No fue un 1º de Mayo más. Decidí salir a recorrer las calles y me di cuenta que medio Uruguay estaba en las playas, los balnearios, Buenos Aires y lo que quedaba en Montevideo estaba caminando por las ramblas. Un día hermoso de sol y miles de personas salieron a disfrutar de nuestra costa rioplatense. Me quedé muy preocupado y para mis adentros dije: ¿Quién queda entonces para ir al acto del 1º de Mayo?
Un sudor frio recorrió mi frente y salí como escupida en plancha rápido para mi casa a ver la tele. Algún canal debería trasmitir el acto sindical conmemorativo de los 40 años históricos de aquel acto repleto de gente en 1983 que quería retomar el camino de las instituciones democráticas. Prendí la tele y ya estaba hablando el primer orador. Era el sr Martin Pereira de COFE. El tipo tenía más nervios que un churrasco de oferta en carnicería de barrio. Un tembladeral con furcios y malas acentuaciones igual dieron para aquilatar lo mucho que alguien puede llegar a falsear la verdad en un discurso de 15 minutos. Debo reconocerle que no es fácil hablar en público si no estás ducho en la materia. Dijo que este gobierno había aumentado impuestos, combustibles y tarifas como nunca. Mis oídos no lo podían creer. O mejor dicho supongo que habrá querido decir que lo “hizo a la baja” como nunca. En fin. Una retórica para el mejor olvido. Luego vino una sindicalista con bastante más “oficio” y dio un discurso plagado de lugares comunes, pero al menos con una estética más acorde a la trascendencia del acto. Finalmente cerró el asertivo y solvente Abdala.
Pero antes de analizar sus palabras debo señalar algunas inconsistencias que encontré en las imágenes recibidas por tv. La primera es que cada vez se ve a menos gente de los partidos tradicionales. Solo el amigo Delgado y la legisladora Gloria Rodríguez y pará de contar. El ministro Mieres que ya va resignado a recibir algunas decenas de “puteaditas” y a esperar el reconocimiento al final de Mujica que lo felicita por su gesto republicano y poco más. Y el resto de los políticos que veréis allí son parte de la farándula frenteamplista de siempre. (Pereira, Orsi, Pepe Bergara, Cosse y 3 o 4 más)
VTV osó hacer un par de tomas aéreas del acto y se arrepintieron rápido y no mostraron mas nada. Huecos por todos lados, 3 mil personas como mucho si es que llegaban a eso y hasta huecos en las sillas (que no eran muchas) en el estrado.
Detrás del orador un hermoso termo Stanley de 4 mil pesos (valor aproximado en free shops) y un mate acorde a la jerarquía de ese cebador sindical. Si algo me generó envidia en el acto fue saber que ese sindicalista toma mate con un termo inaccesible para mis escuálidos bolsillos. Pero todo esto es anecdótico y menor por supuesto. Si siguen haciendo actos así con tan poca gente el año que viene sugiero hacerlo en el Mac Donalds de Montevideo Shopping. (no se enojen muchachos, va en joda y en una buena).
Y dejé para el final los contenidos del encendido discurso del sr. Abdala.
Tras una introducción histórica digna del mejor aplauso hizo luego una alusión a casos de corrupción inaceptables en este país. Esperé menciones a Morabito, Charles Carreras, Lorenzo, Calloia y el señor de la derecha, o del mismísimo Sendic pero NO. Nada de eso iba a salir de los labios del turquisimo sindicalista. Se refería a Astesiano y Marset. Con una superficialidad que asustaba hizo mención a esos nombres y escapó rápido del tema. Nos esperaba luego un ataque furibundo al capitalismo como padre de todos los males que alimentan filosóficamente a este gobierno.
Obviamente ese capitalismo salvaje que vivimos nos lleva a privilegiar a los “malla oro” en desmedro de las clases mas postergadas. (Se supone que Abdala las representa)
Y por último nos termina planteando que quiere reducir la jornada laboral y ganar mas plata. Y ahí fue donde coincidimos con el hombre. A mí me pasa lo mismo.
Sobre el final me dio la impresión que Abdala sufre de una crisis de identidad. En estas épocas en que la gente se auto percibe cualquier cosa distinta a su naturaleza. A él le pasa algo parecido. Es un sindicalista que se auto percibe Presidente de la República. Y esto lo afirmo porque sobre el final del discurso anunció que está preparando un programa que es algo más que una plataforma de soluciones políticas para salvar este país. Y todo de cara al famoso Congreso del Pueblo que están preparando para los próximos meses. En vez de tratar temas vinculados al mundo del trabajo el temario –en cambio- habla de la infancia, de la matriz productiva, de un cambio constitucional, de la seguridad pública etc etc.
En fin. No quiero ser aguafiestas tampoco. Era un 1º de mayo muy particular. La economía ha despegado, ha bajado la inflación, y empezó a acelerarse la recuperación del salario. Hay menos desempleo y han bajado los índices de pobreza.
Si bien de todo no te vas a enterar en los discursos del 1º de Mayo pero queda claro que esa coyuntura tan favorable que vivimos y que nos hace ser distinguidos en la región y en el mundo como un caso digno de elogios hace que la gente prefiera irse a Buenos Aires a sentirse “rico” con 200 dólares o irse a las playas a comer asado y no tenerse que fumar al turquito, a Gerónimo o a Lucia Topolansky en un acto que poco aporta y que es “más de lo mismo” luego de 3 años de pura manija y palo en la rueda.
A destacar que en definitiva los pocos políticos no frentistas que fueron dieron una clase de republicanismo replicada por unos cuantos militantes sindicales que por suerte estuvieron a la misma altura cívica. Rescato que sigamos teniendo una democracia que permita y aliente a los que disienten y puedan manifestarse. Y en cuanto al capitalismo y sus críticas, a esos termos Stanley y ropas caras y de marca de algunos referentes del comunismo vernáculo…mi mensaje en un día como hoy es y será:
“HASTA LA VICTORIA …SECRET”
jrpuppo