Por: Francisco Berchesi.
Ese es el nombre artístico de Elian Ángel Valenzuela, cantante de cumbia argentino de 21 años de edad, con un gran presente y protagonismo en la escenaregional.
Lo traigo a colación, debido al furor que está causando en los medios de comunicación y comunicadores más renombrados del Río de la Plata. Mejor dicho, por el motivo de esas convocatorias.
Quienes están al día con mis escritos saben que la música ocupa un gran papel en estos y en mi vida, y que estoy lejos de escaparles a estos personajes tan controversiales. Semanas pasadas escribí sobre el rapero, poeta y activista estadounidenseTupacShakur. Hoy sobre L-Gante, salvando las distancias…
Ambos me parecieron, como tantos otros, casos muy particulares e increíbles, tanto como para escribir algunas líneas sobre ellos.
Es que nunca falta quien al escuchar sus canciones o verlos en entrevistas los critican por cada cosa que dicen, hacen, por los tatuajes, su vestimenta, etc., y no ven que están ahí “a pesar de todo”.
Al verlos exponerse, siempre me viene a la cabeza una frase de Tupac sobre una rosa que crece en el concreto. Todos la critican porque creció torcida, porque su color no es el tradicional o porque está un poco marchita, pero no ven que pudo nacer y crecer a través del concreto y a pesar de todo.
Es lo que admiro de gente como Elian Valenzuela: su fuerza y empuje, necesarios para llegar a donde llegó, y el nunca perder sus raíces y autenticidad.
Yo no creo que con sus letras se haga apología del delito o del consumo de drogas, sino que por el contrario, expone frente a toda la sociedad fenómenos que merecen ser expuestos, o al menos ser conocidos por todos, porque no son más o menos parte que nosotros del todo al que llamamos sociedad.
Hablan de fenómenos ocurridos en asentamientos o villas, que suenan en los peores y mejores parlantes, autos y casas que hay en la sociedad. Eso no incita, concientiza.
Más con declaraciones como las que él dio días atrás en una entrevista: “yo hablo de lo que vivo en mi ambiente y yo sé que me corregí. Yo canto de lo que vivo y mi persona. Después sé cuál es el buen camino. Mi mamá me educó bien.”
La exposición que le da a la temática que elige, sumado a reflexiones como esta, creo que echan buena luz sobre lo que, por el contrario, serían en su gran mayoría oscuridad.