Friedrich A. HAYEK conoció las frustraciones de tantos planes públicos fracasados y sus consecuencias de pobreza. Las democracias que crearon ilusiones, fueron el camino empedrado de promesas de mejor destino, que condujeron al infierno de tiranías ultra planificadoras, negadoras de la individualidad y la libertad. En “Camino de Servidumbre” Hayek demuestra que los avances de la planificación van unidos necesariamente a la pérdida de las libertades y al totalitarismo. Viviendo bajo los efectos del nazismo en Alemania, del Fascismo en Italia y del socialismo en Rusia, advertía que Inglaterra estaba ingresando a las fauces de la misma bestia, inadvertidamente, promoviendo la metástasis de la planificación etática.Las insatisfaccionespor los resultados de distorsionar las virtudes de la individualidad y la competencia natural para la eficiente asignación de recursos, hoy inficionan a quienes fueron paladines de la libertad. Hayek sostiene: “La disputa entre los planificadores modernos y sus oponentes no es una disputa acerca de si debemos guiarnos por lainteligencia para escoger entre las diversas organizaciones posibles de la sociedad; no es una disputa sobre si debemos actuar con previsión y raciocinio al plantear nuestros negocios comunes, es una disputa acerca de cuál sea la mejor manera de hacerlo. La cuestión está en si es mejor para este propósito que el portador del poder coercitivo se limite en general a crear las condiciones bajo las cuales el conocimiento y la iniciativa de los individuos encuentren el mejor campo para que ellos puedan componer de la manera más afortunada sus planes, o si una utilización racional de nuestros recursos requiere la dirección y organización centralizada de todas nuestras actividades, de acuerdo con algún “modelo” construido expresamente”.
La planificación gubernamental está tentada deasignar recursos de acuerdoa intereses políticos, a criterios económicos arbitrarios, cuando no, a corromper la equidad de oportunidades. Al no tener la exigencia de competir, ganar o perder a costo propio, la planificación etática distorsiona a los agentes individuales. La multiplicidad de variables exógenas que inciden en los efectos de las decisiones humanas, agregan un factor de incerteza al resultado de esa planificación política, que resuelve afectando más recursos privados. Las diferentes formas de considerar la gestión del Estado de neo marxistas moderados o intransigentes, ha ido distorsionando el sistema de previsión social y el de seguridad social. Estas contingencias eran cubiertas, como todas las necesidades humanas por previsiones individuales y solidaridad. Posteriormente el sistema político fue generando una metástasis de “derechos sociales” que abusando de la imposición a los individuos que producen, consumen recursos, ahogándolo. Cuando la metástasis produce una crisis terminal, sumando a la carga impositiva, endeudamiento e inflación, intentanre-planificaciones para evitar el colapso político, servicial a los totalitarios. Los resultados de tantas planificaciones y ampliaciones acumuladas, implican una carga insoportable que lastra recursos productivos, e impide el desarrollo económico.El mal denominado BANCO de Previsión Social recibe dinero de impuestos, dinero directo de su caja y dinero de la caja del Estado. Si tomamos la totalidad de lo que recibe por impuestos afectadosson: siete puntos del IVA, más el IASS, más el sustitutivo del Cofis; en 2021 recibió más de US$ 2.000 millones. Como ese dinero, más lo que se recauda por contribuciones especiales de la seguridad social, no alcanzapara paliar su déficit, en el último año Rentas Generales, los uruguayos, aportamos una cifra adicional de US$ 600 millones.Esta metástasis de relativismo con la plata de los “nabos de siempre”, evidencia que no se ha sabido planificar un sistema de previsionalque asegure un equilibrio macroeconómico, crecimiento perdurable, distribución equitativa y cobertura adecuada de las contingencias de vejez, invalidez y muerte para toda la sociedad. El llamado gasto social expone el interés clientelar electoral que se persigueexcediendola capacidad de quienes lo bancan: nosotros. La metástasis ha llegado a corromper al sistema previsional, al de seguridad social, y a todo el presupuesto público. Al borde del desastre presupuestal la reforma previsional se hace absolutamente imprescindible dado que están agotando los recursos excedentarios al presupuesto, y bajando el poder adquisitivo de los que trabajan y trabajaron. El sistema de reparto, de solidaridad intergeneracional, cuya crisis se profundizó en los 15 años de gobierno de “izquierda”,además de acrecentar el esfuerzo de cada cotizante, imposibilitando obtener rentas suficientes de los fondos generados por los aportes, e implica una excesiva carga tributaria sobre salarios y pequeñas empresas, que acorrala al trabajador, cuanto más trabaja más carga de impuestos tiene. Esto hace adelantar la jubilación, como forma de asegurarse un ingreso básico estable. Sin esa carga de impuestos, muchos no optarían por jubilarse, para percibir apenas un magro haber jubilatorio. Todos estos factores tan contradictorios sumados, están condenado al régimen previsional a desaparecer. El gobierno anterior encargó al comunista Murroreactivar causales de jubilación. Modificó la opción para los llamados cincuentones, franja etaria que debió haber incorporado sus ahorros anteriores en el BPS a su cuenta individual en la AFAP. No hacerlodeterminó que no contaban con ese ahorro de aportes en su cuenta personal, retaceando el monto al momento de jubilarse. Murro aprovechó este reclamo para agregarle una nueva carga al BPS; optó por hacer humo el ahorro individual de la AFAP, y sumó deuda futura al BPS cuando se agoten esos recursosrapiñados. Esa “vocación” populista de conceder derechos sin medir consecuencias, sumó otra socialización de recursos del contribuyente. El BPSdebe atender gastos que nada tienen que ver con el régimen previsional, pero que se pagan contra la recaudación previsional e integra el desfinanciamiento. El subsidio por enfermedad, o por desempleo, pensiones, asignaciones familiares, maternidad y paternidad, gastos funerarios, pensión para víctimas de delitos violentos, pensión para ex terroristas y familiares, subsidio para lentes y prótesis, y otros quince rubros, que nada tienen que ver con la debida prestación que se debe a quienes hicieron su aporte durante toda su vida laboral. Como esas prestaciones contribuyen a desfinanciar seriamente el sistema, se fueron destinando parte de algunos impuestos, como el IVA, o se aplicaron gravámenes directos al haber jubilatorio, IASS (impuesto duplicado al IRPF que yase pagó en actividad), una reducción al haber jubilatorio y una violación constitucional a su ajuste por IMS. En definitiva, todo va a la financiación del BPS, no del sistema previsional, y lo que falta es también compensado desde rentas generales. Cuando se analiza el costo del sistema de retiros, se le imputa la totalidad de la compensación estatal, con lo que se llega al déficit del 10 u 11% del PIB. Una reforma que no tenga en cuenta semejante abuso de imputación diversa, hará pagar a los jubilados parte del costo de los subsidios razonables o irrazonables, y al mismo tiempo encarece el costo impositivo futuro de la sociedad en general.Es imprescindible cambiar la imputación presupuestaria que mezcla el sistema jubilatorio con gastos discrecionales del estado, para evitar erróneas percepciones y permitir comparaciones y juicios válidos. No tiene nada que ver la reparación para exilados, el salario familiar o la prima por edad con el derecho a la jubilación de un aportante. Los pit-frentistasreclaman por la incidencia presupuestal de otros pagos de pasividades que realiza el Estado, que casualmente fueron votados por su gobierno. El Servicio de retiros militares es simplemente una repartición que asigna las partidas que la ley dispone. Sus supuestos privilegios, son decisiones políticas que fueron fijando sus montos para sostener militares en actividad con la zanahoria de retiros bonificados. Astori votó, sin ruborizarse, tres leyes para aumentar el número de beneficiarios de estos retiros especiales, que después exhibe como privilegios.Paradójicamente, los mismos factores que impulsan a jubilarse jugaron en contra de estas decisiones legales del frentismo. En igual sentido, las Cajas Paraestatales, con el la dirigencia de delegados frentistas, produjo el resultado socialista inevitable: aumento de beneficios sin financiación y endeudamiento que también condicionan su viabilidad y la asignación del nuevo impuesto IASS para financiar el BPS en lugar de las Paraestatales con el aporte de sus jubilados.
Una metástasis económica producto de relativistas que asumen que el dinero es público (de ellos), e inagotable; sin asumir que la única curación real: crecimiento productivo individual que promueva el del país. Pereira y Murro han adelantado su posición contraria a una reforma a ritmo de tortuga embarazada propuesta por técnicos de todos los partidos. La solución proyectada también es política: no afecta “derechos adquiridos” ni en actividad ni en pasividad, aunque se financie con el “impuesto” inflacionario que pagan también los pasivos. Cambios que, de aprobarse producirían efectos a más de 20 años, que tampoco permitirán,en el corto plazo, generar condiciones de competitividad, concretar inversiones, y aumentar oportunidades laborales consistentes; condiciones sustentables imprescindibles para asegurar a jubilados y activos por lo menos la situación presente.De mantenerse incambiado o aumentar con relatividad de gastar más sin consecuencias, la metástasis terminal estará asegurada: más desempleados, una relación activo-pasivo actuarialmente inviable; un problema demográfico -la tasa de fecundidad de Uruguay es de 1,4-, vamos a tener cada vez menos activos para sostener a cada vez más pasivos, además, se alienta la emigración de jóvenes trabajadores. Por si fuera poco,el Pitcenetismo se moviliza para evitar un ordenamiento del Estado. Y la frutilla del postre: la impunidad de los corruptos garantizada por un sistema judicial infiltrado por izquierda. Todauna garantía para incrementar el rojo presupuestal. Erra el presidente del BPS al decir que los derechos de los actuales pasivos están garantizados; obviamente la situación presupuestal que impacta en el déficit presupuestal no da esas garantías.
Los técnicos aconsejan, siguiendo criterios políticos, un desastre eventualmente retardado. Peor será si a pesar de todo (y de los gritos de Astori) los comunistas hoy a cargo del partido, consiguieran el poder por el que se afanan. Cuanto peor mejor, profundizar el crecimiento de gastos insoportables, es la garantía para eternizarse prometiendo utopías. Miren alrededor.Hayek advirtió a todos sobre el destino inexorable al que los ultra planificadores nos conducen. De nada valdrá alegar ignorancia. La reforma previsional es urgente como lo reconocen todos los actores políticos que no apuestan al desastre final. La reforma anterior fue parcial y saboteada por el gobierno comunista. No adoptar en forma urgente las medidas inevitables por “delicadeza política” no evitará el colapso uruguayo. Mantener el actual concierto de impuestos, beneficios desfinanciados y aumento de endeudamiento a costas de tomar préstamos, es apostar a no crecer y el simple avance demográfico negativo garantiza el desastre. Los uruguayos estamos maduros para recibir malas noticias, si con sinceridad se explica el esfuerzo que la realidad exige.
Los que apoyan a los dictadores, corruptos y narcoterroristas de la región, apuestan a impedir, postergar, cercenar, o todavía, acrecentar aún más el desorden económico del sistema previsional, de la seguridad social y del déficit presupuestal en general. Si consiguen su objetivo, la metástasis de relativismo en general, y del gasto público como esfuerzo colectivo individual, habrá hecho su obra destructiva de nuestra República.