemento cultural más, como el Mburucuya, como la Pitanga,como el Araza, como el Espinillo.

Nuestra Pradera Oriental, ya convertida en verdaderas minas de » cuero y carne», esperará a los primeros pobladores con los brazos abiertos. Los Sacerdotes misioneros fundan sus primeras reducciones para el indígena en las zonas de Santo Domingo de Soriano,Víboras, Espinilla y el alto Uruguay.

En 1680, y en nuestro territorio los Portugueses fundan la Colonia Do Sacramento, bastión importante tanto para Portugal como para España. La primera atacaba y la segunda se defendía con la consiguiente concentración de fuerzas. En este escenario nacerá el comercio ilícito con los Portugueses, la riqueza mayor, el cuero, que toma un valor inimaginable,se valoriza. De esta manera comenzarán las Vaquerias (tema que trataremos en próximas entregas)

La explotación de la riqueza pecuaria se vuelve desordenada, esto trae aparejado repercusiones sociales. 

De esta manera, en medio de la matanza indiscriminada de ganado vacuno con técnicas casi salvajes como el desgarreteo (era el arte de cortar el tendón del animal con la media luna), se fue poblando nuestra Pradera de faeneros, bucaneros, banderines. Pero, también llegaron a estas Praderas ricas en pasturas y ganado, muchas personas cristianas que querían «vivir sin Dios, sin Rey y sin Ley».

Así nace el Gaucho Oriental, y de nuestro Gaucho es que quiero escribir hoy.

Debo decir antes que, nuestro Gaucho ha sido querido por unos, y menospreciado por otros. Existen pinturas por ejemplo del Pintor de la Patria, Juan Manuel Blanes, que recrea la imagen del Gaucho y de la China en su cotidianidad. En la  pintura «El barco que parte,» deja plasmada toda la parsimonia y tranquilidad del Gaucho.

Nuestro Gaucho es más hijo de la Pradera que del mestizaje. Lleva en él y con él su Horizonte, no conoce límites ni obstáculos para su andar, amó la Libertad más que a su vida, su único límite era su voluntad..

Nuestro Gaucho fue Autarquico por excelencia,  en esa libertad , y autarquia tenia un lema » si necesito una camisa me conchabo, si la tengo me paseo. Si se enamoraba de una China, la raptada de su tolderia y armaba rancho o tolderia aparte.

El cuchillo fue en su mano como su sexto dedo, lo manejaba con gran destreza, dominando la materia prima del momento; el cuero, y así supo ser un mañoso artesano de grasas y sobeos.

Su valor superior fue el Coraje, eso formó su personalidad y carácter al enfrentarse de igual a igual, en sus extensas tropeadas al Puma, al Yaguarete, al indio,  al bandeirante. 

En esa inmensa Pradera con mucho horizonte, y sin límites,  sintió que la tierra era de «naides», como el pasto que pisaba, como el cielo , como el agua, como el aire, como las Cañadas, los Ríos, los Arroyos, por lo tanto nunca adquirió el sentido de la Propiedad.  Era un solitario, observador, y contemplativo, así conoció los íntimos secretos de la campaña. Se deslizaba en las encrucijadas, en los pasos, en el monte enmarañado, y tupido como un felino. Era capaz de sentir y oír hasta el mínimo rumor, su sigilo era único, era propio de él, inalienable.  

Estamos frente a nuestro Gaucho que, con su experiencia inauguró el secreto de la baquia (conocimiento práctico del campo) el baqueano. Esa era su realidad, a la que le agregó la de juglar,  por ejemplo, conoció la Guitarra Ibérica, fue capaz de relatar y cantar los sucesos de sus patriadas. Hizo del mate (hábito guarani) su compañero que, lo ayudó a alimentar y estimular su imaginación.

El Historiador Roberto Ares Pons, (uruguayo), nos decía que «era extremadamente individualista, quizás esta característica la haya tomado del español. Era un tipo solitario, desarraigado, despegado.

Como decíamos, sus vínculos eran generalmente esporádicos, decididos por él, por eso, antes del 1800, era difícil encontrar familias constituidas en la campaña,  no existen uniones duraderas y permanente, los hijos del Gaucho se criaban en un matriarcado doméstico.

Alberto Zum Felde, Historiador uruguayo, nos dice que «el Gaucho es guacho.»

Intuitivamente elige a su patrón, mas tarde a su Caudillo, (del latín cab, cabeza), le es fiel, pero porque lo siente no porque se lo impongan, fidelidad que, es como una devoción, admiración a su Caudillo, siente que recibe amistad, protección, cariño, y también la brinda, al extremo de agotar todos los recursos en defensa de su Caudillo y de sus ideales.

En nuestra tierra el Primer Gran Caudillo fue José Gervasio Artigas, a el se unió el Gaucho, conformando esos ejércitos irregulares de las primeras Patriadas.

En este escenario , y época debemos decir que, la mujer, y su femineidad conforman por supuesto la Historia de nuestra vida durante todo este tiempo.

Junto al Gaucho encontramos a la China, esa imagen matriarcal y decidida, capaz de tomar la Lanza y acompañar a su Gaucho, a su hombre, y que también merece capítulo aparte. La mujer que desde siempre entendió cual era su rol en aquella incipiente sociedad, madurando sentimientos, deberes, responsabilidades, convirtiéndose en uno de los horcones fundamentales de la misma.

Será hasta la semana próxima Dios mediante.