El 10 de diciembre próximo pasado se cumplieron cuarenta años ininterrumpidos de democracia en Argentina desde aquél día y mes del año 1983 en que Raúl Alfonsín asumía la Presidencia de la Nación.
En estas cuatro décadas el vecino país ha debido soportar todo tipo de crisis: económicas, sociales, militares y políticas, no obstante el régimen constitucional no ha sido alterado, en contraste con el período iniciado en 1930 durante el cual se sucedieron seis golpes de Estado, todos ellos ejecutados por las Fuerzas Armadas, pero con apoyo de sectores y partidos políticos, el concurso de parte de la civilidad fue decisivo para que los mismos tuvieran éxito en su concreción.
Argentina maduró institucionalmente y en estos cuarenta años pudo comprobar que la solución a las crisis no se resuelve “golpeando las puertas de los cuarteles”. Para refrescar la memoria de los lectores haremos una breve reseña de las seis interrupciones institucionales.
En 1930 gobernaba, en su segundo período, el caudillo radical Hipólito Irigoyen, era un hombre anciano, su gestión de gobierno personalista había entrado en un grado creciente de impopularidad, la oposición interna de los radicales antipersonalistas y externa de socialistas populares, conservadores y demócrata progresistas alentaron y crearon el clima propicio para que los militares encabezados por el Teniente General José Félix Uriburu el 6 de setiembre de aquél año tomaran el poder, luego hubo elecciones amañadas el 8 de noviembre de 1931.
Los gobiernos, que sucedieron al dictador, instauraron el fraude electoral para acceder y mantenerse en el poder, ello fue interrumpido por el golpe militar del 4 de junio de 1943 que depone al Presidente Ramón Castillo, la Unión Cívica Radical, que había sido víctima del fraude de la impropiamente denominada década infame, fue entusiasta del pronunciamiento militar, pero al poco tiempo se dio cuenta que el régimen tenía una inspiración profundamente autoritaria.
El 24 de febrero de 1946 se llevan a cabo elecciones y la figura central del proceso militar el Coronel Juan Domingo Perón con el apoyo de un sector del radicalismo liderado por su compañero de fórmula Hortensio J Quijano triunfa frente a la coalición integrada entre otros por radicales, socialistas y comunistas que se nucleaban en la Unión Democrática. Luego de nueve años de gobierno peronista para 1955 el régimen se encontraba extenuado fruto de la corrupción, la obsecuencia y la represión, a lo que se le sumó el conflicto con la Iglesia Católica, la oposición radical, socialista, comunista y demócrata cristiana alentaron el levantamiento militar que el 16 de setiembre derrocó a Perón.
Los militares victoriosos que denominaron su movimiento como Revolución Libertadora liderada por los Grales Lonardi primero y a continuación Aramburu, proscribieron y reprimieron duramente al peronismo que representaba a la mayoría del electorado y fusilaron a civiles y militares que se rebelaron, inaugurando un período de farsa constitucional.
El 23 de febrero de 1958 se convoca a elecciones que gana Arturo Frondizi de la Unión Cívica Radical Intransigente, gracias a un acuerdo secreto con el peronismo proscripto. Tuvo treinta planteamientos militares hasta que es derrocado el 29 de marzo de 1962 con el beneplácito del otro sector del radicalismo liderado por Ricardo Balbín. Con la tutela militar asume el Presidente Provisional del Senado José María Guido y el 7 de julio de 1963 hay elecciones, con el justicialismo inhabilitado, que gana Arturo Illia de la Unión Cívica Radical del Pueblo, era un hombre probo y austero, pero carecía de apoyo político, el radicalismo intransigente, el peronismo y la C.G.T le hicieron una dura oposición y alentaron un golpe militar que se concretó el 28 de junio de 1966 y llevo a la Presidencia al Teniente General Juan Carlos Onganía.
El largo período dictatorial denominado Revolución Argentina se prolonga con el Gral Roberto Levingston y el Tte Gral Lanusse hasta 1973, un 11 de marzo de ese año con el peronismo habilitado pero con Perón inhabilitado, triunfa el candidato peronista Héctor Cámpora, quien a los pocos meses renuncia, asumiendo el Presidente de la Cámara de Diputados Raúl Lastiri, para posibilitar el retorno de Juan Domingo Perón, el cual arrasa en las elecciones de 23 de setiembre y asume el 12 de octubre de 1973, estará en el poder hasta su muerte el 1 de julio de 1974.
Lo sucede la Vicepresidente que era su esposa María Estela Martínez, su gobierno se caracterizó por una gran crisis económica y el incremento de la criminal escalada de violencia de los grupos de izquierda ERP y Montoneros y de la ultraderechista Triple A, el país estaba sumido en una situación crítica y otra vez los políticos volvieron sus miradas hacia los cuarteles, los radicales, entre otros sectores políticos y sociales, pedían a los uniformados que terminaran con la agonía y el 24 de marzo de 1976 una Junta Militar encabezada por el Teniente General Jorge Rafael Videla se hace cargo del poder comenzando el Proceso de Reorganización Nacional.
Luego se sucederán en la Presidencia los Ttes Grales Roberto Viola y Leopoldo Galtieri, y por último el Gral Reynaldo Bignone. Al poco tiempo las decepciones fueron totales, los muertos y desaparecidos se contaron por miles y la economía entró en descalabro. La guerra de Malvinas termina en una derrota militar que desarticula al régimen y se ven obligados a convocar a elecciones para el 30 de octubre de 1983 donde triunfa la Unión Cívica Radical, con la fórmula Raúl Alfonsín- Víctor Martínez sobre la peronista Ítalo Luder- Deolindo F. Bittel.
Sólo nos resta expresar en este aniversario, donde a su vez se ha iniciado un nuevo período presidencial, las claras palabras de su himno nacional: “Al gran pueblo argentino. Salud”.