Por: Dr. Fernando Caride Bianchi
“La Coalición Republicana formada entre los partidos que compiten electoralmente con el Frente Amplio vino para quedarse y no solo porque sus dirigentes lo quieran, sino porque sus votantes, la gente así lo quiere”
Corría el año 1996 y en el Uruguay se aprobaba una reforma de la Constitución que no sólo cambiaría el sistema electoral uruguayo, sino que mucho más que ello, cambiaría el relacionamiento político de los partidos políticos en el país.
En efecto, a partir de la constitución vigente desde 1997, empieza a regir en Uruguay el sistema de Balotage o “Segunda Vuelta”, para el caso de que en la primera, ningún partido obtenga la mitad más uno de los votos.
En los comicios del año 1999, el Partido más votado fue el Colorado pero no logró la mayoría necesaria en la primera vuelta como para evitar el balotage. En consecuencia, en dicho año hace su debut en el sistema electoral la “Segunda Vuelta” y en este caso las opciones serían Partido Colorado y Frente Amplio.
Como resultado de esa elección fue electo Presidente el Dr. Jorge Batlle. Pero quizás la actuación más recordada en esa campaña electoral fue la del Dr. Luis Alberto Lacalle Herrera, quien recorrió todos los rincones del país pidiéndole a sus correligionarios que, en el balotage, optaran por el Dr. Batlle.
Seguramente para el Dr. Lacalle, lo que estaba en juego no eran cinco años de gobierno en donde el Fre nte Amplio tenía chance de ejercerlo. Lo que estaba realmente en juego era un modelo de país, asentado en valores y principios que habían regido a lo largo de toda la historia.
Pero el electorado común no lo entendió de esta manera. Los ciudadanos no pertenecientes al Partido Colorado que votaron a Jorge Batlle en la segunda vuelta, lo hicieron, en su gran mayoría, para que el Frente Amplio no accediera al poder. No por identificarse, de una u otra forma con el Partido Colorado.
Quiso el destino que en el año 2004, luego de una gran crisis económica que se origina en Argentina, el Frente Amplio triunfe en primera vuelta en las elecciones de dicho año.
A partir de ahí, fueron 15 años ininterrumpidos de gobierno del Frente Amplio, años en los que el PIB, en virtud de la coyuntura internacional favorable y de los altos precios de los comodities, tuvo aumentos históricos, pero eso fue acompañado también, con un endeudamiento externo histórico (U$S 60.000.000.000), sí sesenta mil millones de dólares.
Estos quince años de gobierno frenteamplista, posibilitaron que se pudiera confrontar empíricamente dos modelos de entender un país. En esos años se pudo ver la opacidad y falta de transparencia en muchísimos actos de gobierno. Se pudo apreciar el despilfarro de los dineros públicos. Que la asistencia social estaba determinada por elementos electorales, convirtiendo a los pobres en nichos de mercado electoral. La voracidad fiscal, tanto en materia impositiva como tarifaria. La falta de empatía para con los que arriesgaban su dinero y esfuerzo en alta de empatía para con los que arriesgaban su dinero y esfuerzo en emprendimientos privados.
También se observó como se pensaba más en los victimarios que en las víctimas, lo que sumió a la sociedad en un verdadero caos producto de la inseguridad. Ni que hablar de la Educación, a la que le dieron recursos como nunca y su calidad fue la peor de la historia del país. Y por último lo que también quedó de manifiesto en esos quince años de gobierno, fue que la corrupción, lejos de haber disminuido, aumentó tanto en cantidad como en calidad.
A todo lo dicho hay que sumar la constatación del doble discurso de la Izquierda, por un lado cuando era oposición y por otro durante los 15 años de gobierno. A modo de ejemplo solo mencionaremos algunos temas como el tratamiento de la deuda externo; la extranjerización de la tierra, la postura ante la instalación de las Papeleras, el tema de la Banca, y un largo etc. etc.
Como reacción a a lo anteriormente descripto y a muchas otras cosas más, se presenta u n modelo donde sus pilares son el republicanismo, la Libertad, la idea de un Estado que no asfixie al empresario, sea chico o grande, pues son éstos los que harán crecer al país. Un modelo de país donde nuestros valores y principios ancestrales cobren nuevamente vigencia plena. Donde lo político NO esté por encima de lo Jurídico. Donde la transparencia y la moralidad administrativa sean un faro para el gobierno. Una visión donde se privilegie y fomente el Trabajo y no el Asistenccialismo.
Como consecuencia de esta comparación empírica de los dos modelos de país, nace en la gente el concepto de Coalición Republicana. Los uruguayos entendieron que los distintos Partidos Políticos que proclaman un modelo de país distiendo al
frenteamplista, ya no son enemigos, sino compañeros para poder alcanzar ese modelo común. Y que las diferencias que surgen entre ellos, muchas veces está en los énfasis que se pongan en cada tema.
La experiencia de las elecciones de 2019, marca un antes y un después en el funci onamiento del sistema político en el país. Ya no se pensará más que lo que está en juego es la Elección Nacional, sino que todos tendrán claro que los que está en juego es el país, con sus valores y principios republicanos, los que lo hicieron grande y distinto al resto de Hispanoamérica.
Por otra parte, en la práctica se ha demostrado y comprobado que la Coalición Republicana ha funcionado muy bien, tanto a nivel del Poder Ejecutivo y los organismos públicos en general, como en el ámbito parlamentario. Pudiendo decir incluso, que los matices que existen y muchos han quedado de manifiesto, son de menor entidad y profundidad, que muchos de los que se evidenciaron entre los distintos partidos y movimientos que integran la coalición de izquierda Frente Amplio en sus 15 años de gestión.
Tanto dirigentes políticos de los distintos Partidos que integran la Coalición Republicana como sus militantes, tienen la responsabilidad de cuidar y fomentar el funcionamiento de esta gran herramienta que es el único m edio idóneo para lograr
que el Uruguay mantenga los valores y principios de trabajo, libertad, progreso genuino, respeto del Orden Jurídico y republicanismo.
Muy bueno,ahora a seguir pensando en esta gente que ya está luchando para regresar.Ellos piensan q esto es perder 1 batalla pero no la guerra.