Considerando esto que sigue a continuación:
“En el 2007, Hugo Chávez Frías, en pleno apogeo de su gloria y presa de un intenso fervor socialista y estatista, emprendió una andanada de expropiaciones, en consecuencia, borró del mapa a casi 1.200 empresas privadas, entre ellas Agro Isleña, Sivensa, Owens Illinois, Lácteos los Andes y muchas otras. (…)
La apoteosis de la locura llegó cuando arremetió contra las transnacionales petroleras como la Exxon Mobil y la ConocoPhillips, que no aceptaron convertirse en empresas mixtas, con mayoría del estado. Chávez, ignorando que se metía con otra división, las grandes ligas, y que estas son empresas con bolsillos profundos, una memoria de elefante y la paciencia de Job, dejó un legado a su sucesor Maduro, quien tendría que cargar con las consecuencias.
La Exxon Mobil ya para el 2012 consiguió, a través de un proceso de arbitración internacional, una sentencia favorable, aunque algo disminuida, para el reconocimiento de la acreencia que montó a 900 millones de dólares. El proceso de cobro continúa al incorporarse entre los acreedores de la Citgo.
Este y muchos otros procesos judiciales continúan en cortes internacionales y en los Estados Unidos. La justicia tarda, pero llega, y nosotros los venezolanos estamos cargando y cargaremos con las consecuencias. Estos son solo dos ejemplos más del pesado fardo que dejó el “comandante eterno” Hugo Chávez Frías sobre Venezuela, sobre su presente y sobre las futuras generaciones.”
Fuente: Gerardo Lucas. Economista/Historiador. Http://gerardolucas.wordpress.com
Yo observo lo siguiente
Esto ha traído como consecuencia mucho de la miseria que padece el pueblo venezolano derivado de pagos multimillonarios por juicios de cobros y embargos contra el estado.
Bolívar decía «un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción»
Yo le sumo, que ese robusto ciego, como premonición de nuestro honorable libertador manifiesta como improvisador, fue: El Arañero de Sabaneta y ahora para peor pesadilla del pueblo venezolano es el Toripollo, ambos advenedizos uno resentido social y el otro un sociópata respectivamente, han esclavizado -sin querer queriendo- en complicidad con una sarta de megalómanos narcisistas dañinos al pueblo venezolano.
La venganza, la envidia, el deseo de poder y riquezas adoptaron en conjunto el protagonismo en la mente de unos facinerosos, holgazanes con aguijón y parricidas para someter al pueblo en nombre de ellos mismos con un discurso falaz y un proceso de enajenación contra un pueblo ignorantes como ellos; pero, sin la menor idea de su maldad.
La visión de nuestro problema es aciago y el desasosiego es colectivo, la esperanza de libertad está entre dicha.
La única solución es acabar de un golpe certero con esa calamidad que se presenta como un cáncer morboso y destructivo no sólo para el cuerpo de Venezuela sino para el resto del hemisferio Sur, la metástasis está en proceso.
Nietzsche afirmaba que todo mandatario que involucró al pueblo en algo que lo apartará de su paz y bienestar con asuntos políticos que no tiene necesidad de tratar, ni asumir “no es grande, es un loco, ¡Un loco con poder!”
¡No es pesimismo, es la triste verdad!
Joise MORILLO
VENEZUELA
