EL SOBERANO YA SE HA PRONUNCIADO. Por Gustavo Washington Sánchez Paleo

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Una y otra vez, como si lo hecho hasta ahora fuera poco, una parte del sistema político a través de algunos integrantes de los partidos fundacionales, vuelven a repetir de manera contumaz la triste estratagema de hacerse los desentendidos e ignorar el pronunciamiento del pueblo. Así tozudamente replican esa tonta argucia de tentar sacar una ley interpretativa, replanteando un asunto sobre el que la ciudadanía ya se expresó negativamente. La Soberanía Popular dijo No a la consulta del Vivir Sin Miedo de Larrañaga y los wilsonistas. No a todos los planteos de aquella campaña, que ahora algunos letrados, uno de ellos constitucionalista y administrativista, otro de ellos con una vasta experiencia penal y procesal y que tal vez deberían tener en cuenta que éticamente hay que esperar que pase una generación – en las doctrinas más recibidas son unos 20 años – para volver a poner en la agenda lo atinente a los allanamientos nocturnos.

Es cierto que se pusieron a consideración del Soberano tres asuntos y no solo este, sin embargo esto no cambia sustancialmente la cosa. Lo que si es cierto es que un día sí y otro también algunos legisladores – por cierto ninguno de Cabildo Abierto – así como otros actores y comunicadores, plantean de manera muy insistente que hay que sacar a las Fuerzas Armadas a las calles a cumplir funciones policiales. Son los mismos que apoyan “in totum” o con apenas alguna salvedad la casi tragicómica gestión gubernamental de la Seguridad, de un Ministerio del Interior que como órgano político de conducción de la Policía Nacional, ha sido mala en primera instancia y ahora sino es desastrosa al menos resulta bastante deficiente.

El Partido Nacional ganó en octubre de 2019 con un Programa que aplicó tibiamente, de manera algo timorata en vida del extinto Dr. Larrañaga, el cual como un hombre de bien se dedicó tan de lleno, que muy probablemente minó su salud y estresado término perdiendo la vida, quizás como consecuencia de su profundo compromiso. Es bueno justipreciarlo, aún a pesar de que se dejó llevar y seleccionó su equipo bastante mal, probablemente por intereses sectoriales, cuotas políticas y simpatías caudillistas. Siempre lo mismo, tal como a lo largo de nuestra historia, en que las partes se anteponen a los intereses de la Nación y la Patria.

Apenas es preciso recurrir al archivo y objetivamente se verá que primero un senador de Alianza Nacional, luego un ex integrante del Gabinete ministerial; así como varios dirigentes colorados de Ciudadanos, con  intereses similares, vuelven a embanderarse con la que han llamado “bala de plata”, tal como si fuera la panacea total.  

Qué triste y demagógica maniobra, qué falaces suenan y se ven ante los ojos y oídos de los informados, pero que redituable ha de parecerles, cuando se trata de ir a pescar a una pecera mayor y mucho más grande, dónde el temor y el desconocimiento les pueden parecer muy útiles para cosechar votos.

Es preciso plantarnos y enfrentar esta nueva arremetida, puesto que indudablemente tiene un contenido no solo político, sino que reviste sin tapujos un claro y profundo interés electoral, que va en línea con esta temprana campaña.

La Institución Policial aun paga los costos de un poco brillante y malhadado Código de Procedimiento Policial, que entre otras cosas hace responsable al Superior presente de todo lo que pueda pasar en el lugar donde se efectúen operaciones tácticas. Es entonces que nos preguntamos

si algún sesudo editorialista o uno de los seudo periodistas de algún programa vespertino donde campean los opinadores, los técnicos poco autorizados y desinformados que desde sus propias perspectivas interpretan ligeramente la realidad fundados en doctrinas ajenas, extrapoladas de otras realidades de lares lejanos, serán en suma los que han de afrontar las consecuencias de errores y carencias en la operativa.

El narcomenudeo está siendo bien combatido e incluso en algunas ocasiones hasta muy bien; pero el micro tráfico es muy otra cosa del crimen organizado, del que es un subproducto menor y el gran narcotráfico que si funciona con normas empresariales, con una organización altamente compleja, de gran especialización y difícil de desentrañar, como lo son las mafias y los delitos económicos, de lavados de activos, etcétera, no conlleva necesariamente hacer allanamientos nocturnos.

No basta con exposiciones doctrinales y explayarse acerca del concepto del hogar o tentando manipular a la opinión pública, como se intenta por cierto descaradamente con utilizar el paupérrimo argumento de la accesibilidad de la energía eléctrica, que se logrará desarticular la cohonestación y la cooptación de los poderosos carteles internacionales, a pesar de que tanto nos sorprenda el accionar y la notoriedad mediática de algún pequeño “capitán mafioso” que ha de responder casi sin duda a algún capo que probablemente ni conozca personalmente, o pueda llegar a prescindir de él cuando lo entienda necesario.

UN SAGRADO INVIOLABLE?

El “hogar” debe recordarse en principio que se consideran por tal, a todas las dependencias en torno al fuego es decir dónde se vive y pernocta, lo cual es muy delicado y siempre peligroso para los efectivos intervinientes. El concepto proviene del derecho romano, definiendo las dependencias donde se habita, come, higieniza o duerme. Ergo las referidas “bocas” – que tanto preocupan – donde pueda perpetrarse la venta, el acopio, el consumo y demás del abanico delictivo conexo al tráfico, sin duda no entran – a  nuestro entender -en la categoría de hogares y por tanto no gozan de aquella inmunidad. ¿Cuán imperiosa es pues la necesidad de modificar la Constitución? ¿Por qué no se realizan ahora? Porque nadie lo concibe, ni siquiera lo piden los Oficiales de Caso, ni los Jefes de Unidades Básicas o los Directores de Unidades Ejecutoras; menos los disponen directamente los Fiscales actuantes – podrían hacerlo y hacerse presentes si quisieran – y por ende tampoco expiden esas órdenes los Jueces ya que no les son pedidas.

Por otra parte, estamos convencidos de  que la norma constitucional es garantía de libertad y debería permanecer incólume, si es que deseamos vivir en un estado de derecho y  sin abrir una muy peligrosa puerta, que puede – en otro contexto –  volverse en nuestra contra. No se necesita una muy febril imaginación para concebir los resultados.

En cambio si consideramos positivo que la ley facultara a los jueces – en casos excepcionales – para la expedición de órdenes de allanamientos relativas a un grupo determinado de viviendas o para una pequeña y determinada zona, ante la solicitud fundada de la autoridad administrativa, siempre de manera diurna y en virtud de la emergencia, la alarma social o las amenazas a la seguridad pública y que no sería una reforma regresiva en relación a derechos y garantías.

En suma la protección de la inviolabilidad del domicilio, es parte del edicto perpetuo y por algo está en el texto desde 1830 y con idéntica redacción desde 1917. En efecto la habilitación por parte del legislador de los allanamientos en horas de nocturnidad vaciará de contenido protector el primer inciso del referido Art. 11 Esa tesitura reclama más que un debate muy profundo, un sesudo análisis acerca de la relevancia de aquellos contenidos que han permanecido inalterados en el derecho y la historia constitucional.

Así la Declaración sobre Seguridad en las Américas, aprobada en la Conferencia Especial sobre Seguridad de la OEA, estableció una concepción de la seguridad de alcance multidimensional. Esa caracterización alude a los denominados enfoques integrales que identifican como «principales amenazas a la seguridad  contra las que hay que protegerse, junto a los conflictos armados tradicionales, el terrorismo, el crimen organizado, la inseguridad económica y financiera, la vulnerabilidad energética, la proliferación de armas de destrucción masiva, la ciberguerra, los flujos migratorios no controlados, las emergencias y catástrofes y la eventual inseguridad de las infraestructuras, suministros y servicios críticos de la comunidad».

El enfoque conceptual de «Seguridad Ciudadana como un derecho humano», ubica sus raíces en el concepto de «Seguridad Humana» introducido por el Informe de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas (1994), que incorpora la Seguridad Ciudadana como una de las dimensiones de la Seguridad Humana.

En el «Diálogo Social-Uruguay hacia el Futuro», se detallaron las principales amenazas y escenarios de riesgo visualizándose para el futuro próximo, a las siguientes amenazas: el crimen organizado en sus distintas modalidades, al narcotráfico internacional y al narcomenudeo urbano, al terrorismo, las bandas territoriales, y las de asaltantes, la criminalidad común, los menores infractores, así como una variada pléyade de conflictos en el espacio público. En otras palabras, en sentido contrario de la inspiración de las sucesivas reformas e iniciativas, parece necesario incorporar a la reflexión la cuestión de su impacto social y jurídico, en tanto que privilegiar un supuesto derecho a la seguridad afecta negativamente la seguridad en los derechos. Hete aquí un asunto central, es decir el delicado equilibrio entre la Libertad y la Seguridad.

De forma retórica nos preguntamos: ¿El allanamiento nocturno podría ser una herramienta eficaz para combatir el delito? Jueces, fiscales y experimentados mandos policiales han expresado sus puntos de vista y la mayoría considera que los riesgos son mayores que las ventajas.

Para muchos policías este procedimiento sería una suerte de “suicidio ritual” – tal como el “sepuko” samurai – y nos atrevemos a profundizar en ese asunto y afirmamos que en las circunstancias sicosociales y en el contexto cultural actual, el Allanamiento Nocturno será una “máquina de picar policías” lo cual suena algo duro y quizás vulgar, pero sin duda será la idea que privará en cada Comando que medite si pedir o no una Orden en estas condiciones.

Sin embargo si se concibiera cambiar el resbaloso Código de Procedimiento Policial y asociamos el trabajo conjunto entre la Policía Nacional, la Fiscalía y los Magistrados, casi sin hesitar puede afirmarse que reconstruyendo el tejido de confianza y coordinación interinstitucional se podrían minimizar los costosos  riesgos asumidos.

DE OTRA SERIE CONCATENADA DE DISLATES

Por otra parte y como es archisabido, desde la entrada en vigor del conocido por “Código Díaz” se han desatado indudablemente tan serias como profundas polémicas acerca de su inconveniencia e incluso de las graves consecuencias que ha traído aparejadas. Una de ellas es que permite allanar a cualquier hora cuando se trata de violencia doméstica. Es decir que, si se presenta una denuncia y ocurre un evento violento en el domicilio durante las primeras 48 horas, la Policía puede ingresar sin anuencia del fiscal y sin orden del juez. Y nadie ha presentado una ley en contra o ha planteado la inconstitucionalidad de tal extremo, por el contrario lo ignoran supinamente.

Pero planteémonos nosotros: ¿alguien puede considerar que permitir allanar por la noche es una herramienta omnicomprensiva contra el delito? Pues bien el presidente de la Asociación de Magistrados del Uruguay, efectuó esta consulta a sus colegas y todos coincidieron en que «nunca les pasó que se frustrara un procedimiento por este impedimento» y lo ven como «innecesario». Por lo tanto nos adherimos a la tesis de que el seguimiento policial y la detección de las bocas o de despachos y oficinas vinculados al lavado de activos, trata de personas, etcétera, como se hace hasta ahora, y mediante la utilización de los actuales elementos como la intervención telefónica, incluso la utilización de agentes encubiertos, mantienen las operaciones dentro de los parámetros normales de investigar para allanar y detener y nunca a la inversa como pretenden una vez más algunos actores políticos interesados en llevar agua para su molino.

En ocasiones se piden ordenes de allanamientos – diurnos – y no se lográ la obtención de resultados positivos, por lo cual para realizarse los nocturnos deberían existir excelentes justificaciones, aparte del riesgo que conlleva el estricto cumplimiento de las instrucciones fiscales, por las eventuales y muy variadas transgresiones durante la realización de las diligencias, en las horas de nocturnidad.

Por lo expuesto sería necesario adoptar y mejorar notoriamente una serie concatenada de protocolos y la metodología de recolección de información, procesamiento y diseminación de inteligencia, antes que entrar a las fincas sin ton ni son y por la noche. Para los efectivos, la noche más que un horario, es un espacio, excesivamente  peligroso constituyéndose en “la boca del lobo”.

Es más esta idea,  ignora de forma ingenua y hasta un tanto infantil, las carencias de recursos de la Policía Nacional, sobre todo en el interior del país, donde las Unidades Básicas están desprovistas de recursos tanto humanos como materiales. Los efectivos escasean notoriamente y si se habilitaran los allanamientos nocturnos, incluso podrán multiplicarse aún más otros delitos, porque mientras se allana una casa, copan otra o perpetran un gran hurto, etcétera.

Los malhechores saben que se está trabajando de mala manera, ya que el personal es insuficiente  para un despliegue territorial eficiente, lo que se ve acentuado por la noche, sumado el estrés dadas las altas exigencias, por la falta de respuesta a los requerimientos, eso hace que la inseguridad sea una vez más uno de los temas centrales a la campaña electoral en ciernes.

Todo el sistema político está en conocimiento de que hay muchas decenas de vehículos esperando repuestos o sin arreglo y que hay Unidades sin siquiera un vehículo y con escasísimo personal, a pesar de lo cual el Ministerio del Interior se ha negado de forma reiterada – Leyes y Rendiciones incluidas además de no cumplir uno de los principales tópicos del Compromiso por el País – a devolver por ley las funciones prevento-represivas a las Comisarias Seccionales, que tal y como es sabido no pueden dar respuesta a los continuos requerimientos de los ciudadanos, al verse privadas de cumplir el dualismo funcional, del que se vieron despojadas por Ley – durante la última administración frentista – y ser apenas oficinas receptoras de denuncias.

ALGUNAS PUNTUALIZACIONES

De forma insoslayable es preciso remarcar los riesgos de la nocturnidad: No hay buena visión, lo que  obliga a tener una mano ocupada con una linterna; las casas suelen tener cortada la energía adrede y además usan de «campanas» asunto que pícaramente obvian quienes manejan la diferencia de más un siglo entre cuando no había luz eléctrica y el presente.

Ante esto surge inexorablemente otro cuestionamiento: ¿Está la Policía Nacional preparada seriamente para enfrentar este tipo de operaciones?  Resulta imprescindible plantearse si las tan escasas prácticas de tiro, en las que se efectúan en el mejor de los casos una veintena de disparos totalmente alejados de las condiciones de un enfrentamiento real,  son suficientes para garantizar la seguridad propia y de terceros, sean tanto involucrados como circunstantes?

En definitiva ¿Cómo harían nuestros policías para sobrevivir y no cometer abusos sin una formación calificada y adecuada?, ¿Cuantas pérdidas humanas están en condiciones de aceptar los promotores de esta genialidad?  ¿Cuántos efectivos deberán ser sometidos a: Investigaciones de Urgencia, Sumarios Administrativos e incluso resultarían formalizados, heridos o muertos? Habrá una serie reiterada e interminable de errores, en los que en forma innegable los que ponen la cara y reciben la bofetada son los policías y no los imberbes sustentadores de doctrinas ajenas extrapoladas del primer mundo o tal vez aplicadas con menguado éxito en países anglosajones; tanto así como los panelistas y entrevistados en ciertas mesas de sabihondos, donde mucho se dice y muy poco se aporta seriamente a la discusión, en temas en los que como este comprometen la libertad y la vida de los Orientales.

Algunos opinan que los allanamientos nocturnos podrían ser efectivos para recabar pruebas «porque en la noche es cuando se mueve más el micro tráfico, e incluso es cuando se llevan a las bocas cosas robadas, entre ellas armas», pero insisten con la chiquita y parecen olvidar, sino dejar de lado exprofeso otras instancias superiores de las organizaciones y otras modalidades delictivas, que pueden ser atendidas durante el día.

EMPEZAR POR RECLUTAR Y CAPACITAR MUCHO MEJOR

Claro está que muchos integrantes de la escala básica, debido a la pésima implementación de las etapas iniciales del Ciclo de Personal; en que se efectúa el Reclutamiento en forma deficiente y la Formación y Capacitación se encuentran viciadas y limitadas por una serie de asuntos exógenos a la realidad táctica-operativa de la Fuerza y concomitantemente no están ni medianamente preparados para participar en los enfrentamientos, que muy probablemente pueden resultar de los allanamientos nocturnos. Las imágenes que se viralizan tan a menudo, como lamentablemente nos permiten apreciar las innegables y serias carencias que no puede ver incluso algún presidenciable.

Para concluir y según nuestra opinión, fundamentada no solo en los muchos años de servicio, sino en  la experiencia docente y más aún y por sobretodo como mandos en las Unidades Básicas Operacionales, y en la conducción intermedia e Inspección, entendemos que No debería implementarse esta reforma a la ligera, dado que no resulta eficiente para enfrentar la prevención y represión de los delitos. Y ni aun siquiera una ley interpretativa, que lejos de ser la panacea puede incluso empeorar aún más las peligrosas condiciones del servicio activo e ir en contra de nuestros efectivos.

En fin recurriendo a la colección de información, a su debido procesamiento y la posterior utilización de la inteligencia táctica y operativa; además de la coordinación con quién ahora tiene a cargo la iniciativa y control de los procedimientos – Fiscalía de Corte – se lograría evitar que estos se conviertan en parte de los problemas y no de las soluciones. Entendemos  que estas iniciativas están preñadas de cierta ligereza de procedimiento, que pretenden ser una solución casi mágica,  como un gran logro político para algún actor del sistema y que a muy corto a corto plazo se transmutará en una “espada de Damocles” sobre la cabeza de cada policía ejecutivo, en todas  y cada una de las oportunidades en que se decida utilizar.

Es menester recalcar las serias carencias en la actual capacitación de los integrantes de la Institución policial e incluso la casi unánime opinión de la oficialidad en situación de Actividad y en Retiro – casi todos son reticentes (recordar que los Policías Activos no deben opinar de temas políticos) –  a pesar de que algunos connotados actores interesados digan  lo contrario para instalar el tema en la opinión pública.

Así pues en el hipotético caso de que por un evitable acuerdo político, esta modificación pueda intentar llevarse a cabo, entendemos que se debería plasmar una mucho más comprometida participación del Poder Judicial y aún más de índole preceptiva y directa de la Fiscalía General. A saber los Fiscales actuantes en persona o representados por sus Adjuntos o Fiscales Subrogantes y designados a los efectos específicos para su presencia en las locaciones, con una doble finalidad, de apoyo y contralor del accionar policial, el que sin una sombra de duda quedará expuesto al escarnio público y al juicio apresurado de cierta prensa.  

Se considera que ante la eventualidad de que se consagre este caprichoso instrumento debería incluir la concurrencia al mismo: en forma facultativa del Juez competente – que expida la Orden de Allanamiento –  y Preceptiva del Fiscal de la causa -sea de Flagrancia o de Homicidios, etcétera o bien uno de sus Adjuntos o de un subrogante nombrado de manera expresa para encontrarse presente durante la operación, o incluso si alguno de ellos – ´por caso de fuerza mayor – no pudiera concurrir, que lo hiciera en sustitución el Fiscal de Corte o su propio Adjunto.

Al tiempo el Ministerio del Interior debería efectuar ingentes esfuerzos para proveer a todo el personal Ejecutivo de la Policía Nacional de:

Armas cortas con “Stopping Power”, como ser pistolas calibres 40, 41 o 357 y no las 9mm.que son “High Power” y resultan inadecuadas por la balística de efectos;

 Visores Nocturnos Individuales para cada efectivo actuante durante la operación, tanto para el asalto, como para el apoyo y posterior intervención;

Miras laser en cada arma de puño o subfusiles;

Cámaras personales “Go – Pro”  a efectos de la filmación de toda la operación – a pesar de la reserva que el caso amerite – pues son garantía en ambos sentidos;

Chalecos antibala individuales, de excelente calidad, tanto por su peso, liviandad y eficiencia (impenetrabilidad);

Vehículos blindados y exclusivamente asignados para el Comando Avanzado de la Incursión;

–   Drones dotados de cámaras e incluso artillados para permitir dejar fuera de combate con  munición letal o en todo caso no letal a los malvivientes agazapados, camuflados o que se encuentren prestos a emboscar a los efectivos involucrados.

No es nuestra intención dictar normas de conducta o sorprender a nadie en su buena fe, pero en esta oportunidad seria impagable que se diera a los policías alguna garantía de que después no perseguirán y encarcelaran a nuestros mandos e incluso a personal subordinado. Quién garantiza que una vez pase el tiempo y varíe el contexto, algunos iluminados quieran juzgar por hechos del pasado a nuestros efectivos?

Seguramente esto tiene un componente casi pueril por nuestra parte, nadie dará su palabra de Honor y menos la mantendrá de forma ética y principista, sino que darán vuelta la cara, cambiara su discurso de manera increíble  y demagógica, los caídos y los presos serán los servidores públicos y no otros.  

Una vez más pues, otra vez habremos puesto en juego la integridad física, la vida y la libertad con el coraje que nos es propio, para enfrentar al enemigo que nos es común, para que luego nos maltraten ya de viejos. Ejemplos hay a la vista y está en la tapa del libro de nuestra memoria…

Crio. General (R) Gustavo WashingtonSánchez Paleo

El autor es Licenciado en Seguridad, Oficial Diplomado de Estado Mayor, Docente durante más de 30 años en la Enseñanza Superior Policial, ha sido distinguido sucesivamente con Premios Jefe de Policía y a la Inteligencia Funcional y se formó y dicto clases en Estrategias Preventivas y Policía de Proximidad acerca de la cual ha escrito manuales y participado en la compilación de un texto acerca de Policía Comunitaria. En la actualidad es Miembro Alterno de la Comisión Honoraria de Educación Superior Policial y Militar del M.E.C.

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