Las personas somos todas distintas en idiosincrasia, formación, temperamentos, experiencias, educación, valores adquiridos en nuestras familias y un largo etc.
Podría decirse que cada ser es único e irrepetible y que esa constituye gran parte de la razón de vivir: Descubrir quién somos y a qué hemos venido.
Con esos datos podremos construir un legado que nos pervivirá.
Esto hace a la riqueza de cada persona, cosa que vemos en tantas realidades, en el deporte, organizaciones empresariales, matrimonios, donde cada uno aporta lo suyo como parte de su identidad, sumando al conjunto.
La política es entonces un terreno en el que resulta importante buscar consensos, unanimidades de ser posible y si así no fuese, al menos buenos acuerdos.
Sin duda la acción política es una ardua tarea que insume buena parte del esfuerzo y energías de los participantes.
La política es un ámbito donde estas particularidades se ven, ya que cada actor pretende mostrar las suyas, su estilo, ideas y demás, que es lo que hace que termine seduciendo a sus posibles electores.
La mayoría de las veces esa elección se hace de manera intuitiva, habiendo una serie amplia de razones.
Porque de cada tema, siempre puede haber muchos diagnósticos como muchas soluciones, caminos más fáciles o difíciles, demagógicos o realistas, que hacen en definitiva a la oferta electoral que se nos presenta a los electores.
Invocar certezas en un mundo complejo no es cosa fácil, cuando hoy el ambiente de la política se ve invadido por actores que invocan definiciones que dicen por ejemplo “como te digo una cosa, te digo la otra”, lo que nos pone frente a una especie de tembladeral sobre lo que y a quien creer.
Un reconocido economista dice que su sector fue el único que no aumentó los impuestos, cuando todos sabemos que la recaudación aumentó de golpe más de mil millones de dólares por año, después de la creación del IRPF y el IASS.
Comenzando el cuarto año de gobierno de la Coalición Multicolor, Republicana o como se guste llamar, aparecen voces que recomiendan establecer programas en común de cara a las próximas elecciones, como también aparecen quienes discrepan de esa visión.
El senador Manini ha sido muy enfático en defender la independencia de propuestas de cada uno de los grupos integrantes de la coalición, debido a las verdaderas diferencias y propuestas que comprenden algunos asuntos.
Y está muy bien que así sea, porque si no, cada partido perdería su identidad, perdería la capacidad de proponer soluciones creativas y diferentes como ya ha acontecido en el transcurso del gobierno.
Se perdería la razón de ser de cada partido, para que nos vamos a llamar distinto si tenemos un mismo programa, los mismos diagnósticos e idénticas soluciones.
Razonemos, en nuestra casa, en las empresas o cualquier entidad, no siempre todos estamos de acuerdo con lo que hay que hacer, si tal o cual obra tiene más prioridad, donde queremos ir de vacaciones o cual publicidad vamos a contratar para una campaña.
Todo eso es parte de las cosas cotidianas que nos ocupan, se discutirán, evaluarán y luego se tomará una decisión, como sucede en la vida política.
A modo de ejemplos, Cabildo Abierto y su líder, nos hacen saber algunos asuntos y temas que han sido propuestas o ideas de este grupo político y que han corrido con distinta suerte en la negociación política.
El tema forestal, que ha valido hasta el veto presidencial a un proyecto de ley, el que se ha informado mal o tergiversado en sus objetivos, el cual proponía el resguardo de determinadas zonas del país, para que quedaran a salvo de ser utilizadas para el desarrollo forestal.
Las tierras más aptas para el uso agropecuario en las zonas del limo pampeano.
¿Pero por qué? Porque si son las zonas más productivas y de mejores tierras de cultivo, parece de toda lógica, ser excluidas de una actividad como la forestal, que las degradaría y dejaría inutilizadas por tanto tiempo.
Salvo intereses no explicitados, ¿Cuál sería la razón para oponerse a esta salvaguarda que el proyecto proponía?
Aplicación de la Ley de Caducidad, la que fue votada dos veces por la ciudadanía o prisión domiciliaria para mayores de sesenta y cinco años.
En un verdadero atropello al estado de derecho y a toda nuestra jurisprudencia, es injustificable que siga habiendo servidores de la patria aún detenidos.
El fiscal Perciballe nos dice en la cara que el se basa en indicios para formar prueba, pues ha pasado tanto tiempo que los elementos probatorios se han diluido en el tiempo acusación, sin juicio ni sentencia por hechos acaecidos hace cincuenta años en el marco de un Estado de Guerra Interno.
El ministro de Defensa nos explica, que debemos respetar la separación de poderes y observar entonces, cómo se violan elementales principios del derecho, cuando se aplican leyes en forma retroactiva, los fiscales nos dicen que los detenidos deben demostrar su inocencia.
Una votación realizada en el gobierno frenteamplista, con una mayoría circunstancias, dio un golpe de estado técnico desconociendo los resultados de dos consultas populares en las que la ciudadanía se expresó categóricamente.
Aquellos que, en su momento, se rasgaron las vestiduras ante este atropello llevado a cabo por la izquierda, hoy callan como mudos, esconden la cabeza como el avestruz y huyen temerosos para no confrontar, seguir siendo políticamente correctos y no ser señalados por el equipo de inquisidores de signo siniestro.
Ideología de Género, una nefasta y desquiciante cultura que se ha ido incorporando en nuestro quehacer, desfigurando el lenguaje, instalando paradigmas y antivalores que pretenden demoler uno de nuestros más preciados bienes, como es la familia.
Algo importado, generado y moldeado en los laboratorios que experimentan con la conducta humana y que responde a intereses mundialistas, explicitados en la Agenda 2030, que aquí ya hemos denunciado y advertido en cuanto a sus objetivos.
Cabildo Abierto es el único partido que se ha expedido claramente sobre esta ideología, que opone hombres contra mujeres y que veremos en acción el próximo ocho de marzo en una nueva marcha, alentada, promovida, financiada fundamentalmente por el Frente Amplio, receptor y principal transmisor de los intereses foráneos, acompañada inclusive por algunos socios de la coalición.
Alivio a deudores, un verdadero proyecto que apunta a aliviar y revisar la situación de miles de compatriotas que han generado deudas y que se han vuelto impagables por la aplicación de intereses de carácter usurero.
Personas que han quedado marginadas de todo circuito de crédito, sometidas a las presiones que ejercen estudios dedicados a cobrar esas deudas y que se valen de métodos a veces incalificables.
Ha habido apoyos iniciales al espíritu del proyecto, para que, en algún momento, mágicamente algunos grupos políticos hayan encontrado argumentos y razones de poco peso para dilatar o congelar la solución que atendía a los más frágiles.
Reforma de la Seguridad Social, algo impostergable que la sociedad debe encarar a través del sistema político, pero no a cualquier precio, en una reforma que impacta en miles de personas, cuya aprobación puede ser de mucho peso electoral si no sé calibran bien sus detalles.
Cabildo propone revisar y bajar los años de cálculo para la liquidación final, cuyos límites hoy llevados a 25 años, perjudicaría notoriamente a los futuros jubilados, si hacemos una simple cuenta cuando dividimos por una mayor cantidad de años.
Mencionamos solo algunos casos en los que Cabildo y el resto de la coalición presentan diferencias notorias que hacen inviable un programa común.
Llegada a la instancia del ballotage, se harían los acuerdos programáticos necesarios para presentarse ante la ciudadanía como ha sucedido con la actual coalición.
Parecería lo más prudente y aconsejable.
Una nueva visión de la política ha arribado con Cabildo, como bien escribía Raúl Blanco la semana pasada en su columna “Cabildo Abierto, un Tercer Modelo de País”.
Un nuevo estilo, una nueva concepción de la política, donde se priorizan los verdaderos valores artiguistas, esos que se han invocado tantas veces, pero pocas veces practicado.
Un cúmulo de novedades, que han provocado un terremoto en la política nacional, que obliga día tras día a que tanta gente de la propia actividad, como de los medios y politólogos de todo pelo, estén ocupados analizando que dijo, como lo dijo y demás elucubraciones sobre un actor nuevo que provoca tanto nerviosismo.
La coalición vino para quedarse, como una unión estratégica de fuerzas políticas con afinidades que se deben explotar para las futuras gestiones de gobierno.
Sabiendo que también existen diferencias, dependiendo de quien sea el triunfador, se verá más cerca de proponer sus ideas y soluciones con mayor peso.
El senador Manini ha propuesto la búsqueda de acuerdos a nivel macro, en determinados temas de carácter nacional, de importancia sustancial para fijar políticas comunes a largo plazo.
La respuesta ha sido nula, la difusión y tratamiento de esta, no ha despertado curiosidad o seguimiento por parte de los medios, por lo menos no en la misma proporción que esta, de no acordar programas previos, presentada como un intento de división en la coalición.
Los ministros de Cabildo Abierto han sido de los más productivos y con mejor imagen, dando respaldo y gobernabilidad a través de una gestión destacable.
El senador Manini ha actuado lealmente, cuando ha presentado al presidente de la República sus inquietudes, ideas o discrepancias, siendo un colaborador y puntal de la Coalición.
Habría que prestar más atención a lo que el senador Manini dice y propone, para lo cual es necesario despojarse de algunos prejuicios instalados, dentro de los cuales la soberbia en política no deja razonar libremente y de esa forma se podría comprender mejor, porque hay que estar “juntos, pero no entreverados”.
