El Batllismo está en el ADN de los uruguayos.

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El Batllismo está en el ADN de los uruguayos

“Que los ricos sean menos ricos para que los pobres sean menos pobres”

José Batlle y Ordoñez.

            Wilson Ferreira Aldunate llegó a decir: “En Uruguay hay tres millones de batllistas”. ¿Se equivocaba Wilson? ¿O el Batllismo está en el ADN de los uruguayos, mal que le pese a muuuuchos?

            ¿Dónde está José Batlle y Ordóñez hoy?

Porque muchos lo nombran y lo usan. Sí lo usan, política y propagandísticamente, pero nadie grita “Viva Batlle”.

            Cuando analizamos, tranquilamente, y sin apasionamientos partidarios, podemos ver tanto incoherencias como llamativas coincidencias.

El General Liber Seregni era batllista, y fundó el Frente Amplio junto a otros

 escindidos de los partidos tradicionales, como el también batllista Zelmar Michellini.

            Desde 1985 a la fecha, considerando como una nueva etapa de la vida política del país, “todos” los gobiernos, independientemente del partido que haya sido o sea actualmente, han mantenido las viejas estructuras estatales de principios del siglo pasado, salvo pequeños retoques.

            Han mantenido los monopolios estatales en energía, combustibles y agua.

            En materia de tercerizaciones de servicios, ha habido una importante intervención estatal, y el premio mayor se lo lleva el Frente Amplio en sus gobiernos departamentales y nacionales, llamativamente.

            Pero todos han mantenido el control estatal en la salud, la educación, la vivienda y parte del mercado laboral.

En definitiva, por convicción o por conveniencia, por ideología, o por miedo a perder votos, nadie se anima a tocar las vacas sagradas.

            Esto se llama paternalismo e intervención estatal…. ¿Cuándo nació esta forma de administrar el Estado?

            José Batlle y Ordoñez es el padre de este proceso, que se termina de consolidar con el neobatllismo y se mantiene hasta la actualidad, y hoy algunas sociedades del mundo reclaman.

            Con José Batlle y Ordoñez llegó el socialismo de mercado al Estado, constituyéndose en uno de los primeros en el mundo, sino el primero, que sentó las bases sociales y culturales que nos han caracterizado hasta la fecha.

            Estas bases han llevado a nuestra convicción de que el Estado es nuestro gran protector, que nos garantiza la salud, la educación, la seguridad y regula el trabajo.

            Creó el “Socialismo a la Uruguaya”, muy diferente del Socialismo importado por los partidos de izquierda locales.

            El politólogo alemán, Hans Puhle, especialista en políticas sociales y prestigioso latinoamericanista ha dicho que Emilio Frugoni pertenece a la categoría de los grandes pensadores del socialismo democrático y el marxismo del siglo XX, y Batlle y Ordoñez a la categoría de sus grandes realizadores.

            Emilio Frugoni dijo sobre José Batlle y Ordoñez… “Surge el Partido Socialista, gran factor de democracia, porque quiere ampliarla y consolidarla con un contenido de justicia social. En la cima del poder público un hombre de visión moderna y fuerte espíritu realizador preside ese espectáculo y marea ascendente, y (es)… un promotor formidable… ha traído…un estado activo, interventor, propulsor del progreso (…) que no cierra los ojos ante las injusticias sociales …Batlle y Ordóñez…ocupa un sitio de excepción en los anales de la historia vinculado en calidad de impulsor de toda una corriente de reformas… divorcio, ley de ocho horas, pensiones a la vejez, separación de la Iglesia y el Estado, creación de organismos industriales del Estado autónomo”…

            Actualmente, en el comienzo del siglo XXI se caracteriza al pensamiento ideológico dominante de los uruguayos como adeptos al viejo batllismo, el de José Batlle y Ordoñez, o a un socialismo criollo, mezcla de socialdemocracia y socialismo.

            Al batllismo históricamente, siempre se lo proclamó como el auténtico “Escudo de los Pobres”.

            Nadie duda que José Batlle y Ordóñez fue un gobernante que llevó adelante la más profunda transformación del gobierno y la administración pública. Esto fue fundamental en la evolución económica y social del gran progreso nacional.

            Ideológicamente se basó en la Justicia Social y desarrollo institucional lo que llevó a un cambio muy grande en la ciudadanía.

            El pensamiento de Batlle se construyó sobre tres pilares: a) Sus características personales; b) las condiciones del medio político y social y c) las líneas doctrinarias de su pensamiento.

            Así el batllismo se convierte en una tendencia colectiva a partir de la mentalidad de un hombre excepcional que acierta en las soluciones más adecuadas para los problemas históricos del país.

El batllismo pasa a ser un estado emocional que se transforma en una bandera a seguir por una enorme cantidad de gente tras valores éticos, morales y de justicia.

            Las ideas de Batlle persiguen el propósito de resolver los problemas con una buena planificación, racional y lógica.

Los principios fueron muy claros:
1) Devolver la soberanía al pueblo y desarrollar la pureza del sufragio.
2) Eliminar la explotación en todo sentido del hombre por el hombre.
3) Independizar económicamente al país.
4) Hacer de las obras públicas instrumentos de mejora e independencia colectiva.
5) Dar a la función de gobernar el sentido de servicio público y no de privilegio gobernante.
6) Hacer efectiva, eficiente y eficaz la administración pública.
7) Transformar el medio rural con carreteras, caminos, ferrocarriles como objetivo de cambiar económicamente y socialmente al país.
8) Crear un desarrollo cultural de masa mediante la construcción del «hombre nuevo».
           

Para Batlle como hombre de acción, lo esencial es el valor de la realización más que una expresión doctrinaria. El respeto a la personalidad humana, el bienestar colectivo y la mejora social son sus bases.

            De una entrevista a un alto Dirigente batllista, se rescatan algunas frases que definen al batllismo de hoy y de siempre:

“Los principios socialistas asociados a las libertades y tolerancia nacieron con los partidos tradicionales”.

“Esas buenas ideas y sentimientos que los uruguayos tendemos a tener se han popularizado a otras fuerzas políticas, y eso me parece muy bien”.

“Las ideas no tienen dueños, si éstos son más o menos acertadas, van a ser asimiladas por otros grupos políticos”.

“Si uno mira el mundo de hace 30 años atrás, cuando existía el llamado socialismo real, y lo mira hoy, a pesar de tener el partido colorado muy malos resultados políticos, sin embargo, las ideas, las ideas que lo sostenían, siguen vigentes y otras no”.

“La defensa del trabajo nacional, la protección de los más débiles y la vigencia de las libertades, ese es el tronco donde usted puede ver en el Uruguay y en el Batllismo, y esto para mí es muy vigente, los instrumentos hay que actualizarlos todos los días”.

“En términos futbolísticos, no miro como Peñarol o Nacional, miro al país en celeste”.

            Hay una frase coloquial del Partido Colorado que señala que: “Se puede ser Colorado sin ser Batllista, pero no se puede ser Batllista sin ser Colorado”.

¿Quién puede afirmar fehacientemente que el Batllismo hoy está en el Partido Colorado?

¿Cuántos años hace que se perdió el “Viva Batlle” al final de los actos del Partido Colorado?

¿Cuántos años hace que el Auténtico Batllismo no está en el Partido Colorado?

Si José Batlle y Ordóñez está vigente, ¿dónde está?

Se lo sigue nombrando y aprovechando su obra política y propagandísticamente, apuntando a los sentimientos y al inconsciente colectivo. Lo que podemos sintetizar en que Batlle esta en el ADN de los uruguayos, aunque muchos lo ignoren, lo menosprecien y traten de cambiar, sin Éxito.

Como era lógico vaticinar, el triunfo electoral de la izquierda en Octubre del 2004 suscitó una gran cantidad de libros, artículos y análisis de este hecho histórico. Y muchos hablan que el batllismo se trasladó al Frente Amplio. ¿Es así realmente? Si es verdad, ¿Por qué sucedió?

Ya en el año 2004, Constanza Moreira, Ex Senadora por el Frente Amplio, Licenciada en Filosofía, Magíster y Doctora en Ciencia Política, escribió el libro titulado: “Final de Juego. Del bipartidismo tradicional al triunfo de la izquierda en Uruguay”.

El objetivo principal de este libro es explicar las causas que llevaron a la transformación del sistema político uruguayo, y pasar de un bipartidismo a un multipartidismo, con un partido de izquierda gobernando y constituyéndose en el principal partido del sistema.

Moreira casualmente fue una de las presentadoras del libro “Al Centro y Adentro” el día de su lanzamiento, y sostiene firmemente que “el Frente Amplio no se corrió más al centro de lo que los partidos tradicionales se derechizaron”.

Al año siguiente, 2005, Jaime Yaffé, Profesor de Historia, Magíster y Doctor en Ciencia Política, publicó un libro con un detallado análisis al que tituló: “Al centro y adentro. La renovación de la izquierda y el triunfo del Frente Amplio en Uruguay”.

En un prolijo análisis Yaffé describe el sistema político del Uruguay post-dictadura, el crecimiento de la fragmentación partidaria (de bipartidista a multipartidista moderado), la agenda reformista impulsada por los partidos tradicionales (de tono neo-liberal), y la modalidad de gestión de dicha agenda por parte de los partidos tradicionales (gobiernos de coalición). Con ese escenario, el Frente Amplio descubre un cúmulo de oportunidades que aprovecha muy bien, apropiándose del espacio opositor y desarrollar desde allí una estrategia inmejorable para el crecimiento y subsiguiente triunfo.

            El Docente de Historia e investigador en Historia Contemporánea (IPA-CLAEH) Profesor Miguel Lagrotta, afirmó en una entrevista en Noviembre de 2014, que “el batllismo dejó robarse el concepto de progresista que lentamente y con gran inteligencia legitimó el Dr. Tabaré Vázquez y su equipo el Encuentro Progresista”.

“El batllismo no es frentismo”.

“Desde el punto de vista terrenal el ciudadano de a pie (…) encontró en el FA un apoyo fuerte desde el Estado” lo cual “era patrimonio del batllismo” pero a “no confundirse” porque “hay luces rojas en el respeto a las leyes” donde lo político prima sobre lo jurídico avasallando incluso “los intereses defendidos por sectores minoritarios”, lo cual “definitivamente no son banderas del batllismo”.

            Max Sapolinski ex secretario general del Partido Colorado manifestó en una entrevista en el año 2014: “Sobre el batllismo y el FA yo soy muy tajante: para mí es un error muy grande pensar que el batllismo en su conformación e ideario está instalado dentro del FA. Lo que hace el FA no es batllismo.

En primer término, lo que ha hecho el FA particularmente en el último gobierno se parece más al peronismo que al batllismo. Porque el batllismo no iba atrás de la búsqueda del emparejo hacia abajo para que sean todos iguales. El batllismo lo que hacía era buscar la generación de oportunidades para levantar a todos hacia arriba. No creo que lo que propugna el FA sea batllismo, aparte que en el batllismo la parte del Estado de derecho y la libertad son elementos innegociables. Justo estos días redacté unas líneas de despedida a mi cargo que difundí en la página del partido y ahí decía que el batllismo en el PC ha sido el escudo de los débiles, de la defensa del Estado de derecho, de las libertades. Creo que la República necesita mucho PC todavía. Capaz que ahora alguna gente no lo advierte.

Dentro del FA hay de todo, hay algunos componentes que han estado opuestos radicalmente al batllismo. El comunismo y el socialismo no congeniaron con el batllismo durante toda su historia. Creo que algunos hacen una simplificación de los conceptos, y otros hacen una picardía, porque de alguna manera el batllismo está instalado en la sociedad, es una etiqueta que todo el mundo la quiere tener. Como también decía en las líneas que publiqué: «Pese a quién le pese, el custodio del ideal batllista es el PC».

Si el Partido Colorado es el custodio del ideal batllista;  ¿dónde ha estado estas últimas décadas?

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