Por: Verónica Cortabarría Izquierdo.
Esta semana se supo que la Intendencia de Montevideo, optó por apagar el rastreador (GPS) de su Majestad, Faraona y Emperatriz: Carolina Cosse. También el de su escolta (Sí escolta) de seguridad. En un país donde muchos Ex Presidentes, Políticos y Empresarios fuertes caminan tranquilos por la calle.
¿Qué impide esto? Lo lógico y obvio, que no se pueda detectar o hacer seguimientos a los recorridos; llevado a criollo – a dónde van- cuando salen por ahí. Ahora, con el resto de la flota esa no se ejerce, los rastreadores siguen funcionando para el resto.
Salió un Daniel González (Prosecretario de la Intendencia) a hablar de que esto tiene que ver con un tema de privacidad y lean bien SEGURIDAD. Yo no estoy acá para querer saber que hace Cosse en su vida privada, ni lo ejercería con nadie. No me interesa la vida privada de los otros. Resulta que este caballero que ostenta este cargo salió en defensa a declarar que se pretende entre otras cosas evitar que no quede registrado donde vive la Faraona. Como si el uruguayo fuera imbécil o el Uruguay tan grande como para desconocer donde vive quien. Sí, todavía quedan tierras en Uruguay para vivir medio aislado, pero claro está que este no es el caso.
González insistió que todo el resto de los controles de vehículos se siguen ejerciendo. ¡Gracias González! No sabe que tranquilidad nos trae a los uruguayos sus comentarios.
Yo ya no vivo en MVD; pero si viví muchísimos años y voy a la Capital asiduamente. ¡Qué mugre, que relajo de tránsito, que tóxica se vuelve cada vez más, QUE MUGRE! Qué pena al mismo tiempo. Años de años bajo una misma égida, y sigue igual, o lo que es más grave, peor.
Mientras tanto Lady Cosse, transita bajo la línea de los radares y todo sigue igual. ¿A quién le tiene miedo Su Majestad Carolina? ¿De quienes esconde a donde va? Porque no existe político alguno que vaya a Barrios carenciados o con dificultades y no lo anuncie. Así que por ahí (aún cuando intentaron disfrazarlo por ese lado, no va, vamos, que tontos no somos). Esas son en la política las primeras noticias y fotos que salen.
No soy jugadora, jamás voy por la timba. Yo creo que Cosse no quiere que sus propios “compas” sepan sus movimientos. ¿Por qué? Porque a las pruebas me remito del historial político que le ha tocado padecer. ¿Qué duda existe de quienes son los varones que siguen mandando?
Ahora sí, el pueblo montevideano sigue sufriendo la ceguera. Su cargo es un cargo perfectamente electo democráticamente. Y eso me hizo acordar a Borges.
Lo voy a poner en mis palabras: resulta que Borges estaba por cruzar una Avenida, un muchacho lo reconoce, se le acerca y le dice “maestro” lo ayudo. Y ese mismo muchacho le aclara, “mire que soy Peronista”. Y Borges le contesta, “no se preocupe, yo también soy ciego”.
