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El campo en Uruguay tiene varias necesidades que deben abordarse en el próximo gobierno nacional para mejorar su desarrollo y sostenibilidad. Algunas de las principales prioridades son:
1. Políticas de incentivo y apoyo financiero: Acceso a créditos blandos y subsidios para pequeños y medianos productores, para que puedan invertir en tecnología, maquinaria y prácticas agrícolas sostenibles.
2. Innovación tecnológica: Fomentar la modernización del agro a través de la digitalización, el uso de drones, sensores y otras herramientas que optimicen la productividad y minimicen el impacto ambiental.
3. Infraestructura rural: Mejorar caminos, acceso a electricidad y conectividad digital en zonas rurales para facilitar el transporte de productos y la vida en el campo.
4. Acceso a mercados: Promover políticas de apertura de mercados internacionales para la exportación de productos agrícolas y ganaderos, así como apoyar la diversificación productiva.
5. Gestión del agua y cambio climático: Establecer políticas de manejo sostenible de los recursos hídricos, promover la adaptación al cambio climático mediante prácticas agrícolas resilientes y mejorar la infraestructura para riego.
6. Seguridad rural: Aumentar la seguridad en las áreas rurales, combatiendo el abigeato y otros delitos que afectan al productor.
7. Educación y capacitación: Fomentar la formación técnica y profesional en agroindustria y nuevas tecnologías para que las nuevas generaciones puedan integrarse al sector y contribuir a su crecimiento.
8. Política tributaria: Revisión de los impuestos sobre la tierra y otras cargas fiscales para garantizar que no afecten desproporcionadamente a los pequeños productores, favoreciendo un modelo de desarrollo más equitativo.
El próximo gobierno deberá equilibrar estas necesidades con las expectativas de sostenibilidad y eficiencia productiva, mientras considera los desafíos globales como el cambio climático y las exigencias del mercado internacional.
Roberto Alfonso Azcona
