Los acontecimientos relacionados con actividades sindicales, congresos, discursos, marchas, protestas, ocupaciones, entrevistas, que abarcan también lo que sucede en los comités de base, siempre gozan de amplia cobertura por parte de la mayoría de los ¨medios¨, parece no ser una novedad esto, solo una certeza comprobada.
Estas actividades espontáneamente programadas suelen reunir muchas personas y ahí se destaca un personaje que se multiplica, que armado con mate y termo, busca la cámara para mostrarse en el acto de tomar nuestra típica infusión.
Parecen ciudadanos atrapados en esa casi consigna, que, si vas con el mate encima, además te haces ver y mejor, si hay cámaras, ya formas parte de ese grupo exclusivo destinado a salvarnos de todos los males.
Puede ser el comienzo de una fulgurante carrera político sindical también.
Esto no busca ser una crítica a quienes tomamos mate, sino una curiosa y reiterada observación, que es como un sello distintivo de esas aglomeraciones y que nos ayuda en el título de la nota.
En su ya reiterada escalada de conflictos, los gremios de la enseñanza decidieron realizar un paro con ocupación de varios liceos de Montevideo, lugar habitual de concentración de este tipo de acciones.
Coincidiendo, además, con la renuncia como presidente del CODICEN del Sr. Robert Silva, quien se postulará como candidato por el Partido Colorado para las próximas elecciones.
Robert Silva, como es por todos conocido, es la cabeza más visible de la llamada reforma educativa, sello indiscutible de la coalición y del partido de gobierno, a la que los gremios y la izquierda en general se ha opuesto en forma radical, como de costumbre hacen con cualquier propuesta del gobierno.
Cosa que ha acontecido con todas las reformas educativas desde Rama en adelante, por el solo afán de interferir, interferencia que nos ha atrasado respecto al mundo y nos ha bajado de nuestro pedestal de barro, en materia educativa.
La pérdida de una cierta forma de cogobierno que funcionaba anteriormente, antes de la vigencia de la LUC, colocó a los gremios fuera de una indebida participación que nunca debió existir y que el país y usted han pagado con su dinero para que no se viera reflejado más que en aumentos a salarios sin contraprestación ni calidad.
La virulencia de la protesta no sorprende, ya que se enmarca en la estrategia que desarrolla el pitcnt como pantalla sindical, de la mano de la fuerza política, llamada Frente Amplio, que todos sabemos son parte de un mismo cuerpo.
Bajo el mando de sus sectores más radicales, partido comunista, MPP, bombardean a diario toda acción del gobierno, o provocan, en definitiva, como son estos conflictos, distracción, esfuerzo, exposición ante la opinión pública, de una interminable y continua sucesión de que dejan como saldo, sensación de que todo está mal.
Así vemos, como en un largo collar, la aparición continua de focos, en diferentes ámbitos y actividades, cuyo objetivo es dar esa sensación de caos, de que los problemas comprenden a todos los sectores, arrastrando, cual tsunami, a los involucrados de esas actividades, a quienes terminan sumando a la causa, de un problema real o fabricado.
El triste caso del IAVA es una muestra arquetípica de lo que puede el poder sindical, las fotos del salón en cuestión lo dicen todo.
El famoso “Obreros y estudiantes siempre juntos y adelante”, como en los sesenta, un viejo eslogan inconexo con la realidad.
El ámbito educativo ha sido elegido actualmente, como ayer y siempre, aprovechando la reforma educativa que el gobierno presentó, para mantener la llama del conflicto encendida, ya que comprende un área propensa que la izquierda históricamente utilizó.
Primero, porque existe una importante cantidad de docentes, que ya han sido adoctrinados mientras se formaron como tales, en donde los planes de estudio, autores, visiones y trasfondos ideológicos y filosóficos que estudiaron, vienen con una notoria influencia del marxismo y demás “compañeros de ruta”.
Segundo, porque los destinatarios de esa reforma son los estudiantes, adolescentes en plena formación, jóvenes a los que fácilmente se les convoca, convence y predispone, para ser portavoces de la defensa de supuestas “causas justas”, como hemos visto a lo largo de la historia y en tantas partes del mundo.
Así que tenemos los ingredientes justos y necesarios para que esta tímida reforma no pueda avanzar y esté sometida al cuestionamiento permanente, al que se agregan problemas edilicios, falta de recursos para obras, o tantas otras situaciones que el ingenio de los mentores del caos es capaz de encontrar y que los obedientes militantes cumplirán.
Las autoridades, se verán desbordadas, acorraladas y maniatadas, para dar las respuestas que la sociedad reclama, en cuanto a que las ocupaciones están prohibidas y que las sanciones correctivas de estas conductas deberían ser ejecutadas algún día.
Estos días en un programa en vivo de la televisión, veíamos en entrevista por el conflicto en la enseñanza a la dirigente Natalia Leiva, quien pertenece además al Partido de los Trabajadores y es docente de historia.
Me invade la curiosidad, de cómo estos dirigentes que pertenecen a grupos políticos tan menores, cuya definición es trostkista y comunista, así se autodefine el Partido de los Trabajadores, tienen tanta relevancia, para estar en la dirección de estos sindicatos, cuando en las últimas elecciones nacionales obtuvo 1387 votos en todo el país.
El criterio de elección no es democrático sino revolucionario, sin duda.
Hay algo que estamos haciendo muy mal, cuando se deja en manos de estas minorías radicalizadas, el manejo de gremios que, se supone, congregan miles de personas, que además son docentes y son los que forman a nuestros hijos para su futuro.
Lamentablemente, se nos confirma lo que advertimos y denunciamos hace tiempo, el sistema educativo está tomado por la hegemonía cultural de la izquierda y los resultados son cada vez más deficitarios, no es un asunto ya de recursos, sino de cómo se gestiona, que se enseña, sus contenidos y objetivos.
Han absorbido a la enseñanza y la usan como arma política y de formación de cuadros militantes, gracias a los que en aras de una paz que no llegó nunca, entregaron la enseñanza hace ya varias décadas.
No vamos a cargar las tintas sobre esa docente únicamente, es una muestra simplemente de lo que queremos señalar, ya que otros dirigentes sindicales que aparecen en los medios corren todos por carriles similares y pertenecen a opciones políticas minoritarias, pero siempre identificadas con la izquierda.
Son la vanguardia de la revolución cultural, la vanguardia de la escuela de Frankfurt y de Antonio Gramsci.
Sabido es, que las minorías organizadas y regimentadas, suelen dominar a las mayorías desorganizadas, estos profesionales y agitadores se forman para ello y lo vemos permanentemente en cada conflicto que los medios dan cuenta.
Tampoco faltan esos personajes, que armados de su termo y mate, buscarán la cámara para mostrarse, hacer poses y quedar retratados para la posteridad, seguramente sintiendo que contribuyen a la “lucha”, conservando la esperanza de una dádiva del partido militante que los exprime y descarta en cada nueva lucha electoral.
Daniel García
Excelente. La tibieza de estos gobiernos, que no sabemos si realmente son temerosos o complices, solo abren una pausa durante sus administraciones.
Pausa que permite a sus dirigentes alcanzar posiciones de poder o lucro economico y a los dictadores del marxismo hegemonico, consolidar y reajustar sus estrategias dentro de administraciones pactadas al «gatopardismo». Es decir cambiar para que todo siga igual… o peor
Muchas gracias Cnel. Cabrera. Solo comprobamos el avance sin pausa de los enemigos de la Patria que suman terreno y posiciones a su causa. La sociedad asiste inerte llevados fe la mano de quienes deberían defenderla.
Cordial saludo
«No importa el color del gato…mientras siga cazando ratones!
Den Xiao Ping.
Muchas gracias Fernando. Tal cual, es válido ese comentario para la ocasión.
Cordial saludo