Uruguay es el país de los gritos. Quién más grita, más derechos tiene.
Pero también tiene silencios atronadores. Temas nunca mencionados que afectan a partes importantes de la ciudadanía. Uno de ellos es el de los sueldos del personal del Ejército Nacional. Pero ellos no pueden hacer reclamos y por consiguiente quedan “a la mano de Dios”. Nadie se acuerda de ellos.
Su condición de “sumergidos” es otro grito atronador. Tienen los sueldos más bajos de la administración pública y muchos de ellos viven en los llamados “barrios de contexto crítico”. Allí cohabitan con gente de trabajo, tal como ellos, pero también con delincuentes.
La gran mayoría de los miembros del Ejército Nacional proviene de la clase media hacia abajo. No cuentan con ingresos adicionales, a no ser que tenga otro trabajo u oficio que muchas veces adquirió en el propio cuartel donde cumple su función militar. Su otra fuente son las misiones de paz, donde logra recursos que le permitan, por ejemplo, tener su casa propia o brindar algunas facilidades a su familia. Es irónico, pero debe irse al extranjero para lograr lo no alcanzado en su propio país. Tampoco se menciona el importante aporte recibido por el Uruguay gracias a las misiones de paz..
No tengo preferencias político-partidarias ni sigo a ningún líder o figura política. Por ende, puedo anotar sin compromisos mi opinión: el estamento político es el responsable de este estado de cosas, algunos de ellos por “comisión” (caso de la llamada “izquierda”) o por omisión (caso de la llamada “derecha”).
No existe una “cultura de defensa” en nuestro país. Así entonces, nadie sabe para qué sirve un ejército ni en que se emplea,
salvo en las mal llamadas tareas “subsidiarias”, por ejemplo, juntar basura, un claro ejemplo de demagogia ejecutada con mano de obra barata.
Y los costos políticos son enormes. Nadie quiere perder votos promoviendo cosas impopulares: ¿Aumentar el sueldo a los miembros del Ejercito?
Ciertos sectores de la sociedad concuerdan pero otros están en franca discrepancia.
Entonces comienzan las maniobras políticas (mejor dicho, ”electoreras”) por conseguir algo “ de favor”, como nuestra idiosincrasia lo determina. Mientras tanto, el “milico” que se arregle
como pueda. Soy hijo de un soldado y lo viví en carne propia.
Y así no es la cosa.
Coronel (R) Tilio Coronel.
CI 2 802 628-6
«Nada hay que esperar que no sea de Nosotros mismos»…..cada dia mas vigente!
También hay que decir más allá que son los peores sueldos ,no cobran salario vacacional ,no tienen horarios fijos establecidos (deben estar a la orden las 24 horas del día ) ,puede ser destacado por una cantidad de días que el superior disponga dentro del país sin derecho a reclamo ni compensación de ninguna índole ,sin previo aviso ,paga montepio durante 36 años ,si se retira con menos años vive como indigente y con el magro sueldo que cobra continúa pagando montepio hasta completar 36 años ,si tiene sueldo que llegue a la primer franja paga irpf y cuando se jubile paga iass ,no corresponde nocturnidad ,ni presentismo ,ni horas extras ,no puede faltar ni tener libre por cumpleaños o llegar tarde ,no acumula feriados , … A los que creen que es fácil, los desafío solo ,deben tener 18 años y buena conducta el resto es facilisimo . Creo que con estos datos voy a ver colas para ingresar .