Por: Semanario Contexto.
CE – Si bien conocemos, y reconocemos que muchos ciudadanos saben quién es Juan Ramón Rodríguez Puppo, cuéntenos y cuénteles, ¿Quién es Juan Ramón? (Orígenes, familia y formación).
RP-Una persona de extracción social y familiar muy humilde que tuvo mucha suerte en la vida. La suerte de crecer en una familia que despuntaba del origen humilde y sacaba cabeza y que me hayan permitido tener una formación de buen nivel y hacer una carrera universitaria. Mis viejos si algo me dejaron fue la necesidad de aprender a aprender. Y eso me marcó para siempre. Aprender idiomas, formarme en el arte y en las ciencias al mismo tiempo. Ser curioso por definición.
CE-¿Cómo y por qué llega a la simpatizar por una determinada fuerza política? ¿Por cuál?
RP– Desde adolescente me sentí profundamente batllista. En mi familia había de todo pero a mí me sedujo la sensibilidad y la lectura de la historia. Mi viejo era ultra liberal y de extracción nacionalista pero totalmente atrapado por la figura de Jorge Batlle. Tanto que un día cruzó los limites partidarios y terminó votando colorado. Yo no era tan liberal como él. En el 80 me vinculé por tema de estudios a la familia Franzini Batlle y conocí a gente maravillosa en el batllismo que mucho me enseñó. Eran épocas en las que reivindicábamos la democracia y nos dolía la dictadura. Pero no teníamos información suficiente. Solo ganas de dar una mano para retomar el camino democrático.
CE-¿Cree que la pandemia dejará una lección en nuestra sociedad? Y si así fuera, ¿qué cree usted que dejará en el colectivo ciudadano?
RP– La pandemia aportó una lección importantísima. La libertad paga. Si queremos podemos ser libres y al mismo tiempo disciplinados. No es necesario que se nos quite la libertad para que tomemos conciencia respecto de nuestras obligaciones y hasta de nuestra solidaridad con los demás. La pandemia fue eso. Me cuido y te cuido. La pandemia tuvo triunfadores y derrotados también en lo filosófico. Perdió el autoritarismo. Venció la libertad.
CE-.- ¿Cuál es el desafío más importante que le ha tocado transitar en la vida, y qué le dejó de experiencia?
RP-Ganarme a mí mismo y a mis defectos. Vencer la tentación del masajeo del ego cuando las cosas te van bien. Y levantarse de las frustraciones y derrotas. Fui un tipo con muchísima suerte y de muy joven tuve la oportunidad de ser un gerente importante de una multinacional que tuvo un cuarto de hora además muy exitoso. Un día esa empresa se vendió a una franquicia nueva y tuvimos que caernos desde un 9 º piso al suelo. Pasar del mayor éxito pensando que una empresa extranjera es tuya porque te pusiste la camiseta y quedarte en la calle fue un golpe durísimo (como tantos otros). Y no solo lo pude hacer, sino que además el destino me puso a prueba en un sinfín de nuevos desafíos con nuevas levantadas y nuevas caídas. Pero aquello me marcó y me generó una cascara dura para siempre. En esa empresa internacional (Pepsi) llegué hasta armar un plan que convertía a todos los trabajadores en futuros accionistas de la compañía. Mi rol de director de Recursos Humanos en esa época me hizo sentir que lograba hitos increíbles y un día me bajaron de un hondazo porque la empresa ya no iba a pertenecer más a la casa matriz y yo como otros debíamos salir. Fue durísimo, pero aprendí mucho. Lo primero que aprendí es que nunca sos dueño de nada. Y menos si sos empleado por más jerárquico que seas. Dependes de los demás.
CE-¿Cuáles entiende usted que son sus fortalezas? (Personales/Profesionales)
RP– La capacidad de encarar cualquier cosa, aunque parezca imposible. Un día quise convertir en accionistas a los laburantes de una fábrica y estuve muy cerca de lograrlo. Un día quise ser dirigente de Peñarol y tuve mi lindo cuarto de hora en el club. Me convencí que mi plan de vejez iba a ser arriba de un escenario y cantando profesionalmente y lo terminé logrando. O aparecer en un programa de televisión como panelista político. ¿Quién iba a decir que yo iba a terminar en eso a los 60 años? Ser un audaz que quiere aprender es un punto fuerte mío. Considero una fortaleza no haberme satisfecho con el título de Abogado y haber salido a aprender otras disciplinas u oficios. (Recursos Humanos, forestación, canto, o hipnotizar personas, etc.)
CE- ¿Cuáles entiende usted que son sus debilidades?
RP– Mi temperamento. Me caliento con cierta facilidad y ahí me puedo ir de boca o hacer macanas. También tengo el defecto de esperar demasiado de otras personas. Lo quiero mejorar eso. Los demás son distintos y tienen otras necesidades que yo a veces no puedo distinguir o valorar. Y eso es un error de mi parte.
CE-.- ¿Ha tenido la sensación del fracaso alguna vez? De ser así, ¿cómo ha moldeado ello su vida?
RP– Creo que ya lo contesté. He cohabitado con el fracaso. Un gran embustero es. Tanto como el éxito. No siempre el fracaso se debe a tus defectos ni siempre el éxito se debe a tus virtudes. Hay una cuota importante de estar en el lugar indicado en el momento indicado. O sea…el traste existe. Lo que sí puedo asegurar es un dicho que he escuchado por ahí en mi vida deportiva: “A la suerte le gusta ganar”. Hay un porcentaje de todo que hay que adjudicarlo a la actitud para hacerte socio de la suerte.
CE-.- ¿Cuáles son los ejes que considera principales para mejorar la calidad de vida de los uruguayos?
RP– Me parece que la calidad de vida de los uruguayos ya de por sí es de las mejores que se pueden encontrar en el planeta tierra. Por tanto hay que promediar hacia arriba. Me consta que hay mucha gente que no la pasa bien. Pero también me consta que el ser humano es uno solo y que si viniera desde otro planeta y diera una mirada por todos lados y me pidieran un lugar para nacer diría: Uruguay. El que vive peor en este país es un duque si lo comparamos con cómo viven muchas personas en extensas regiones del mundo. No me conformo con eso pero es una realidad que la he comprobado con mis ojos.
Pero para dar una respuesta que no sea conformista creo que nos debemos un replanteo de nuestra matriz batllista. No es una apostasía la que hago. Es un sincericidio. Los batllistas de los batllistas de Batlle y Ordoñez hemos exprimido conceptos (algunos muy pasados de moda) pensando que podemos organizar una sociedad en la que todo nos lo resuelva un Estado Protector. Ser el escudo de los débiles no significa necesariamente un Estado con elefantiasis que acogote al emprendedor privado. En el mundo moderno importa cambiar algunos paradigmas. Lo que es innegociable es el principio y el sentido de solidaridad hacia el más débil. Todo lo demás es revisable y hay que adaptarlo a los cambios que se están procesando en el mundo. Ser sensible a la agenda de derechos sin convertir las minorías en agentes de tiranía cultural que se imponen sobre todo y sobre todos. El mundo que se viene estará lejos de la realidad de la segunda revolución industrial y del modelo batllista que a partir de eso se instaló en el Uruguay. Hoy la vieja fábrica es la cabeza de las personas. Sueño con un Uruguay donde prime la inteligencia y que eso además se venda y caro. Mi batllismo es un verbo conjugado en gerundio. Es acción y anticipación al futuro. Batlle era eso hace mas de 100 años. Si nos ve hoy tratando de interpretar sus postulados de esa época nos mata a todos. El tipo era anticipación al mundo que se viene. Los batllistas se comieron la pastilla para siempre e intentaron interpretar un pensamiento estático de un ideólogo que fue dinámico y osado. Hoy no existe el batllismo. Ya fue. Solo puede existir la praxis batllista. El verbo en gerundio. Nunca en pasado.
CE-¿Es usted lector? ¿Qué tipo de lectura recomienda y por qué?
RP– No soy un lector de novelas y tal vez no sea un gran lector de libros. Lo hago pero de manera inconstante. Eso sí me devoro todo lo que encuentro ya sea libros, publicaciones, blogs etc. De adolescente me marcaron Enrique Jardiel Poncela, Benedetti y me leía todo lo de Jeremy Rifkin para lo empresarial y de pibe me encantaba Alexandre Dumas. Ahora leo aHarario UmbertoEccoy autores uruguayos como Haberkorn, Lessa o el mismo Tomas Linn entre otros.
CE-¿Qué es el Éxito para usted?
RP– Levantarse y reponerse del fracaso. No deber plata. Tener salud y viajar. Tener una familia y mantenerla con amor recíproco. El día que no sea reciproco no sé si habrá amor. Sentir que sin ofender podes decir NO a lo que no te conviene o a lo que te quiere sujetar o volver dependiente. Ser libre de veras es eso. Tener amigos. Sentirte orgulloso por la categoría humana de tus pocos enemigos. Si son eso que son…es porque la vida te ha extendido un certificado de buena conducta.
CE-¿Cuáles son las fortalezas de Uruguay en el contexto mundial?
RP– URUGUAY es parte del granero del mundo. Tiene agua potable y tiene puerto. No sufre de catástrofes naturales y está bastante lejos geográficamente de las zonas conflictivas del mundo. Su gente sigue siendo bastante amable y hasta cierto punto “culta”. (cada vez menos lamentablemente).
CE-.- ¿Cuáles son las debilidades de Uruguay, que dificultan una mayor prosperidad como Nación?
RP-El Uruguayo sigue dependiendo demasiado de lo que puede venirle desde “arriba”.Un país caro y que espera demasiado de la política. En un mundo que ha superado al comunismo en el Uruguay parece tener muchos adeptos. La izquierda hoy tiene 10 senadores en 13 que responden a sus opciones más radicales y 35 diputados en 42. Eso es un lastre. Falta un equipo más fuerte en el “centro” de esa izquierda para que el “centro” de los partidos tradicionales puedan tender puentes transversales y se negocien acuerdos más inteligentes. No se puede ser próspero en nación alguna con tantos socialistas. Uruguay crecerá el día que vuelva a tener una izquierda extrema y una derecha extrema que sean realmente minorías insignificantes.
CE-¿Cree que hay una decadencia de valores en la sociedad?
RP– En cada generación siempre se ha hablado de la decadencia de valores. Discépolo nos enseñó hace 80 años eso mismo en su pesimista “Cambalache”. Los cambios sociales acá y en el mundo son más violentos y se dan con mayor frecuencia. Eso nos sacude el piso a los más veteranos porque a veces dudamos si queremos estar aún con vida el día en el que sea laico gratuito y obligatorio el pertenecer a una minoría heterosexual, casados y pagadora de impuestos no colgados a ningún plan social asistencial. No sé dónde vamos y tampoco sé si lo quiero ver. Me gustaría en este último quintil de vida evolucionar hacia un modelo que sea al menos funcional con mis principios. Te banco unos cuantos cambios. Pero me resiste a hablar en inclusive.
CE- ¿Todo tiempo pasado fue mejor?
RP -Como dice Les Luthiers. Todo tiempo pasado fue anterior. Algunas cosas sí lo fueron. Ahora hay otras posibilidades para todo. A mi dame la modernidad pero sin colectivos de género fanatizados ni instigadores maleducados de redes sociales ni lenguaje inclusivo. El mundo moderno ofrece más posibilidades y es más sincero y menos hipócrita.
CE-¿Qué mensaje desea dejar a la ciudadanía como referente en su especialidad?
RP– A cuidarnos de los panópticos. O sea de cómo se nos quiere imponer un modelo lineal de pensamiento único donde terminamos todos cuidándonos todo lo que vamos a decir por miedo a ser políticamente incorrectos. Y ahí es donde viene la autocensura más que la censura que también existe. Mi mensaje es de conciencia ambiental y de conciencia del cuidado de valores que no deberían tener época ni generación. Mantener el republicanismo por sobre las demagogias y los autoritarismos. Vivimos en una región en el mundo expuesta a venezualizarnos si dejamos crecer al socialismo. Eso se evita madurando un sistema liberal alternativo que funcione y que repose siempre en su idea básica de libertad. Por eso lucho y a pesar que me gustaría estar disfrutando tranquilo de mi jubilación quiero dedicar lo que me quede de vida para hacer mucha contracultura y ayudar a pensar a otros mientras yo sigo aprendiendo. Aprender de los otros es mi lema y mi obsesión.
Me encantó la sinceridad del tipo y la frescura. Se nota que no vende nada. Es así y si te gusta te quedas con el y si no te gusta lo eliminas de tu memoria. Su definición de batllismo me dejó pensando y mucho y hasta tiene razon
Es JR,que no esconde nada de su pensamiento,claro,frontal,multifacetico,sin engaños,dice y hace lo que dice,muy amigo de sus amigos,siempre da algo para aprender .
Y sin dejar las enzeñanzas del pasado camina abiertamente hacia el futuro,priorizando la libertad de pensamiento y la tokerancia en las discrepancias,jugando siempre para ganar,con el dialogo leal,sincero y aprendiendo siempre.
Excelente entrevista , gracias por compartir !! Un Sr con mayúsculas, siempre es un placer escuchar, un hombre sabio , aplomado culto generoso sincero
Lo sigo en Esta boca es mia y es un señor. Tiene que enfrentarse siempre a una persona mal educada como la sra. Andreoli y la maneja con total aplomo. A veces se enoja pero con razón. En esta nota muestra que es un hombre sabio y le brota la honradez de procederes. Que pena sea colorado.