Juventud en política

Por: Francisco Berchesi.

Desde que fundamos nuestra agrupación “Acción”, muchos han sido los comentarios recibidos, a favor y de los otros. Acá algunas reflexiones…

   Por supuesto que es “nuestra herramienta de cambio”, como tantos expresan al hablar de las que integran, pero es mucho más que eso

   Es el barco en el que navegamos estas aguas, las de nuestro país y el mundo. Dentro de él, somos libreas para proponer lo que queramos, opinar, escuchar, informarnos y ser protagonistas. 

   Soy testigo y protagonista, de que esas comas anteriores a veces pasan por obvias en nuestro ámbito, pero a personas que se encuentran fuera del ámbito político puede significarles mucho más que eso.

   Nos han contactado, por suerte no una sino varias veces, personas con ideas para aportar a la agrupación. Algunas con proyectos que tienen en mente y quieren ver la viabilidad de llevarlos a cabo. Otras con trabajos realizados sobre alguna temática en particular y nos aportan el mismo a modo de base para impulsarlo en el ámbito legislativo. 

   De lo que se terminan dando cuenta, es que se están transformando en servidores públicos a través de nosotros, pero por impulso y determinación propia. Semanas después de haber comenzado el vínculo nos escriben y agradecen por darles la oportunidad de ser parte y aportar. Siempre respondemos lo mismo, los agradecidos somos nosotros y quienes todavía no lo saben. 

   Eso de “sentirse útiles” que expresan a veces al aportar su tiempo, conocimiento, recursos o ideas, nos llena de orgullo y empuje. Sentir que podemos ser ese nexo y guía imprescindible entre un ciudadano con ganas de aportar al colectivo y este último, tiene pocos parecidos. Sentimos que les damos luz.

   Es que, contrario a lo que a veces se cree, el participar de alguna agrupación no implica dedicarse enteramente a esto. Uno se involucra en el grado que quiere y aporta lo que puede. 

   Por supuesto que nos cambia. Nos humaniza y alinea con la sociedad toda, porque en esto no hay burbujas, y mucho menos grietas.  

   En nuestro caso, somos una agrupación relativamente nueva, sí, pero en un partido histórico. No conservador, sino portador de valores eternos que se renuevan y adaptan a un presente constante y un futuro cada vez más cercano.

   Por tanto, con toda esa experiencia histórica transitamos el presente e impulsamos el futuro, aportando, actuando y proponiendo con nuestro punto de vista. 

   Esa juventud que no es inmadurez y que portamos con orgullo, es propia de la acción. Esta nos adjudica un rol en el sistema del cual somos parte.

   Recuerdo una de mis primeras giras con Los Teros en la que se nos hizo un cuestionario a cada jugador. Una de las primeras preguntas era “¿Cuál crees que es tu rol en el equipo?”. Yo tenía 22-23 años y hace algunos años jugaba en la Primera División del Torneo Uruguayo de Clubes, claramente mi diferencial era esa energía, vitalidad y empuje con los cuales entrenaba y jugaba cada partido, esa pasión serena con la cual encaraba cada actividad con el equipo.

   Creo que nuestro rol como grupo es ese mismo, pero en el ámbito político. Con la perspectiva propia de una gran historia de legalidad, liberalismo, institucionalidad, reformismo y justicia social, afrontamos los desafíos de la actualidad. Estos lentes, antiguos para algunos y eternos para nosotros, son los más nítidos para mirar el porvenir.