El atentado suicida es una de las tácticas habituales de los “yihadistas”.
Se emplea contra civiles y militares.
Esta forma de proceder es criticada por algunos sectores musulmanes por ser contradictoria a las enseñanzas del Islam. Los grupos radicales apoyan el atentado suicida y se refieren al mismo como operación de martirio. Creen que los atacantes suicidas, mártires de la Yihad, recibirán la recompensa de ir al JANNAH (paraíso).
Tratar de determinar los motivos que provocan la conducta del terrorista suicida no conduce a nada.
El racionalismo occidental establece que sumar dos más dos debe dar cuatro. El simbolismo islámico establece que sumar dos más dos puede dar cinco.
Un libro de criminología indicaba: “El terrorismo no es campo de la criminología. Un libro de psiquiatría indicaba: “El terrorismo no es campo de la psiquiatría”.
Respecto a las acciones violentas, un siquiatra me aportó un dato curioso: “Respecto a las enfermedades de la mente, nadie está completamente enfermo ni totalmente curado”. Curiosa paradoja.
Las fuentes religiosas brindan alguna pista.
El Corán, Sura CVIII, versículo 2. Dice: “Dirige tu plegaria al Señor e inmólale víctimas”.
El Corán, Sura II, versículo 23, dice: “Anuncia a los que creen y practican las buenas obras que tendrán por morada jardines regados por corrientes de agua. Cada vez que tomen algún alimento de los frutos de esos jardines, exclamarán: He aquí los frutos con que nos alimentábamos en otro tiempo; pero solo tendrán apariencia. Allí hallarán mujeres exentas de toda mancha y allí permanecerán eternamente”.
El Corán, Sura IV, versículo 60, dice: “Los que crean y obren el bien serán introducidos en los jardines regados por corrientes de agua; permanecerán allí eternamente; hallarán mujeres exentas de toda mancha y deliciosas sombras”.
Vaya uno a saber cómo es todo esto.