AFGANOS EN URUGUAY ¿QUIÉNES VIENEN Y CÓMO SON?

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Por: Dr. Juan Ramón Rodríguez Puppo.

¿Qué normas regulan la inmigración en Uruguay?
Esa es la 1º pregunta que debemos respondernos antes de abrir una opinión sobre este tema. El Uruguay es un país de puertas abiertas ya desde lo que impone su carta Magna pero como todo derecho o principio no es absoluto. El art. 37 de la Constitución es claro y dice que es libre todo ingreso de extranjeros salvo que los mismos tengan defectos físicos, morales o mentales que afecten a nuestra sociedad. Queda claro que la redacción es un tanto pasada de moda (por decir algo suave) pero es la norma madre que nos obliga a todos. Y si tuviera que interpretarla en su sentido literal diría que: El extranjero es libre de venir a vivir acá pero no cualquiera. La Constitución manda al legislador a reglamentar las distintas modalidades de ingreso y permanencia en el país. Entre ellas está el estatuto del refugiado. Nos regimos actualmente por una ley de 2006 al respecto (la 18076) y ese sería el conjunto de normas a aplicar en el tan sonado caso de las últimas horas respecto a recibir 15 familias afganas que –según se nos dice- escapan del cruel régimen talibán que ha asolado el país asiático de marras. Entonces corresponde estar a la altura de las expectativas y recibirlos con los brazos abiertos y con vocación solidaria. Nos lo manda la ley y nuestra rica historia al respecto.
¿Pero ha sido tan rica? No siempre. La última experiencia con las familias sirias de prisioneros de la base en Guantánamo tuvo de todo. Las idas y vueltas con Dhiyab y algunos momentos de tensión para adaptar a esa gente al país y que ellos se adaptaran a nosotros fue una muestra que no alcanza con buenas intenciones. Finalmente fue una experiencia que dejo tragos amargos pero que también tuvo final feliz en algunos ejemplos concretos. Hoy a ¿A quiénes vamos a recibir? ¿se podrán adaptar a nuestra sociedad y su cultura? ¿Quién les va a armar su proceso de inducción al país?
La sociedad afgana es parte de un crisol de etnias. Coexisten al menos 25 de las cuales una (los Pashtunes) se puede decir que constituyen la minoría mayor. Cerca del 40 por ciento de la población son pashtunes. Con origen indo-ario, mayoritariamente sunies y de religión no 100% musulmana (pero es la que predomina) los pashtunes son personas que se organizan en familias, clanes, tribus y tienen una cultura que alienta un derecho consuetudinario que marca claramente su aversión por la presencia de un Estado o cualquier autoridad que intente regular sus vidas. La Badal es su ley y es un código de conducta no escrito –pero que se respeta- en la que el sentimiento que predomina para hacer justicia es la VENGANZA.
Para los pashtunes el Nang (honor personal y de clan) es algo muy importante y de sentirse ofendidos o si sienten que se cometió delito contra ellos, esos delitos no prescriben hasta que la venganza se haya convertido en justicia. El Dog Pasbani es un procedimiento de consulta a los ancianos del clan o tribu o familia ante situaciones dudosas o críticas.
Hay otras etnias como los Tayicos, Hazarras y Uzbekos (norte) entre tantos que también aportan diversidad de origen, cultos y cultura pero debe decirse que probablemente los refugiados que vengan al Uruguay sean mayoritariamente pashtunes. Los talibanes son pashtunes también. Sólo que han exacerbado todo lo negativo que se puede encontrar en esa cultura y de alguna forma u otra hasta han traicionado la vieja cultura pashtuna importando una “arabización” de Afganistan. Hay que recordar que ellos no son árabes, aunque muchos sí son musulmanes (que no es lo mismo obviamente). Aun no siendo talibanes, los pashtunes no le imponen la obligación del burka a la mujer pero sí la obligación de usar el velo para tapar la cara. Yo me pregunto si tendremos certezas que los padres de familia que vendrán al Uruguay cumplirán o no la moderna legislación uruguaya que ha buscado la igualdad y una mirada de género que dudo mucho que ellos puedan adaptarse a la misma.
Otros me dirán que somos nosotros los que nos tenemos que adaptar a ellos o no meternos. Y capaz tienen razón. Pero si vienen a este país va de suyo que deben cumplir las normas que obligan a todos los que aquí se asientan para construir una sociedad que viva en paz.
Mi planteo respecto de las características más sobresalientes de nuestros potenciales refugiados afganos, lejos se propone poner trabas a su llegada. Por el contrario. Soy un defensor de la rica tradición de hospitalidad y sentido solidario para recibir gente que la está pasando mal en otras latitudes. Pero solo pido cuidado. Son muy diferentes a nosotros. Muy.
A no repetir malos tragos de anteriores gobiernos en los que según dijo un ex Presidente: “trajimos unos sirios a cambio de una venta internacional de naranjas y nada más”. Solo repensar esa frase del Pepe me genera un cierto asquito y la quiero olvidar. Por tanto, no me interesa que el Uruguay se enfrasque en una experiencia que nos genere consecuencias indeseadas o que se frustre por omisión en la inducción. Como dijera aquel viejo humorista argentino no exento de razón: “Si lo vamos a hacer…hagámoslo bien”
jrrpuppo

1 COMENTARIO

  1. Ya tuvimos dos ecperiencias furante el gobierno del FA . Los Sirios, recontra complicados y pasados de «listos» queda alguno??
    Los de Guantanamo. Mas complicados aun con Diyab a la cabeza(ahota vendiendo bombas por alla) queda alguno?? Naranjas ?? Fue algun cajon??

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