El año pasado el Presidente declaraba, “Uruguay quiere jugar en la cancha grande”.
Así es que comenzó su peregrinación, acompañada de discursos contundentes pero de resultados magros.
Primero tensó la cuerda con el Mercosur; ser reunió con Abdo (Paraguay) buscando una agenda bilateral. Llegamos hasta el punto de que, afirmando el Presidente que buscaría TLC con China, se “armara cocoa” con el vecino de en frente.
Siguió adelante por el camino hacia China, resultado: CERO
Junto al Canciller Bustillo viajaron a Oriente Medio buscando inversiones. Llegaron a Catar. Resultado real: CERO
En junio, dio un paso atrás y resaltó unión comercial del Mercosur e instó a que el Mercosur como bloque buscara nuevos mercados.
No hace tanto, instó a que Uruguay hiciera TLC con Estados Unidos. Ese tren que perdimos hace años gracias al Frente Amplio; aunque luego el Ex Presidente Vázquez fuera muy tranquilo de papeles a hablar con Estados Unidos y ver si de paso, como la cosa con los vecinos de en frente (nos estaban bloqueando los puentes), nos podían ayudar si la mano se ponía más dura.
Se ha reunido con la unión de exportadores, que aún exportando, necesitan más.
Mientras tanto, los uruguayos de a pie, los que trabajamos y damos trabajo y mantenemos eso que se llama Estado. Somos los que hacemos girar la rueda.
Además de que tenemos altas chances de comer carne brasileña; porque la solución de que baje el precio es que los uruguayos consumamos carne de menor calidad de la que producimos.
El Presidente hace lo del acápite. El magro trabajo del Canciller, eso, eso es cuento aparte.